Se recicló como enfermero: Dionisio Polanco, el único juez destituido por el artículo 80 de la Constitución
El Presidente Frei lo expulsó luego que "se recomendara su traslado de jurisdicción, al comprobársele actuaciones libidinosas y notable abandono de sus funciones".
El miércoles 7 de julio de 1999, el entonces diputado PS, Pedro Muñoz, tomó la palabra en la sesión del Congreso para revisar la grave crisis que atravesaba el Poder Judicial. Habló "del juez del Cuarto Juzgado de Letras de Punta Arenas, Dionisio Polanco Carreño, quien fuera sancionado con una medida de suspensión de 30 días y se recomendara su traslado de jurisdicción, al comprobársele actuaciones libidinosas y notable abandono de sus funciones".
El parlamentario aludió, en la misma intervención, al traslado a la misma región del juez "Víctor Bergamín Salinas de Nueva Imperial, quien, sirviendo en un tribunal de la Novena Región, fue sancionado tras una investigación que estableció que ingresó a deshora a la sección menores de la cárcel local, en la cual permaneció hasta avanzadas horas de la madrugada con un grupo de adolescentes, a los que, sin razón aparente, inspeccionó, tras pedir que los desnudaran".
Y concluyó que en el caso de Polanco Carreño su "Excelencia el Presidente de la República, ante hechos tan graves, ha pedido la destitución de este juez".
Dos días después, el pleno de la Corte Suprema ordenó, a raíz de la solicitud de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, la expulsión de Polanco Carreño por el inciso tercero el Artículo 80 de la Constitución, el que hoy nuevamente fue mencionado luego de que el máximo tribunal analizara la eventual remoción de los jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua Emilio Elgueta, Marcelo Vásquez y Marcelo Albornoz. Finalmente, se desestimó la petición realizada por miembros del pleno, pero resurgió ese olvidado procedimiento que permite que "la Corte Suprema, por requerimiento del Presidente de la República, a solicitud de parte interesada, o de oficio, podrá declarar que los jueces no han tenido buen comportamiento y, previo informe del inculpado y de la Corte de Apelaciones respectiva, en su caso, acordar su remoción por la mayoría del total de sus componentes. Estos acuerdos se comunicarán al Presidente de la República para su cumplimiento".
Polanco Carreño, tras su abrupta salida de Punta Arenas, encontró un camino en su segunda carrera, la enfermería, llegando a ser dirigente gremial de Valparaíso, región de la que era oriundo y a la que retornó tras el escándalo en el sur. Falleció en noviembre de 2017 y en su honor el Colegio Regional de Enfermería instauró un premio. Bergamín Salinas, el otro juez mencionado por Muñoz, continuó con su carrera en el Poder Judicial.
Discriminación sexual
"Tengo entendido, por la época en que se dio todo esto, que lo suyo fue más bien un tema de discriminación sexual. No había pruebas concretas contra él, más bien rumores. Mire, él siempre muy cerrado, era extremadamente religioso y tenía, dentro de la orden franciscana a la que pertenecía, un voto de castidad, de celibato y de pobreza. Su madre era mayor y él era muy unido a ella. Yo creo que para no ocasionarle un dolor a la madre, él mantuvo reserva de que esto fue un tema de discriminación porque el gremio de los abogados siempre ha sido muy conservador", asegura una amiga cercana del ex juez y compañera de Polanco Carreño en el mundo de la Enfermería.
Detalla que el abogado era muy discreto sobre su pasado, pero que en una ocasión, en una de las varias universidades en que dictó cátedra de Ética en la enfermería, fue consultado por el asunto. "Él dijo la verdad: que había sido absuelto y sobreseído. Él analizó incluso demandar al Estado, porque fue destituido sin tener un debido proceso y sus amistades de allá (Punta Arenas) sabían que lo suyo fue para tapar a otras personas en la región. Yo estuve el año pasado allá y conversé con una jueza que recordaba el caso. Los otros jueces estaban en contra de estas medidas y le pidieron hacer una acción legal, pero él pensó en su madre y sus hermanos", plantea.
La profesional comenta que Polanco Carreño "nunca perdió los lazos con la enfermería ni siquiera cuando fue juez. De hecho, nunca se colegió con los abogados, siguió con nosotros, con sus cuotas siempre al día. Cuando le pasó esto lamentable, él abrió una oficina independiente acá, pero combinó ambas profesiones y dedicó la mayor parte de su tiempo a la enfermería".
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