Resaca por trasnoche de pensiones: un tercio de los senadores opositores se desmarcó del acuerdo previsional
Siete legisladores de derecha votaron en contra, en general, del proyecto; cinco de ellos de Chile Vamos que, en teoría, “estaban dentro” del acuerdo. Además, en señal de rebeldía, Ximena Rincón (Demócratas) no quiso votar y Juan Castro (socialcristiano) no alcanzó a llegar a la sesión, aunque su colectividad igualmente estaba en contra.
Al final del punto de prensa, cerca de la una de la mañana, el senador y presidente de RN, Rodrigo Galilea, no aceptó responder preguntas y se retiró silente y visiblemente cansado, tras una larga jornada de votaciones en la que el Senado logró despachar la reforma de pensiones.
A pesar de haber sido un negociador clave en el acuerdo por pensiones -de hecho, a juicio del gobierno fue el más proactivo para encontrar fórmulas que destrabaran las conversaciones-, el mayor desmarque se evidenció en su propia bancada.
Las votaciones mostraron que las tensiones -por las concesiones que se hicieron en las tratativas- golpearon con mayor fuerza al bloque opositor, ya que el oficialismo y la DC, a pesar de sus propios ruidos internos, finalmente se alinearon para aprobar la idea de legislar. En la izquierda solo hubo una ausencia, por enfermedad: Fabiola Campillai (independiente).
En la derecha admiten que el pacto de pensiones fue más difícil de digerir para el sector, aun cuando sus negociadores habían logrado doblegar al oficialismo en su ánimo de terminar con las AFP.
Agendas personales, razones electorales, decisiones en las que pesó más lo ideológico que el pragmatismo, la presión de las redes sociales, las críticas de republicanos y socialcristianos y la falta de comunicación fueron algunos de los factores que pesaron, según coinciden legisladores y ministros de gobierno.
De hecho, fueron siete legisladores opositores que votaron, en general, en contra del proyecto, cinco de ellos de Chile Vamos, que, en teoría, “estaban dentro” del acuerdo.
De los 10 integrantes del comité de senadores RN-independientes, cuatro rechazaron la idea de legislar: Carlos Kuschel (RN), María José Gatica (RN) y Alejandro Kusanovic (ind. RN), además de Kenneth Pugh (ind.-RN), quien mantuvo en suspenso su voto y marcó al final su opción.
En la UDI, en tanto, la sorpresa fue el senador por Arica, José Durana, quien estaba en duda y ayer a la hora del almuerzo no pudo ser persuadido por sus pares para que votara a favor o al menos se ausentara de la votación. Él se negó y rechazó la idea de legislar.
Carmen Gloria Aravena (republicana) y Rojo Edwards (socialcristiano) fueron los otros rechazos. Sin embargo, ni los republicanos, ni los socialcristianos ni los demócratas pactaron con el Ejecutivo.
Además, en señal de rebeldía, la senadora Ximena Rincón (Demócratas) no quiso votar, a pesar de que intervino en el debate y marcó asistencia. Por su parte, Juan Castro (socialcristiano) no alcanzó a llegar a la sesión, aunque su colectividad igualmente estaba en contra.
Los nueve desmarques opositores -que puede ser una señal preocupante para la votación que se realizará este miércoles en la Cámara de Diputados- no eran una cifra menor: equivalen exactamente a un tercio de los 27 representantes de oposición en el Senado.
Incluso, si bien la idea de legislar se aprobó con holgura -40 votos a favor-, en la discusión en particular ese piso no fue constante. Por ejemplo, el articulado que modificaba los multifondos previsionales solo contó con 33 apoyos. El RN Rafael Prohens se ausentó exclusivamente en ese punto, mientras que el independiente Evópoli Sebastián Keitel solo participó de la primera votación y luego se retiró del Congreso.
Eco de cosas falsas
Sin embargo, el desfonde de los independientes-RN aparentemente fue un trago amargo para el senador Galilea, quien en su discurso en la Sala, lamentó especialmente que algunos de su sector hayan cedido a las presiones externas y hayan caído en desinformaciones respecto del acuerdo.
“En las campañas que hemos visto profusamente en las redes sociales, y también hay algunos discursos acá que se han hecho eco de ello, se dicen cosas que son enteramente erradas o falsas... Otros dicen que habría reparto. Yo no lo sé, yo no sé a qué se refiere, si se refieren al seguro social o si se refieren a esto que denominamos coloquialmente ‘préstamo’ que, en verdad, es inversión. ¿A qué se refieren? Si se refieren al 1,5, en ningún país del mundo, en que haya un reparto, se garantiza con un bono, un bono que gana intereses, que se deposita en un depósito de valores, que se paga en una fecha determinada, que además es heredable. O sea, es confundir mucho, mucho las cosas. Y es frustrante que gente que dice que quiere aportar al proyecto, busque confundir las cosas”, dijo
“En todas estas discusiones siempre va a ser más fácil sembrar miedos en vez de sembrar seguridad. Y quienes hacen eso en política deberán reflexionar. Es mucho más fácil sembrar desconfianzas que sembrar confianza. Y quiero decir que todos quienes hemos trabajado en esto durante ya muchísimo tiempo hemos dedicado el mejor de nuestros esfuerzos para generar seguridades y generar confianzas. Y esperamos que todos de hoy en adelante se suban a ese mismo camino. Es demasiado importante para lo que políticamente viene en el país... Este día será recordado como un día en que todos los sectores, amplios sectores políticos del país, volvieron a ponerse de acuerdo en generar políticas sensatas, políticas responsables, políticas que de verdad van a hacer una diferencia en mejorar la vida de nuestros adultos mayores”, concluyó Galilea.
El senador y presidente de la Comisión de Trabajo, Juan Antonio Coloma (UDI), otro de los artífices del acuerdo junto a los legisladores Evópoli Luciano Cruz-Coke y Felipe Kast (presidente de la Comisión de Hacienda), fue el último en intervenir antes de la votación en general. En sus palabras también intentó convencer a sus pares de oposición, pero a esas alturas los disidentes ya tenían clara su decisión.
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