Quién es quién detrás de la división del PS y el PPD
La historia que terminó con los socialistas en el mismo carro del PC y el Frente Amplio, y el PPD en la vereda de enfrente, por primera vez en su historia involucra a varios dirigentes del sector: desde los timoneles de las colectividades, el Presidente Boric, los exmandatarios Lagos y Bachelet e incluso el exministro y líder de Imaginaccion, Enrique Correa. Estos son los protagonistas de esta cruzada.
Camilo Escalona, el rol más controvertido
La hegemonía del secretario general Camilo Escalona en el PS fue una de las razones no confesadas del exsenador a la hora del protagónico rol jugado en las negociaciones oficialistas. Escalona lideró una cruzada -tanto en público como en instancias internas del partido- a favor del gobierno para que el PS cerrara su lista electoral con Apruebo Dignidad.
En eso Escalona jugó abiertamente. No ocultó sus intenciones, las transparentó en medios de comunicación y en cada órgano interno del PS, tensionando a su colectividad. Por lo mismo se transformó en el gran contrapeso de Vodanovic, dado que ambos terminaron defendiendo posiciones políticas adversas.
La situación provocó que la relación entre ambos dirigentes se crispara al máximo. El clímax de esa tensión se dio la semana pasada cuando Vodanovic quiso marginarlo de la negociación por las listas a consejeros.
La jugada de la timonel socialista se dio en un momento de desesperación, lo cual encontró resistencia en su mesa directiva y terminó simplemente en una intervención de Vodanovic quien designó al vicepresidente Eduardo Bermúdez para apoyar en las funciones de búsqueda de candidatos y armado de fichas para la inscripción ante el Servel.
Pese a que Escalona termina como uno de los victoriosos del drama socialista, su figura quedó fuertemente expuesta y en el PPD no dudan en señalarlo como el gran responsable del quiebre de la histórica relación.
Natalia Piergentili, la mujer de las dos listas
Tambaleó, dudó, sufrió fuertes presiones y embestidas, pero la timonel del PPD, Natalia Piergentili no dio su brazo a torcer. La presidenta del partido defendió, desde el inicio de esta encrucijada, que el PPD tenía que diferenciarse de Apruebo Dignidad, reforzar su vocación de centro, ampliar la base de apoyo del gobierno, conquistar el electorado que quiere una nueva Constitución, pero votó Rechazo el 4-S y competir en las elecciones del 7 de mayo en una lista separada de Apruebo Dignidad.
Piergentili logró que el 94% de su partido estuviera por esa idea y resistió hasta el final. Contuvo la insistencia del Presidente Gabriel Boric y cuando su cruzada estuvo a punto de caerse por la borda, ella dijo que si el partido reculaba no tenía más opción que presentar su renuncia.
En ese momento, la directiva y otros dirigentes del PPD cerraron filas con ella. De esa manera Piergentili logró su riesgoso cometido, haciendo que varios otros personeros tomaran la decisión de ir de candidato. De hecho ella misma será la cabeza de lista en la Región Metropolitana.
Algunos la han criticado por abrazar una decisión “suicida”. Ella sabe que la posibilidad de un mal rendimiento electoral es real, pero está dispuesta a dar la pelea. Un chat que tiene con miembros de la directiva PPD que también irán de candidatos, de hecho, terminó llamándose -de manera irónica- “jóvenes suicidas”.
Paulina Vodanovic, la gran salvada
La presidenta del PS, Paulina Vodanovic, termina una dura negociación electoral sumando más costos que beneficios. Pese a que ella desdramatiza el asunto, lo cierto es que su opción -que el PS no rompiera su histórica alianza electoral con el PPD- fue el camino que terminó derrotado.
Vodanovic hizo todo lo posible por conseguir la “máxima unidad de las fuerzas progresistas”. Activó a la expresidenta Michelle Bachelet para presionar al PPD, amenazó con renunciar a su cargo y le dio todo el tiempo que pudo al partido que lidera Natalia Piergentili para modificar su posición, pero todo fue infructuoso.
