Rodrigo Arenas, diputado de la Asamblea Nacional francesa: “Es posible que el proyecto de Macron precisamente sea que la extrema derecha gane”

Rodrigo Arenas, diputado de la Asamblea Nacional de Francia. Foto: Archivo

Recién reelecto, el parlamentario franco-chileno de La Francia Insumisa comenta lo que está en juego en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de este domingo, donde la extrema derecha parece estar a las puertas del poder, y Jordan Bardella se muestra listo para ocupar el Palacio de Matignon.


Aunque compitió por la décima circunscripción de París, Rodrigo Arenas se estaba preparando para irse a Chalon-sur-Saône, una pequeña ciudad entre Dijon y Lyon, para apoyar en un evento de otro candidato del Nuevo Frente Popular (NFP): “Son las ventajas de ganar en primera vuelta”, dice el parlamentario de La Francia Insumisa.

Con el 50,06% de los votos, el franco-chileno Rodrigo Arenas fue reelecto como diputado de la Asamblea Nacional, por la coalición de izquierda que compite en las elecciones legislativas francesas, que este domingo tienen su balotaje. Junto a él, 75 otros diputados fueron elegidos el domingo 1, pues consiguieron el 50%+1 de los votos: 39 de Agrupación Nacional, 32 del NFP y solo dos de Juntos, la alianza macronista.

Este domingo 7, para definir el resto de los 577 diputados, hay una combinación de “duelos” y “triangulares” en la que se decide si la extrema derecha llega o no al poder: 149 duelos entre un candidato de Agrupación Nacional contra uno del NFP, 129 duelos de la extrema derecha contra el campo presidencial, y 69 triangulares en que compiten las grandes coaliciones.

En entrevista con La Tercera, el diputado Arenas comenta lo que está en juego en estas elecciones, donde la extrema derecha parece estar a las puertas del poder, y Jordan Bardella se muestra listo para ocupar el Palacio de Matignon, sede del gobierno del primer ministro francés.

Carteles electorales del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional con fotografías de sus líderes Marine Le Pen y Jordan Bardella se ven cerca de la colectividad, en París, el 5 de julio de 2024. Foto: Reuters

¿Cómo recibió la noticia de su victoria en la primera vuelta? ¿Y cómo lo ve en el contexto de los resultados más amplios que hubo el domingo pasado?

Cuando uno gana una elección, en particular en la primera vuelta, en un territorio en el cual nunca nadie había logrado hacerlo, muestra que el trabajo que se hizo fue de calidad, que permitió que yo encarnara el Frente Popular, más allá de las organizaciones políticas, porque a pesar de ser de La Francia Insumisa, tuve el apoyo de todo el mundo. Y el apoyo no es solamente un apoyo de poner fotos, sino con militantes socialistas, comunistas, ecologistas, y muchos ciudadanos también, que llegaron de manera voluntaria, espontánea, y que incorporamos en la campaña.

La victoria que yo tengo no es una victoria personal, es una victoria colectiva, y la gran enseñanza que tengo es que primero y antes que todo es la victoria de la juventud.

¿Cuál es su opinión sobre el adelanto de las legislativas? ¿Era necesario que Emmanuel Macron lo hiciera? ¿Qué hizo Macron cuando ocurrió eso?

Bueno, Macron hizo lo que hace desde hace siete años: puso en acción la realización electoral de banalizar el ascenso de la extrema derecha. Eso es lo que hizo.

Cuando él hacía sus leyes, sus reformas sobre libertades públicas, sobre el asunto de la inmigración, sobre el tratamiento de la escuela pública, sobre el tratamiento de la salud, no hace más que poner en acción ideas que tradicionalmente en este país son ideales de la extrema derecha. Entonces, cuando él pierde las elecciones europeas, lo que hace no es castigarse a él mismo por su fracaso, sino que castiga a la Asamblea Nacional, porque finalmente Macron responde a esa corriente ideológica francesa que consiste en decir que hay que castigar a la democracia cuando la democracia “no vota bien”. Es el lema que dicen algunos en Francia, que “hay que disolver el pueblo”.

Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha francés Agrupación Nacional, llega a la sede de la colectividad en París, el 1 de julio de 2024. Foto: Reuters

Y concretamente, lo que nunca esperó, porque le falló el tiro, fue que la izquierda tuviera esa cultura de unión y de alianza que pasa por encima de los intereses partisanos. La izquierda en Francia siempre pagó el tributo de salvar a la democracia y sobre todo salvar a la República.

Porque de eso estamos hablando. Estamos hablando de salvar los valores de la República. Porque es la izquierda francesa que está pagando el tributo mayor en términos de desistirse en la segunda vuelta cuando llega tercera. La gran mayoría de las circunscripciones en las que la izquierda retira sus candidatos es mayor a la gente de la derecha y de Macron.

No somos nosotros los que facilitan a la extrema derecha. Siempre pagamos el tributo. Incluso pagamos el tributo físicamente cuando el fascismo llega al poder.

