Boris Johnson se aferra al poder pese a presión de su gabinete para que renuncie
El primer ministro británico se encuentra en la cuerda floja a medida que aumentan las dimisiones en el gobierno. Pese a que una delegación de ministros se reunió con él para pedir su salida, Johnson desafió al Partido Conservador a que lo eche de Downing Street. “No voy a renunciar. Lo último que necesita este país son elecciones”, aseguró.
El primer ministro británico, Boris Johnson, desafió el miércoles las presiones de sus ministros y la creciente rebelión de su partido para que renuncie, prometiendo seguir en el cargo y luchar contra cualquier intento de destitución debido a los “problemas sumamente importantes que enfrenta el país”. El gobernante conservador se encuentra cada vez más solo y su liderazgo pende de un hilo.
Si bien en su comparecencia en la Cámara de los Comunes se comprometió a seguir luchando contra las voces que suenan cada vez más fuerte pidiendo su renuncia, fue recibido con desprecio y no ha logrado convencer a sus pares conservadores que se siguen apartando del 10 de Downing Street y ya van más de 40 los que han presentado su dimisión.
Se trata de la mayor cantidad de renuncias ministeriales en 24 horas desde 1932, cuando 11 ministros renunciaron en protesta por un acuerdo de libre comercio, según indicó el diario The Daily Telegraph. Por redes sociales, los expertos señalaban que los funcionarios se encontraban en la encrucijada de seguir en sus puestos ante un liderazgo que ya no respetaban o irse abandonando sus deberes frente al país.
Johnson descartó durante un encuentro en una comisión parlamentaria realizar elecciones generales anticipadas. Cuando se le preguntó si disolverá el Parlamento si hay un movimiento en su contra, respondió: “No voy a renunciar. Lo último que necesita este país son elecciones”.
Uno de los que encabezan esta rebelión contra el mandatario es el exministro de Salud, Sajid Javid, quien en su intervención en la Cámara de los Comunes instó a los ministros del gabinete a retirarse y derrocar a Johnson, advirtiéndoles que el primer ministro corre el riesgo de empañar a los conservadores durante una generación si permanece en el poder.
El exsecretario de Salud, que renunció el martes por el manejo del escándalo de Chris Pincher por parte del primer ministro, les dijo a quienes aún apoyan al gobierno que “no hacer algo es una decisión activa”. “Esta semana nuevamente tenemos motivos para cuestionar la verdad y la integridad de lo que nos han dicho a todos. En algún momento tenemos que concluir que ya es suficiente”, dijo a los parlamentarios.
Otro que se acercó hasta Johnson para decirle que renuncie fue el secretario de mayor peso en el gabinete, Michael Gove, informó el editor político adjunto de The Daily Mail. Gove fue quien torpedeó la oferta de liderazgo de Johnson en 2016, antes de que aceptara trabajar en su gobierno cuando el exalcalde de Londres se convirtió en primer ministro en 2019. Gove no participó de la sesión en la Cámara de los Comunes y posteriormente fue despedido por Johnson mediante una llamada telefónica.
La rebelión no terminó ahí. Una delegación de ministros del gabinete le habría pedido directamente al primer ministro que renuncie, entre ellos se encontraba quien el martes fue nombrado ministro del Tesoro, Nadhim Zahawi y también el jefe de bancada, Chris Heaton-Harris. También el secretario de Transporte, Grant Shapps; el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Brandon Lewis y el secretario de Estado para Gales, Simon Hart, quien en la noche presentó su renuncia. El canal Sky News informó que la secretaria del Interior, Priti Patel, y la secretaria de Comercio, Anne-Marie Trevelyan, también se encontraban en el 10 de Downing Street cuando le habrían pedido la dimisión a Johnson.
La crisis se desató el miércoles de la semana pasada, producto del escándalo sexual de Chris Pincher, un diputado prácticamente desconocido para la opinión pública que, según testigos, “toqueteó” a dos hombres en el exclusivo Carlton Club. Posteriormente, se conoció que más de una docena de varones, entre los que se encuentran muchos conservadores, denunciaron que en la última década también fueron víctimas de comportamientos inapropiados por parte del acusado. Se trata del cuarto escándalo sexual en el que miembros del Partido Conservador se han visto involucrados en dos meses.
Si bien el parlamentario pidió perdón, fue suspendido de la colectividad y señaló que se encuentra buscando apoyo médico profesional, no fue suficiente para contener la crisis. Esto, debido al manejo de Johnson ante el escándalo. Primero, el gobierno insistió en que el premier no estaba al tanto de ninguna acusación de mala conducta contra Pincher. Sin embargo, el lunes, un portavoz admitió que Johnson sí conocía las especulaciones, pero insistió en que no había base para bloquear su nombramiento como responsable de disciplina de los conservadores.
Ante esto, dos de las figuras más fuertes del gabinete y quienes habían respaldado públicamente a Johnson durante los meses de escándalo por la conducta de su gobierno y por un informe condenatorio sobre las fiestas en su despacho y residencia de Downing Street -que infringieron las estrictas normas de confinamiento por el Covid-19-, presentaron su renuncia este martes. Se trata del ministro del Tesoro, Rishi Sunak -considerado durante mucho tiempo como el favorito para suceder al premier- y el titular de la cartera de Salud, Sajid Javid.
