Problemas de salud, conciertos cancelados y escape al sur: Los últimos días de El Temucano antes de la prisión preventiva

Tito Fernandez se retira del cuartel de delitos sexuales de la PDI, luego prestar declaración por mas de cinco en el cuartel ubicado en Williams Rebolledo, dando declaración a la prensa a su salida.

El músico, que hoy vive en Puerto Varas, fue formalizado esta mañana por delitos de abuso sexual reiterado y violación, por lo que será detenido y trasladado a Santiago para cumplir con la medida cautelar decretada por el tribunal. Arriesga entre 10 y 15 años de cárcel.


"No quiero ser recordado. Yo sé que va a ser inevitable, por eso le he contado a algunos familiares muchas cosas que van a tener que aclarar cuando yo no esté. Pero no quiero ser recordado. Ya no voy a estar. Punto".

La frase la dijo a La Tercera el propio Humberto Baeza Fernández, "el Temucano", en 2016. Tal vez en ese momento sus palabras eran difíciles de comprender, pero cobraron otro sentido una vez que se conoció la investigación en su contra por abusos sexuales y violación, dos años después de la publicación de esta entrevista.

Una serie de acusaciones contra Tito Fernández -su nombre artístico- que La Tercera hizo públicas en septiembre de 2018, a partir de una querella presentada en contra del músico patrocinada por el Servicio Nacional de la Mujer. Según esa acusación, el reconocido folclorista lideraba una suerte de logia esotérica conocida como Centro Integral de Estudios Metafísicos (CIEM), la que habría utilizado para abusar de mujeres y forzarlas a realizar favores sexuales durante la última década.

La causa derivó en la formalización del cantautor de 77 años, a quien esta mañana la fiscalía le imputó tres cargos de abuso sexual en carácter de reiterado, además de tres delitos de violación propia, los que habrían ocurrido entre 2010 y 2016. El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago acogió la solicitud del Ministerio Público y decretó la medida cautelar de prisión preventiva contra Baeza. Esto, en paralelo al plazo de 90 días que otorgó el tribunal para el desarrollo de la investigación.

Lo de hoy suma un nuevo capítulo al complejo y polémico presente de una de las voces más reconocidas de la música popular chilena, protagonista a su vez de una de las carreras más singulares que ha seguido un cantautor nacional en las últimas décadas. De hecho, fue uno de los pocos artistas vinculados a la Nueva Canción Chilena que pudo seguir viviendo en el país y sostener una carrera musical durante la dictadura, pese a haber sido arrestado y retenido durante varios días en una base de la Fuerza Aérea en 1973.

Y aunque creó canciones que cruzaron el ámbito del folclor para convertirse en verdaderos clásicos del cancionero local, como Me gusta el vino y La casa nueva, él mismo siempre se encargó de aclarar que no se consideraba un gran compositor. Incluso llegó a afirmar que lo suyo "no era una carrera. Lo mío es un destino", según aclaró hace cuatro años.

Si bien por esos mismos días el músico habría cometido el último delito de carácter sexual conocido por el que hoy está imputado, su carrera -o su "destino", en sus palabras- nunca se ha detenido del todo. Tampoco su consistente discografía: sólo en la última década ha publicado cerca de cinco álbumes, como Cantos de amor y compromiso (2013), Taba cayendo la tarde (2013) y Décimas por mis raíces (2018). Los dos últimos, editados por Manimal Records, sello discográfico chileno de artistas como René Inostroza y Los Charros de Lumaco.

La presencia en vivo de El Temucano sí decayó una vez conocida la investigación judicial en su contra, pero no se extinguió de todo. Pese a que él mismo reconoció que perdió trabajos y se cayeron fechas a causa de la querella en su contra, en septiembre del año pasado el solista reapareció en los escenarios en un evento de Fiestas Patrias realizado en el Teatro Caupolicán, acompañado por sus colegas Pedro Messone y Jorge Yáñez. Fue la última aparición estelar de Baeza, antes que el estallido social y la pandemia terminaran con los espectáculos en vivo para todo su gremio.

En paralelo, el autor de Me gusta el vino -cuyo nombre completo es Humberto Waldemar Asdrúbal Baeza Fernández- ha lidiado con diversos problemas de salud en el último tiempo, como una artrosis que la ha impedido moverse con normalidad. “Está en cama porque le es difícil moverse, tiene una artrosis incipiente. Ahora lo tengo que llevar al baño”, comentó su esposa, Luz Rivera, al diario La Cuarta en mayo del año pasado, una vez conocidos los hechos que se le imputan a su marido.

En la misma entrevista, el propio Tito Fernández juró inocencia ante las acusaciones de abusos sexuales (“Yo no he violado a nadie”, declaró) y se preguntó: “¿Cómo me van a poner una pena por algo que no hice?”. Además él mismo reconoció que desde 2018 se le cayeron conciertos que había agendado, mientras su entorno informaba que todos estos hechos gatillaron una depresión en el artista -según éste, al sentirse traicionado por quienes consideraba sus “amigas”-. Así, ante la falta de trabajo, se mantuvo gracias al dinero que le envían sus hijas desde Francia y Estados Unidos.

En febrero pasado, en tanto, el solista estuvo internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica tras sufrir una descompensación. Según reveló el matinal Hola Chile, el cantautor habría intentado escapar del recinto hospitalario.

Hoy, el músico vive en Puerto Varas, adonde se trasladó en los últimos meses después de varios años viviendo en un departamento de calle Zenteno, en Santiago centro. En ese lugar "el Temucano" había cometido algunos de los abusos por los que se le acusa. Otros tuvieron lugar en el Sindicato de Folcloristas y Guitarristas de Chile, en la calle Phillips del centro de Santiago. Todos con un modus operandi relativamente similar: aprovechándose de su condición de guía espiritual fue construyendo con diversas mujeres del grupo una relación de dependencia que luego derivó en subordinación.

“Ellas buscaban cubrir y llenar un vacío espiritual que tenían y por eso es que concurren a este centro. Y es en esta circunstancia que el imputado se aprovecha de este perfil, de esta vulnerabilidad y del poder que ejercía en este centro y comete los delitos por los que fue formalizado” , explicó la fiscal Mariela Cid, de la Fiscalía Centro Norte.

Según la investigación del Ministerio Público, los eventuales delitos se realizaron entre 2010 y 2016 e involucran a al menos tres mujeres. Los hechos, además, los habría perpetrado bajo intimidación, con incapacidad de la víctima para ofrecer resistencia y en ocasiones con Fernández haciendo uso de un arma blanca. Además de su casa y el Sindicato de Folcloristas, otros hechos ocurrieron en un motel de calle Ejército con Toesca, donde en una ocasión, usando una daga, obligó a una mujer “a tener sexo siete veces en días y horas determinadas por el imputado, bajo amenaza de aplicar castigos si no obedecía”, de acuerdo a la investigación.

Actualmente Baeza se encuentra viviendo en Puerto Varas, por lo que "el tribunal decretó una orden de detención para que lleve a efecto y sea trasladado por la policía de investigaciones a Santiago y comience a cumpir la medida cautelar de prisión preventiva solicitada", informó Cid.

Según la fiscal, el artista arriesga entre 10 a 15 años de cárcel.

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