Durante estas últimas dos elecciones, ha sido siempre la idea de la “represa republicana” y siempre han sido los partidos de la izquierda que se han puesto a votar por Macron sistemáticamente para detener a Marine Le Pen.

Exactamente. Yo, por ejemplo, en 2022, cuando Macron fue a la elección, llamé a votar por él en la segunda vuelta en París. Concretamente, él no tomó en cuenta que fue elegido también con los votos de la izquierda, incluso de La Francia Insumisa. Bueno, no respeta ese pacto republicano, esa responsabilidad que tiene que representar más allá de su partido.

Macron ya no es ese personaje histórico que trata él de construir. Va a ser un presidente del fracaso y del caos. Eso es lo que va a quedar en la historia completamente, lo que acaba de ser.

Porque no gobernó por él, sino por los partidos. Gobernó sin tomar en cuenta la gente que permitió que él llegue a la presencia de la República a cada una de sus elecciones. Porque a cada una de sus elecciones, la mitad de los votos no son de él, sino que fueron nuestros.

Marine le Pen, líder de Agrupación Nacional, llega a la sede del partido de extrema derecha, en París, el 1 de julio de 2024. Foto: Reuters

Agrupación Nacional ha estado proponiendo, entre otras cosas, impedir a los binacionales el acceso a ciertos empleos en el gobierno o en el servicio público. Usted, en tanto franco-chileno, ¿cómo ve eso?

Yo soy binacional, sí. Cuando tú naces en Chile no pierdes la nacionalidad. Entonces, lo quiera o no, sigo siendo chileno y francés. Pero ejerzo un mandato francés porque, bueno, Francia es un país cosmopolita.

Concretamente con esa medida, a Jordan Bardella se le cayó la máscara, y causó una moción muy grande en este país. Hay muchos binacionales que ejercen puestos de responsabilidad a todos los niveles de la sociedad, hasta el más alto nivel. Y en ese sentido mostró que Agrupación Nacional lo único que tiene es un proyecto racista, xenofóbico, y que además no corresponde al movimiento del mundo

De maneras muy concreta, con Agrupación Nacional, Nicolás Sarkozy, que no es mi amigo político, nunca hubiera podido gobernar porque él nació en Hungría.

Entonces es un problema ideológico que tienen. Es una visión del mundo que tienen. Y es una visión de la fraternidad. Nosotros pensamos que todos los franceses son iguales desde el punto de vista de la ley y del derecho, y que no se le miran los orígenes, sino la capacidad en ejercer una función.

Esa máscara cayó porque muestra que no saben que en este país hay mucha gente, mucha gente que son franceses como yo. Como muchos otros. Pero que no negamos tampoco nuestra biculturalidad.

Al respecto, también quería preguntarle, ¿qué es lo más probable que ocurra en los dos casos? ¿Agrupación Nacional ganando la mayoría absoluta o la relativa?

Lo más probable es que no tengan la mayoría absoluta. Eso es lo más probable, porque las alianzas son fuertes. Si llegan a tener la mayoría absoluta, bueno, normalmente en la República van a gobernar.

Y nosotros vamos a resistir. Pero no es la primera vez que lo hacemos. En Francia, tradicionalmente, de manera secular, los republicanos siempre se unieron, incluso en los momentos de restauración del rey. Bueno, ya la República ganó. Estamos en la Quinta República.

El presidente francés, Emmanuel Macron, abandona una cabina de votación mientras visita un colegio electoral en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias anticipadas, en Le Touquet-Paris-Plage, el 30 de junio de 2024. Foto: Reuters

Entonces, eso es lo que va a pasar. Yo creo, sinceramente, que la alianza que proponemos y la mano tendida que le damos incluso a la derecha, a los macronistas, va a ser en medida de crear un movimiento en la sociedad, un movimiento electoral, que sea más fuerte que las diferencias que nos separan y que nos separaron. Ahora, la hipótesis va a ser cómo vamos a lograr a gobernar, tomando en cuenta que nosotros tenemos un programa que lo queremos aplicar, y Macron tiene otro programa que lo quiere aplicar.

Entonces, ahí va a haber una discusión. Vamos a ver qué va a pasar. No va a ser la primera vez que en este país hay cohabitación.

Yo creo que lo más razonable sería que, visto que es el Nuevo Frente Popular que va a tener la cantidad más grande de diputados en la Asamblea Nacional, independientemente de la extrema derecha, lo que es más razonable es que Macron nombre un gobierno del Nuevo Frente Popular y que nos cree las condiciones de gobernar, como nosotros creamos las condiciones para que él gobernara en 2022, teniendo una mayoría relativa. Eso sería ser demócrata.

Ahora, lo que va a pasar en realidad es que vamos a ver que es posible que el proyecto de Macron precisamente sea que la extrema derecha gane, porque hubo una indiscreción en un periódico que se llama Le Parisien, que dice que Macron prefiere que Marine Le Pen gobierne ahora para que no gane la elección presidencial de 2027. Y nosotros pensamos que nunca jamás hay que entregarle el gobierno y ningún espacio posible a la extrema derecha, porque no son republicanos, no son demócratas y son violentos.

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