Las posibilidades de sobrevivencia en el corto plazo de Johnson fueron impulsadas por el viceprimer ministro Dominic Raab, la secretaria de Relaciones Exteriores Liz Truss, la secretaria del Interior Priti Patel, el secretario de Defensa Ben Wallace y la secretaria de Trabajo y Pensiones Therese Coffey, quienes declararon que no renunciarán. Sin embargo, a medida que transcurría el día fueron aumentando las renuncias.
La maquinaria para que Johnson deje el poder comenzó a moverse rápidamente hoy. Desde hace algún tiempo existe un grupo de parlamentarios conservadores que quieren que el premier renuncie al cargo y están presionando para cambiar las reglas del partido con el fin de forzar un nuevo voto de censura al gobernante. Esto, pese a que el primer ministro ganó el desafío sobre su liderazgo el mes pasado, que le otorgó 12 meses de inmunidad de otro voto, según las reglas actuales, que señalan que si más del 50% de todos los parlamentarios conservadores (actualmente 180 parlamentarios) votan a favor del premier, este puede permanecer como líder del partido y primer ministro y no se puede generar una nueva votación en un año.
La prensa británica especulaba que es probable que este grupo de rebeldes intente asegurar puestos clave en el Comité 1922, el poderoso organismo “tory” a cargo de los desafíos por el liderazgo, en una batalla con los leales al primer ministro. Si obtienen una mayoría en el Ejecutivo de 18 miembros del comité, podrán forzar el cambio de reglas que desean. Finalmente, tras una breve reunión, el comité decidió no cambiar las reglas para permitir un segundo voto de censura a Johnson. En cambio, las elecciones ejecutivas de 1922 se llevarán a cabo el lunes, en las que los 18 lugares en el ejecutivo conservador estarán en juego. Se espera que éstas sean cambiadas con posterioridad.
La expremier Theresa May ganó un voto de confianza con una mayoría de 83 en diciembre de 2018, pero posteriormente se vio obligada a anunciar un calendario para su partida bajo la amenaza de un cambio de reglas y una nueva votación. Ella había estado bajo presión para decir que se iría, lo que finalmente se produjo después de un desastroso resultado de las elecciones al Parlamento Europeo para los “tories” en mayo de 2019. Johnson también podría sobrevivir al voto de confianza inicial, pero su posición a largo plazo no es segura.
Si Johnson pierde el voto de confianza entre los parlamentarios conservadores, no podrá volver a presentarse a la contienda por el liderazgo “tory” que continúa.
El rol de Zahawi
La prensa especulaba hoy que Johnson al nombrar a Nadhim Zahawi como ministro del Tesoro, podría haber designado a su sucesor al mismo tiempo. Una jugada que según la prensa habría estado planeando por meses. El diario The Times, en su edición de hoy, señaló habría estado preparando un plan con otros parlamentarios conservadores para ser primer ministro.
The Daily Telegraph señala que el rumor en torno Zahawi como posible futuro líder, comenzó cuando fue nombrado ministro de Despliegue de Vacunas durante la pandemia del Covid-19.
No solo era el hombre que regularmente traía buenas noticias al público, sino que demostró ser un actor consumado de los medios que se ganó el respeto de sus colegas a través de su capacidad para manejar preguntas difíciles sobre suministros de vacunas irregulares, indicó el periódico.
Le valió un ascenso a secretario de Educación, y si impresiona a la base conservadora en su nuevo trabajo como “Chancellor” aumentaría sus probabilidades para que sea el sucesor de Johnson.
Ha tenido un buen comienzo al hablar de la necesidad de recortes de impuestos, al señalar en su primer día de trabajo: “Voy a ver todo. Nada está fuera de la mesa. Quiero asegurarme de que seamos tan competitivos como podamos mientras mantenemos la disciplina fiscal”.
En particular, insinuó que podría desechar el aumento del impuesto de sociedades planeado para el próximo abril, diciendo: “Cuando los directorios invierten, las empresas invierten, invierten a largo plazo y comparan las tasas del impuesto de sociedades… Así que miraré todo”.
También se comprometió a “frenar la inflación” y admitió que 2023 va a ser “realmente difícil” mientras el gobierno intenta “reconstruir la economía y volver al crecimiento”.
Zahawi es un defensor del capitalismo y les dijo a sus colegas en 2016 que “gracias a la expansión del capitalismo, el mundo se ha vuelto mejor, más seguro y más libre que nunca. Todos debemos comenzar a defender el capitalismo, en voz alta y con confianza, porque esta es una batalla que nadie puede permitirse perder”.
Al año siguiente, instó al entonces secretario del Tesoro Philip Hammond a reducir los impuestos para los jóvenes y dijo: “Los conservadores deberían ser el partido de la seguridad. Seguridad física, seguridad económica y también seguridad financiera. Necesitamos hacer más para ayudar a los jóvenes a compartir esa seguridad. ¿Por qué no recortar sus impuestos?”.
Como empresario que inició con éxito su propio negocio, la firma de encuestas YouGov, Zahawi tiene credenciales conservadoras impecables, indicó el diario británico.
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