¿Quo Vadis, Kast?

Por el minuto lo que él tiene que hacer es armar partido, una cosa es inscribirlo y otra es poder legalizarlo, para eso tiene un tiempo. Tengo dudas de que lo va a poder hacer, pero cada cosa tiene su tiempo. - Jacqueline van Rysselberghe, presidenta de la UDI, ayer lunes.

José Antonio Kast eligió constituir su partido en cuatro regiones: la VI, VII, VIII y IX. La ley exige un mínimo de tres contiguas u ocho no contiguas. Tiene algo más de siete meses para recolectar en esas zonas 4.862 firmas de independientes o recién renunciados a otra colectividad, léase la UDI ó RN. Si va por la legalización a nivel nacional, necesitará más de 16 mil. De las cuatro, dos son sus más fuertes: en el Biobío sacó 88.594 votos en la última vez que se midió (11,2%), en la primera vuelta presidencial del 2017, y en La Araucanía -su mejor región proporcionalmente hablando- alcanzó 46.345 votos (12,7%). Por eso escogió estas últimas dos para comenzar.

¿Detrás de qué va? Un examen del mapa electoral y político de dichas zonas y el análisis fuera de grabadora de los bandos implicados arroja ciertas pistas. Al decantarse por las regiones VIII y IX, además, Kast amenaza los intereses de dos piezas claves de Chile Vamos: los de la presidenta de su ex partido y los del pretendiente presidencial de Evópoli, el colectivo naturalmente antagónico del naciente Partido Republicano. Y también los de RN, que tiene en la Araucanía presencia en diputados.

La VIII es la plaza fuerte de Jacqueline van Rysselberghe. Fue concejala y alcaldesa de Concepción, intendenta -aunque debió salir cuando protagonizó la primera crisis política de Piñera, Parte I- y hoy lleva cinco de ocho años como senadora por allí. La jefa gremialista y otrora discípula de Jovino Novoa -con quien el ex diputado no se habla- es además rival natural del "retador" del oficialismo y no se llevan desde mucho antes que él renunciara al partido. Solo recuérdese las citas con Bolsonaro.

En la misma región el partido tiene otro senador, Víctor Pérez Varela. La red UDI abarca allí cuatro diputados: Gustavo Sanhueza, Sergio Bobadilla, Enrique van Rysselberghe (hermano de la senadora) e Iván Norambuena, este último cercano a JAK. Esa misma bancada la integraba antes Jorge Ulloa, luego nombrado intendente hasta que fue removido en abril pasado.

Que Kast haya marcado lo que marcó en la VIII y la haya elegido para clavar sus banderas es un desafío frontal para su ex partido y para su líder. Pero ella asegura a La Tercera PM que cree que puso la mira ahí porque "ahí tiene parlamentarios que lo apoyan, como los evangélicos de RN, por lo que tiene un eventual bolsón de votos. Para nosotros no es una amenaza: en mi región tenemos un voto duro que es difícil que pueda permear. Tenemos un perfil similar, pero no igual, al suyo".

Al apostar por el Biobío Kast también amenaza los intereses de RN, que tiene allí cuatro diputados: Frank Sauerbaum, Leonidas Romero, Francesca Muñoz y Cristóbal Urruticoechea. Muñoz y Romero integran la denominada 'bancada evangélica', un grupo identificado como de riesgo en el oficialismo por ciertas posturas que tienden a confluir con las del ex UDI. Hasta ahora, el presidente de dicha tienda, Mario Desbordes, ha hablado en un tono bien distinto al de su par UDI, tratando de no criticar a Kast, y ha tolerado las distintas posturas de su bancada amparándose en la "diversidad".

Urruticoechea, en tanto, ha sido desde el comienzo muy cercano al líder de Acción Republicana, al punto que sus cercanos dieron por hecho la semana pasada que renunciaría a RN. Ello aún no ocurre.