Vodanovic quedó tan comprometida con las gestiones para no dividir al Socialismo Democrático que su partido, cuando advirtió que todo iba encaminado a pactar con Apruebo Dignidad, tuvo que dilatar la definición política sobre el tema para no dejarla sin piso.
Muestra de eso fue lo ocurrido con la comisión política. Esta instancia del partido iba a decidir el miércoles de la semana pasada si quedarse con el Socialismo Democrático o moverse hacia Apruebo Dignidad. Si la comisión política votaba ese día, afirman fuentes de esa instancia, la opción ganadora era quedarse con el Frente Amplio y el PC.
Si eso pasaba, la conducción de Vodanovic quedaba en mal pie y, sobre todo, el PS se vería envuelto en una serie de recriminaciones y tironeos internos que dejarían al socialismo a un paso de quebrarse. Dada esa realidad, los integrantes de la comisión política optaron por no forzar una decisión de ese nivel, apuntar hacia la unidad y, por consecuencia, blindar a Vodanovic.
Álvaro Elizalde, el poder en las sombras
El expresidente del PS, Álvaro Elizalde, siempre apuesta a ganador. Así lo dicen los dirigentes del socialismo y esta vez no fue la excepción. A pesar de que no estuvo presente de manera presencial la semana pasada, el senador estuvo constantemente monitoreando la situación del partido.
Elizalde, quien no es cercano a Escalona y pertenece a la misma tendencia partidaria de Vodanovic, también era partidario de ir en lista electoral con Apruebo Dignidad. Fuentes del PS cuentan que la lógica del extimonel socialista apuntaba a que en elecciones lo que vale es lograr buenos resultados y, en estos comicios, implica conseguir la mayor cantidad de escaños posibles en el futuro Consejo Constitucional.
Siguiendo esa línea, la postura de Elizalde derivaba en conseguir un pacto electoral que fuera lo más competitivo posible. Si el PPD no estaba dispuesto a eso, el PS tenía que dejarlos atrás pensando en el mejor rendimiento electoral.
Según comentan parlamentarios del PS, Elizalde logró activar a los diputados para presionar desde ese vereda por la lista única o, en su defecto, por una planilla electoral junto con Apruebo Dignidad. Pero fiel a su estilo, a fines de la semana pasada se fue a Buenos Aires para evitar estar a la hora de las cuentas finales.
Guido Girardi, el controlador a la baja
El exsenador y controlador histórico del PPD, Guido Girardi, fue una de las voces más duras en defender que el PPD compitiera con el Socialismo Democrático y sin Apruebo Dignidad. Tanto así, que Girardi fue el autor de la frase mortal que marcó todo el debate, cuando calificó la lista electoral del Frente Amplio y el PC como la “lista del indulto”.
Sin embargo, la postura de Girardi se basaba en que el PS no rompiera su alianza histórica con el PPD, tal como se lo había transmitido la presidenta del socialismo, Paulina Vodanovic. Por lo mismo, cuando el jueves de la semana pasada todo indicaba que el PS iba a firmar con Apruebo Dignidad, Girardi usó su último cartucho.
Activó todas sus redes e influencia para revertir la decisión tomada por el consejo nacional. Pidió realismo político y reconoció que la única opción que quedaba era seguirle los pasos al PS. Su arremetida llegó tarde. El viernes de la semana pasada era poco lo que se podía hacer y la directiva del PPD terminó ratificando la definición de quedarse con el PR y la DC. “Nosotros le cerramos la puerta a Girardi”, comentó un dirigente del PPD en la tarde de ese día.
