Pilar Peña, vicepresidenta Amarillos: “Queremos establecernos como un partido reformador en el centro político”

“El primer objetivo es constituirnos como partido. El Servel tiene revisar la escritura y nos habilita como partido en formación. Luego de eso, empezar a juntar las firmas para constituirnos como partido nacional”, dice Pilar Peña (38), vicepresidenta de Amarillos, movimiento que está buscando transformarse en partido político para lo cual el primer hito ocurrió la semana pasada con la firma de la escritura. La cientista política, quien militó por 15 años en la DC, asegura que buscan posicionar a la futura colectividad desde el centro político.

¿Cuál es el rol que buscan jugar en el proceso constituyente?

El compromiso de Amarillos es tener una nueva Constitución y que sea una buena. Hay que ser realista, lo primero es formar un partido político. Nosotros no tuvimos otra alternativa, porque si seguíamos siendo una organización de la sociedad civil, no íbamos a tener mayor espacio, fundamentalmente porque la política encuentra su espacio natural en la democracia y eso se materializa en los partidos políticos. El rol que queremos establecernos como un partido reformador en el centro político. Es el espacio donde nos queremos posicionar.

Esta semana los partidos del oficialismo avanzaron en una propuesta. La derecha también previamente planteó su idea sobre cómo continuar con el proceso constituyente. ¿Eso no es empezar con un pie fuera de la discusión?

No, porque ya hemos dado ciertas señales de lo que queremos. En primer lugar, respetamos mucho los valores republicanos. No somos un partido político aún, pero respetamos que estas decisiones las tienen que tomar los actores políticos. En este caso, el gobierno, las coaliciones y los partidos. Ese es el rol que queremos jugar y por eso queremos entrar. Ahora, vamos a entrar también con una cierta diferencia: aspiramos a salir un poco de la lógica del eje izquierda y derecha, porque entendemos que dentro de esa lógica existe un espacio intermedio que tiene otras cualidades, que han declaradas en nuestros principios. Nos queremos posicionar en el centro. Las personas que se instalan en el centro político representan una cultura del equilibrio, de la moderación. Y en el caso nuestro, representan una cultura del reformismo, con reformas graduales, no revolucionarias, que sean perpetuables en el tiempo.

¿No hay discrepancias sobre el dónde ubicarse en el espectro político? Sergio Solís, quien también es de la directiva, decía que no le gustaba ubicar al partido en la derecha ni la izquierda ni el centro.

Tiene que ver con salirse de la lógica de izquierda-derecha, porque está un poco obsoleto...

Pero el eje izquierda-derecha tiene el centro al medio. Si se ubican en el centro, están en ese mismo eje.

Pero el centro tiene ciertas características. Quienes se ubican en el centro son personas que concuerdan que los extremos atentan contra la estabilidad del país. Se posicionan en la moderación; no necesariamente reacios a los cambios, por el contrario, pero los cambios de manera gradual, alejados de las transformaciones revolucionarias. Además, la vocación de centralidad democrática se hace cargo de esta necesidad de diálogo que tanto ha faltado.

Actualmente tienen un diputado. No tienen más cargos en el Ejecutivo ni en el Legislativo. ¿Eso basta para participar de manera activa en la discusión constitucional?

Partimos con un parlamentario. Sin embargo, tenemos una vocación de puertas abierta. No estamos levantándole personas a ningún partido, por cierto. Somos muy respetuosos de eso, pero el amarillismo es muy plural.

¿No ven como una alternativa sumar a parlamentarios independientes u otros? Ha habido algunos acercamientos con RN, con la DC...

Insisto que lo primero que tenemos que hacer es constituirnos como partido. Sería poco serio decir que estamos ya en una lógica de traernos personas que no están en nuestro movimiento. Tampoco lo hacemos, nosotros no estamos con una grúa trayéndonos a nadie. Cualquier persona, de cualquier espectro político, que compartan estos principios serán bienvenidos.

¿Tienen definidos bordes o mínimos comunes sobre la discusión constitucional?

No tenemos definido cómo nos vamos a parar frente a las definiciones constitucionales, porque no somos un partido aún. Pero sí tenemos definiciones en los mismos principios: no salirse de ninguno de los mínimos de la democracia, y esta lógica de reforma. Si habláramos de un marco, un borde, es garantizar, primero que todo, altos niveles de igualdad, respeto irrestricto por los derechos humanos, velar por la libertad individual, el desarrollo integral, inclusivo y eso que sea compatible con la dignidad humana. Además, siempre aspirar a mayores oportunidades para el desarrollo de las personas. Y muy importante, nosotros respetamos y valoramos los valores republicanos. Consideramos que somos una sola nación. Pero no me atrevería a decir ahora cuáles van a ser los bordes, porque somos todavía una organización de la sociedad civil.

Imagino que todavía no han iniciado la discusión sobre, por ejemplo, si van a incluir el derecho a la vida o la protección de la propiedad, haciéndola extensiva a los fondos previsionales, al aprovechamiento de aguas. Fueron algunos de los puntos que se criticó de la propuesta de Chile Vamos...

No tenemos aún una definición al respecto.

Y en lo personal, ¿el derecho a la vida le parece razonable que sea un principio constitucional?

Sí, me parece. Me parece que respeto el derecho a la vida debe estar en uno de los principios.

Y en cuanto al organismo, ¿han definido algo sobre cómo debería ser este nuevo órgano constituyente?

No hemos tomado esas definiciones aún, porque muy es muy apresurado decir cómo queremos que sea si todavía no estamos en el debate político. Pero esas conversaciones se vienen. Esta semana recién estamos con algunas primeras reuniones de la directiva, del comité político.