En la IX la alusión es obvia: allí el senador oficialista es su sobrino y cuasi rival, Felipe Kast (Evopoli). Este marcó allí 10.523 votos en las primarias presidenciales y sacó algo más de 60 mil votos en las senatoriales. Su tío alcanzó poco más de 46 mil votos en la primera vuelta y es la zona donde mejor rindió.

Evópoli es el rival natural del incipiente Partido Republicano: se ubican en las antípodas de la derecha y el primero es muy reticente a que ingrese a Chile Vamos. Además del daño que hace rato acusa Felipe Kast por la confusión inherente al alcance de apellido, allí el partido eligió otra senadora arrastrada por el ex ministro (Carmen Gloria Aravena), aunque renunció hace poco. También tiene dos diputados (el ex intendente Andrés Molina y Sebastián Álvarez).

La UDI prácticamente no existe en la Araucanía. No tiene parlamentarios. RN tiene cuatro diputados: Diego Paulsen, Jorge Rathgeb, René Manuel García y Miguel Mellado.

Las otras dos zonas escogidas para tratar de legalizar al Partido Republicano siguen otras lógicas. De partida, en ambas Kast marcó mucho menos en la primera vuelta 2017. En la de O'Higgins solo sacó un 5,7% y en El Maule un 7,7%. Pero las necesita.

El Maule lo eligió para tener la tercera región contigua y además porque es la zona del diputado ex UDI Ignacio Urrutia, su único parlamentario hasta ahora (Distrito 40, Cauquenes). Por tanto, está llamado por Kast a hacer de cabeza de playa para el crecimiento y potencial expansión del colectivo en formación. Pero es también un desafío.

En esta zona, en el papel, la amenaza de Kast es contra un viejo rival suyo: el senador Juan Antonio Coloma Correa, el único de los cuatro "coroneles" originales -los otros tres son Jovino Novoa, Andrés Chadwick y Pablo Longueira- que sigue en el Congreso.

Los dos ya chocaron cuando el ex diputado militaba en la UDI y lo desafió dos veces, en las primeras elecciones a la presidencia que no fueron la mera nominación previamente consensuada que había imperado en lo que antaño Novoa y Longueira llamaban un "partido de amigos".  En ambas, Kast fracasó. Pero en adelante el partido dejó de ser uno donde se decidía su destino entre cuatro o cinco hombres y se popularizó la elección a dos bandas.

En la VII de Coloma la UDI tiene tres diputados (Pedro Pablo Álvarez-Salamanca, Celso Morales, Rolando Rentería) y tendría dos más si no fuera por la renuncia de Urrutia y porque Pablo Prieto nunca volvió a militar.

La región de O'Higgins, por último, le es atractiva porque allí se elegirán senadores el 2021. Fue elegida pese a que es un riesgo porque en Acción Republicana estiman que, además de la baja votación que alcanzó ahí, es un territorio agreste para recolectar firmas. Así lo vivieron, dicen, el 2017. Pero es un símbolo para Kast porque fue por donde el ministro del Interior, Andrés Chadwick Piñera, hizo sus 21 años de carrera en el Congreso, primero como diputado y luego como senador.

Sus redes siguen más que vigentes en hombres como el hoy imputado alcalde de Rancagua, Eduardo Soto. A su alero también comenzó en la UDI el diputado Javier Macaya. Este último fue alguna vez amigo de Kast, pero la brecha política terminó pesando más y hoy es un objetivo a batir para algunos colaboradores del ex gremialista.

Nadie lo ha recordado en público, pero entre  Chadwick  y el "en formación" -siguiendo la nomenclatura legal del Servel- Partido Republicano hay historia. Hay tema. Uno de sus firmantes "fundadores", Gonzalo Rojas Sànchez, se trenzó en un agrio intercambio de cartas en "El Mercurio" con él durante el 2012.

El número dos del Presidente tampoco llevó tanto mejor con Kast cuando éste fue secretario general del partido (2012-2014). Por entonces, éste solía bromear con que un viejo teléfono rojo que estaba en su oficina del segundo piso de la casona de la UDI era para hablar con el ministro del Interior. El aparato no tenía cable.