Gabriel Boric, el guardián de la lista única
El Presidente Gabriel Boric se involucró personalmente y en más de una ocasión en la negociación de consejeros constitucionales de sus dos coaliciones de gobierno. Lo hizo con mucha insistencia y harto de imprudencia, como se señala bajo cuerda en el oficialismo. El Mandatario hizo todo lo posible por conseguir una lista única que reforzara la unidad de su gobierno, en el entendido de que la competencia salpicaría el rumbo de su administración.
Sin embargo, por más que lo intentó, todo terminó en fracaso y -una vez más- se pone en entredicho la autoridad de la figura presidencial. No sirvieron sus llamados ni sus señales. La última arremetida de Boric se dio la semana pasada cuando invitó a su casa -cuando ya estaba de vacaciones- a los timoneles del Socialismo Democrático. Compartieron un café y Boric les pidió -con énfasis en Piergentili- hacer “un último esfuerzo”.
Pese a que la timonel del PPD acogió la petición, ya era muy tarde.
Carolina Tohá, la gran damnificada
La ministra del Interior Carolina Tohá -jefa política del gobierno- deberá resignarse a que su propio partido no acusó recibo de su tesis de defender una lista única del oficialismo. Tohá desplegó públicamente sus opiniones en favor de lo que llamó la “unidad de las coaliciones”, aunque una vez que vio perdida la carrera fue de las primeras en desdramatizar un escenario de dos listas.
Eso sí el diseño era mantener las coaliciones con sus fuerzas originales: Apruebo Dignidad, del Frente Amplio y el PC, y el Socialismo Democrático, con el PS-PPD-PR-PL. Hoy queda la duda sobre cómo la ministra va a administrar la fragilidad política en que la dejó la jugada del PPD.
Michelle Bachelet, la apuesta fallida
La expresidenta Michelle Bachelet fue la carta bajo la manga que jugó, a último minuto, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, para conseguir una lista única de todo el oficialismo y la DC. La timonel socialista sorprendió al Socialismo Democrático cuando activó esta opción en el último Comité Central. Fue en esa instancia en que Vodanovic transmitió que Bachelet estaba disponible para ser candidata y encabezar una lista unitaria de toda la alianza de gobierno.
Lo que surgió como una luz de esperanza en favor de la unidad, terminó en una estrategia fracasada. Vodanovic no le avisó a la timonel del PPD, Natalia Piergentili, que usaría la carta Bachelet como último recurso. Todo se dio en paralelo a que el propio expresidente Ricardo Lagos interviniera en el consejo nacional del PPD defendiendo la opción de competir en listas separadas.
Con el drama de la centro-izquierda resuelto, es decir, el PS cruzando el río para competir con el Frente Amplio y el PC y el PPD firmando junto con el PR y la DC, la opción de Bachelet se diluyó tan rápido como apareció. Fuentes del PS comentan que, hasta el momento, todo indica que la exmandataria no será candidata y que la carta fuerte por la Región Metropolitana, por ahora, sería el exalcalde de El Bosque Sadi Melo.
Esta es la segunda apuesta fallida de la exmandataria quien jugó un rol de primera línea en la campaña del Apruebo en el plebiscito de salida de septiembre de 2022.
Ricardo Lagos, el fundador persistente
El expresidente Ricardo Lagos jugó parte de su capital político en defender que el PPD tenía que abrir un camino propio y competir en las elecciones del 7 de mayo sin Apruebo Dignidad.
Por eso se explica su intervención en el consejo nacional del partido. “Para dar más fuerza al gobierno tiene que haber una expresión fuerte y solidaria del Socialismo Democrático, que el PPD está llamado a encarnar junto a las otras fuerzas (...). No es dramático el que para defender una coalición de gobierno entendamos que el PPD debe ser capaz de encabezar un amplio conglomerado en donde democratacristianos, radicales y socialistas democráticos puedan participar activamente”, afirmó en dicha instancia.
Las gestiones de Lagos no solo se quedaron ahí. Junto con eso protagonizó varios llamados a dirigentes del partido para alinearlos en esa misma dirección. Tanto así que cuando el exministro Sergio Bitar desistió de competir por Tarapacá -producto del drama con el PS-, fue el mismo Lagos quien lo convención para sumarlo otra vez al elenco del partido para llegar al Consejo Constitucional.
