Sobreexposición y desgaste: el íntimo análisis de Tohá en sus semanas más duras y la contención socialista

“Entre que me bajo del auto, entro a La Moneda y llego a mi oficina, ya me informaron de varios muertos”.

La frase la dijo esta mañana la ministra del Interior, Carolina Tohá, ante los senadores socialistas que la visitaron en La Moneda y dio cuenta -en parte- del complejo momento que atraviesa su gestión ante la crisis de seguridad que se ha agudizado en las últimas semanas. Por lo mismo, el gesto de los socialistas no fue casual: buscó respaldar su gestión y dar una señal de apoyo a quien -consideran- ha sido una de las figuras del gobierno que ha pagado más costos.

La cita, a la que asistieron Alfonso de Urresti, Gastón Saavedra, José Miguel Insulza, Isabel Allende y Álvaro Elizalde, ocurrió justamente luego de que se conociera -en la última versión de la encuesta Plaza Pública Cadem- que la aprobación de ministra tuvo una caída estrepitosa de 17 puntos respecto de la medición de marzo, pasando del 59% a un 42%, a poco más de una semana de que asesinaran al cabo Daniel Palma en medio de un procedimiento policial.

“Esta es la primera vez que -en términos de la relación del gobierno- hay una ministra que cumple su función, que contiene una crisis, que asume los costos políticos y que estos no se traspasan al Presidente. Eso no había pasado antes”, explicó el gerente general de Cadem, Roberto Izikson.

La mirada del analista es compartida por los socialistas, quienes, según presentes, le manifestaron su inqulietud a Tohá por la sobreexposición que ha enfrentado y, asimismo, por los costos que ha pagado al liderar la contención de la crisis.ley Nain-Retamal

Un diagnóstico que, de acuerdo a fuentes de gobierno, también es compartido por Tohá. Quienes han conversado con la ministra en las últimas horas aseguran que no se sorprendió con las cifras de las encuestas. Al revés, a la titular de Interior le parecía evidente que su alta exposición -que se agudizó tras el asesinato a la sargento Rita Olivares, el pasado 26 de marzo- sumado al desgaste que sus gestiones políticas implicaron en el proceso legislativo de la denominada Ley Nain-Retamal, le iban a pasar la cuenta. “Ella toma nota”, dicen en su entorno.

Esas semanas no fueron fáciles para la militante PPD. Fue la primera autoridad del gobierno en acudir a los centros hospitalarios donde fallecieron Olivares y el cabo Palma y luego asumió la estrategia legislativa -junto al ministro de Justicia, Luis Cordero- de una iniciativa que dividió al oficialismo y en que se le acusó de haber sido errática pidiendo aprobar en primer trámite una redacción que en realidad el gobierno no compartía.

Esa tramitación le trajo costos en particular con el Frente Amplio y el PC, a quienes sindicó como un sector que carga con una desconfianza de larga data respecto del apoyo a Carabineros de Chile. Un capítulo aparte fueron las tensiones que provocó en el mismo comité político por la forma en que negoció con ambas cámaras del Congreso el acuerdo legislativo para priorizar 31 iniciativas y que se anunció el viernes pasado. Entre los ministros de La Moneda se le recriminó que no hubiese involucrado a otras carteras en la negociación y que hubiese actuado de manera demasiado “autónoma”.

En el Ministerio del Interior, en tanto, algunos han resentido que se haya anticipado con el anuncio de que el plan Calles sin Violencia solo contemplaría 30 comunas y luego, cuando se filtraron de una reunión que sostuvieron sus subsecretarios Manuel Monsalve (Interior), Eduardo Vergara (Prevención del Delito) y Nicolás Cataldo (Subdere) con los jefes comunales, desmintiera la información abriendo una pugna con distintos dirigentes.

En ese escenario, en sus equipos admiten que la ministra se ha visto enfrentada a una sobreexposición y que eso ha implicado un desgaste en su imagen, pero -recalcan las mismas fuentes- que ha hecho lo que corresponde a su rol. Adicional a eso, en el gobierno subrayan que la ausencia prolongada de la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, quien lleva casi un mes fuera de su cargo por su complejo estado de salud, también ha hecho que Tohá no comparta la carga con el resto de sus pares.