En la VI está el senador UDI Alejandro García-Huidobro y hay cuatro diputados: el mismo Macaya (que aspira a llegar al Senado), Issa Kort (que llegó a la Cámara gracias a una cadena de reemplazos cuando el 2011 Andrés Chadwick dejó el Senado por La Moneda), Ramón Barros -también muy cercano al hoy ministro, pero que tiene buenas relaciones con el "retador"- y Virginia Troncoso. RN solo tiene a Diego Schalper.

Si consigue legalizar su colectivo en la zona del Cachapoal, para Kast será un indicador de su fuerza inicial en esta tentativa. Su "hasta" es ir mucho más allá y lograr constituir su partido en todo el país. No sabe si lo logrará, pero de todos modos abrirá registros para recolectar firmas. De cuántos militantes reclute y en cuántas regiones se constituya dependerá si logra incentivar a que se pasen a su bando alcaldes, concejales y parlamentarios que hayan sido elegidos bajo otras banderas.

En la UDI creen que Kast no tendrá mayores problemas para legalizar su partido si ya logró más de 30 mil firmas de independientes el 2017. Ni siquiera, dicen, impartirán órdenes para dificultarle el trámite. Hasta dan por hecho algunas renuncias en zonas como la IX; otras voces dicen que esas bajas ya se produjeron para la primera vuelta. Pero advierten que de ahí en adelante no la tendrá fácil.

El líder "republicano", en todo caso, ya había renunciado a su objetivo inicial que tenía hasta hace unos meses: no apurarse en formar partido y aumentar la base de adherentes de Acción Republicana a 100 mil almas. Pero se le puso muy cuesta arriba, confiesan en su círculo, por el nivel de gasto que implicaba. Si constituye un partido, tendrá acceso a financiamiento estatal.

El ex UDI sabe que tendrá que mostrar resultados en su reclutamiento de militantes para luego sumar dirigentes, alcaldes y parlamentarios a sus filas. Su primera meta es conquistar algunas plazas en las municipales por la vía de participar en primarias contra contendores de Chile Vamos, o apoyar a nombres que no hayan renunciado pero con los que tenga cercanía.

Por ejemplo, tiene en la mira a Vitacura: ya una vez, cuentan en su equipo, encaró al alcalde RN Raúl Torrealba y lo criticó por seguir repostulando una y otra vez (tiene ese cargo desde 1996). Su idea es que le compita el concejal (aún UDI) Cristián Araya, hermano de su jefa de prensa, Carolina.

Otras comunas "Kast-Friendly" son La Reina, donde apoyó con todo al alcalde UDI José Manuel Palacios cuando éste comenzó a fomentar que sus vecinos se armaran para repeler asaltos y que practicaran en polígonos de tiro. También lo es San Bernardo, donde Nora Cuevas se declara su amiga y admiradora, pero al menos hasta hace unos días atrás -según confesaba a La Tercera PM-, no tenía en mente renunciar.

Van Rysselberghe, cuentan en la UDI, ya habló con ambos para asegurarse que no se pasarán al bando de su rival Kast, aunque admiten es un flanco que habrá de cuidar constantemente; todo puede cambiar. También hay posibles fugas de concejales. Pero llegado el tiempo de campaña, la presidenta gremialista y su equipo -anticipan en el colectivo- tendrá a mano la vieja herramienta de presionar a sus candidatos para que escojan si se sacarán la foto con Joaquín Lavín o con Kast.

Para la elección de gobernadores, el fundador de Acción Republicana tiene en mente alternativas como el ex diputado RN Jose Manuel "Rojo" Edwards para la IX: ambos la recorrieron la semana pasada. Pero ahí también está interesado el diputado RN Paulsen, quien tendría que dejar la Cámara en octubre para poder competir. Para las otras regiones -en las pares hay parlamentarias en dos años más- está haciendo casting.