Alfonso De Urresti: el gran pragmático
El senador Alfonso de Urresti cerró filas sorpresivamente con el gobierno y con el Presidente Gabriel Boric, algo poco habitual en el parlamentario. El senador se ha caracterizado por ser una de las voces socialistas más críticas del gobierno, tanto con el Mandatario como con sus ministros.
Pese a la evidente distancia del vicepresidente del PS con La Moneda, esta vez, De Urresti no dudó en tomar partido por el llamado a la unidad de las dos coaliciones de gobierno. El senador es uno de los representantes de la facción interna del PS llamada Grandes Alamedas. La semana pasada ese grupo se cuadró a favor de pactar la lista electoral sin el PPD y con Apruebo Dignidad. De hecho dio vuelta sus votos en la comisión política a favor de esa alternativa.
En privado, De Urresti argumentó que la escasez de candidatos era un elemento a considerar para armar una lista con la mayor cantidad de partidos posibles. También comentó que había que maximizar la posibilidad de obtener escaños en el Consejo Constitucional. “Vamos a reiterar el llamado más irrestricto a la unidad. Primero, la lealtad al gobierno. Nosotros somos parte del gobierno y lo vamos a respaldar para tomar la mejor decisión para que el gobierno salga adelante”, afirmó el miércoles de la semana pasada.
Más importante que todo eso, agregan fuentes del socialismo, la cruzada del senador apuntó a cuidar al partido y evitar que el PS terminara quebrado. Por lo mismo, hizo gestiones para no precipitar que el socialismo forzara una votación entre pactar con el Socialismo Democrático o Apruebo Dignidad y se limitaran a hacer un llamado a la unidad.
Francisco Vidal, la vieja escuela derrotada
El exministro Francisco Vidal es otro de los perdedores del PPD. El dirigente histórico hizo todo lo posible para que su partido no rompiera con el Socialismo Democrático y siguiera al PS.
Su estrategia apuntó a activar a los fundadores del partido. Lo hizo dos veces. Una a mediados de enero y otra la semana pasada. Junto a ese grupo de dirigentes históricos hizo un llamado público a ir en lista única mientras en privado no dudó en amenazar con futuras renuncias.
“La única fórmula que haría posible la unidad del Socialismo Democrático, la unidad en la diversidad para garantizar nuestra representatividad en el Consejo Constitucional y el apoyo al llamado del Presidente es acordar una lista única de amplísima integración. Sostenemos que ese entendimiento amplio debe abarcar las diferentes sensibilidades del progresismo, desde la DC al PC”, decía la carta firmada por los dirigentes históricos.
Pese al intento, su jugada quedó frustrada. De hecho él mismo rechazó ser candidato y no se mostró disponible para ser una de las cartas del PPD para llegar al futuro órgano redactor.
Enrique Correa, el eterno componedor
El interés por la negociación del Consejo Constitucional del oficialismo movió a todo el sector. Incluso al exministro y presidente de Imaginaccion, Enrique Correa, respecto de quien, algunos señalan, que lo habría hecho por petición de la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Fuentes del sector comentan que el lobista siguió de cerca cada paso del PPD y el PS. Desde su vereda hizo gestiones para evitar el quiebre histórico entre ambos partidos que han competido en conjunto en todas las elecciones desde el plebiscito de 1988. Correa tomó el teléfono y llamó a varios de los dirigentes que hoy tienen influencia y que siguen en la primera línea.
Sin embargo, la efectividad e influencia de Correa no cuajó en un escenario que ya estaba definido cuando inició su embestida. Correa, al igual que varios de los involucrados en esta teleserie, terminaron lamentando la histórica división PS-PPD. A todos ellos no les queda más que resignarse al escenario.
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