Sobre la sensación de que Tohá delega poco en Monsalve, en Interior aseguran que las dos veces que ha habido hitos críticos -como los últimos asesinatos a carabineros- justamente el subsecretario socialista se ha encontrado de vacaciones.

Pese a eso, las mismas fuentes sostienen que en los últimos días la secretaria de Estado ha buscado replegarse lo más que ha podido, aunque su rol la fuerza a entrar en la primera línea. Hoy mismo tendrá que concurrir al Congreso para participar de la tramitación del proyecto que aumenta penas en casos de sicariato y en la noche acompañará al Presidente en Cerro Castillo, donde en su rol de jefa política del gabinete tomará la palabra y tendrá que contener algún que otro reclamo.

En este escenario, senadores socialistas que asistieron hoy a la cita con Tohá deslizaron que no es justo que la secretaria de Estado se convierta en el rostro de los problemas y que otras de sus pares del comité político -como Camila Vallejo (Segegob) o Jeannette Jara (Trabajo) -ambas de Apruebo Dignidad- capitalicen los triunfos como el despacho de la ley que rebaja la jornada laboral a 40 horas. Incluso los parlamentarios quedaron de plantear esa inquietud en el cónclave oficialista que liderará el Presidente Gabriel Boric este martes, desde las 20.00 en Cerro Castillo.

Otro aspecto que le comentaron los socialistas a la titular del Interior, fue la necesidad de que pueda enfocar sus esfuerzos en su rol político -de primus interpares- como jefa del gabinete del Mandatario y que -dentro de lo posible- tome un poco de distancia de los temas de seguridad. Por lo mismo, le adelantaron que la apoyarán en sacar adelante el proyecto del Ministerio de Seguridad que separa las funciones de gobierno interior de la gestión política. “Debe enfocarse en una cosa, no puede hacerlo todo”, dijo a la salida uno de los parlamentarios.

“Vinimos a dar un respaldo irrestricto a la ministra del Interior, Carolina Tohá. Sabemos que han sido días difíciles, pero tenemos un profundo reconocimiento a la labor que está desempeñando como jefa del gabinete del Presidente Boric y también valorar el trabajo que ha realizado en las últimas semanas en la agenda antidelincuencia y de apoyo a Carabineros. Es una antigua compañera de camino nuestra, no es solo una ministra, sino una amiga con quien hemos compartido durante mucho tiempo”, dijo -a su vez- el jefe de comité PS, Alfonso de Urresti.

En el PPD, partido en el que milita Tohá, el respaldo es unánime. En la colectividad se levantaron alertas hace algunos días, cuando los dardos del Frente Amplio fueron dirigidos particularmente a ella, coalición que cuestionó el liderazgo de Interior frente a la agenda de seguridad.

Aunque la jefa de Interior no es especialmente cercana al partido (o a esta directiva, precisan algunos), advierten -en privado- a sus aliados de Apruebo Dignidad que no es “negocio” debilitar a Tohá, quien, en la práctica, definen como el “pivote” de la administración Boric.

“Carolina (Tohá) lo ha hecho muy bien, pero no puede resolver los problemas de delincuencia que ningún país ha resuelto”, dice un dirigente.

“Ha estado haciendo la pega, es una tarea difícil y la hace con convicción y con ganas”, dijo ayer el senador Ricardo Lagos Weber en CNN.

En ciertos sectores de la colectividad, ya se habla de realizar un gesto de respaldo a la titular de Interior, particularmente en la vieja guardia del partido y en el denominado “laguismo”. Sin embargo, también se plantea que dar señal tendría, precisamente, el efecto contrario: el de admitir que está debilitada.

En la bancada de diputados del PPD e independientes -que precisamente no tiene una relación fluida con la ministra- plantean que ha sido Tohá quien ha pagado los costos de los proyectos controversiales, versus Apruebo Dignidad, quien en la última semana se anotó un triunfo positivo con la aprobación de 40 horas laborales.