Radiografía de la extrema derecha británica y su rol en la actual ola de violencia antiinmigración

Tiendas cerradas en medio de los desmanes provocados por las protestas antiinmigración en Manchester. Foto: Reuters
Tiendas cerradas en medio de los desmanes provocados por las protestas antiinmigración en Manchester. Foto: Reuters

Disturbios que han sido calificados como “terrorismo doméstico” han encendido a todo Reino Unido, luego de un triple asesinato que fue atribuido -falsamente- a un joven musulmán. Solo para esta noche ya se esperan 100 manifestaciones de extrema derecha y 30 contraprotestas.


Reino Unido, con Inglaterra e Irlanda del Norte en particular, ha estado viviendo esta semana una serie de disturbios y desordenes, ligados a grupos antiinmigrantes y de extrema derecha, luego de un asesinato de tres niñas en Southport. La violencia ha llevado a la quema de mezquitas, ataques contra comisarías, incendios en bibliotecas y vehículos policiales, además de grupos de personas lanzando objetos a los alojamientos que reciben demandantes de asilo.

Según el diario El País, plataformas de extrema derecha han convocado en torno a un centenar de movilizaciones para la noche de este miércoles por todo el territorio de Inglaterra, fundamentalmente frente a centros de atención a personas migrantes, unidades de apoyo y bufetes de abogados que dan servicio a solicitantes de asilo y refugiados. El primer recuento de la policía era de 30 concentraciones de protesta, pero a media tarde del miércoles la cifra creció hasta un centenar. Además, paralelamente grupos de activistas han organizado 40 actos de protesta contra los ultras y en defensa de la convivencia. Las autoridades han movilizado a cerca de 6.000 agentes del orden público, entre los que incluyen 2.000 antidisturbios.

De momento, el primer ministro laborista, Keir Starmer, ha hablado de “detener” toda esta violencia de extrema derecha en el país, pero como indica el Financial Times, ”la pregunta que debe responder el primer ministro no es cómo, sino quién”. Habiendo docenas de protestas ya planificadas para el fin de semana, cada vez es más difícil rastrear quiénes son los principales incitadores, en una extrema derecha hiperfragmentada y dirigida por “grupos liderados por personalidades”.

Desde la Universidad de Northampton, el profesor de historia del radicalismo y extremismo Paul Jackson explicó al medio británico que “en vez de una sola entidad a castigar o sancionar, hoy la policía enfrenta un adversario amorfo”. Habiendo encontrado una causa común en la tragedia de Southport, las redes sociales han permitido que estos grupos violentos se organicen espontáneamente.

Cordón policial en un hotel donde se recibía a migrantes en Rotherham. Foto: Reuters
Cordón policial en un hotel donde se recibía a migrantes en Rotherham. Foto: Reuters

Hasta el momento, el líder de mayor perfil en la extrema derecha británica vive en Chipre y se le conoce como “Tommy Robinson”, aunque su verdadero nombre es Stephen Yaxley-Lennon. Es actualmente uno de los personajes más mirados por la policía, por su supuesto rol en la diseminación de desinformación en las redes.

Robinson se hizo conocido entre los grupos de extrema derecha luego de fundar, en 2009, la Liga de Defensa de Inglaterra (EDL, por sus siglas en inglés), un grupo callejero conocido por su islamofobia, y alrededor del cual distintos hooligans se reunieron. Aun cuando se trata de un grupo “difunto”, ya que se fue dividiendo y dando vida a otros como los “Yorkshire Patriots”, todos los lazos y conexiones de su momento de alza, entre 2010 y 2013, están reapareciendo estos días.

A pesar de su “desaparición oficial”, ya que el mismo Robinson ha asegurado que la EDL no actúa más como tal, la secretaria de Interior Yvette Cooper estaría viendo cómo hacer para proscribir al grupo. En su tiempo la organización estaba en la extrema derecha de la política británica, asegurando que los musulmanes “nunca podrán ser verdaderos ingleses”, además de considerar el Islam una “amenaza a los valores europeos”.

Robinson, aún desde Chipre, sigue de cerca lo que ocurre en su país natal y recientemente tuiteó en X: “Estos desmanes están siendo alimentados por residentes locales. Nada de esto tiene que ver con la EDL, que cerró definitivamente hace una década”.

Una van policial afuera de la Oficina de Migración de Waltham Forest, donde se puso una barrera para evitar los desmanes en Londres. Foto: Reuters
Una van policial afuera de la Oficina de Migración de Waltham Forest, donde se puso una barrera para evitar los desmanes en Londres. Foto: Reuters

De la televisión a YouTube, Laurence Fox es uno de los grandes influencers de la extrema derecha británica: habiendo conocido cierta fama a causa de su papel en la serie Lewis, se pasó a la política fundando el partido Reclaim, para “reclamar los valores de nuestra nación, que ahora mismo están en riesgo”.

Fox ha asegurado haberse “radicalizado totalmente” en YouTube, queriendo tomar parte en una cruzada contra todo lo que sea “la cultura woke y la corrección política”. Despedido el año pasado del canal de televisión GB News, Fox se ha ido desplazando cada vez más hacia la derecha, apareciendo en redes con Robinson, a quien considera amigo suyo. Ha compartido información falsa sobre la tragedia de Southport con sus 535 mil seguidores en X y ha dicho: “Necesitamos eliminar permanentemente el Islam de Gran Bretaña”. Entre sus declaraciones, ha asegurado también que todo esto es “una guerra”, y que “por décadas las niñas británicas han sido violadas por estos migrantes bárbaros”.

Como antecedente a todos los grupos de extrema derecha está el antiguo British National Party (BNP), que aun cuando sigue activo, tuvo su momento de gloria en la década de los 2000. Más reciente y nacido de este, la Alternativa Patriótica, liderada por el activista Mark Collet, ha visto más prominencia al interior de los “grupúsculos” radicales y supremacistas de Reino Unido.

Uno de sus líderes, Samuel Melia, fue encarcelado en marzo de este año, luego de que se le encontrara culpable de incitar el odio racial. Organizando campañas contra los migrantes y sosteniendo una retórica de “orgullo blanco”, esta vez el grupo ha mantenido un “perfil bajo” durante los desordenes de esta semana. Esto, quizás, temiendo que se produzcan llamados para su proscripción.

Ofrendas florales en memoria de las víctimas del ataque de Southport. Foto: Reuters
Ofrendas florales en memoria de las víctimas del ataque de Southport. Foto: Reuters

Los desmanes, que ya afectan a Reino Unido casi durante una semana, empezaron por un asesinato y una mentira: un joven de 17 años entró a una clase de baile con música de Taylor Swift, y dio muerte a tres niñas, además de intentar asesinar a otras 10. De inmediato las redes sociales empezaron a hablar de un “musulmán migrante”, y de tanta publicidad, al final la Corte de Liverpool terminó dando a conocer el nombre del acusado, aun cuando era menor de edad.

Se trataba de Axel Rudakubana, un joven nacido en Cardiff y cuyos padres venían de Ruanda. Respecto a su religión, no había ninguna mención al Islam. A pesar de esta revelación, siguieron dando vueltas referencias a nombres falsos del asesino, y uno de esos nombres llegó a ser uno de los más consultados en Twitter durante un día.

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