Sobreviviente de presunto ataque incendiario mapuche en Argentina: “La idea era levantar miedo y dejar claro que cuando ellos quieren entran y salen”

Pablo Conti recuperándose en el hospital luego del ataque incendiario. Foto: AP.
Pablo Conti recuperándose en el hospital luego del ataque incendiario. Foto: Noticias de El Bolsón

A pasos del lugar del atentado en El Bolsón, en la provincia de Río Negro, se dejó un mensaje a nombre de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), en contra de la industria turística y la minería en la región.


El jueves pasado, un ataque incendiario conmocionó a toda Argentina, y a la provincia de Río Negro en particular. Dos encapuchados entraron a la casa de Pablo Conti y su esposa, en un complejo turístico ubicado en El Bolsón, 120 kilómetros al sur de Bariloche: rociaron al dueño de casa con combustible y le prendieron fuego, e hicieron lo mismo con la cabaña y su camioneta.

Antes de irse, los atacantes dejaron un cartel que reclamaba por la lucha de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), en contra de la industria turística y la minería en la región.Por la reconstrucción nacional mapuche y por la libertad de los presos políticos”, escribieron.

En entrevista con La Tercera, Conti, de 50 años, relata lo ocurrido, lamentando tener que abandonar el lugar que había escogido para vivir hacia ya casi dos años, luego de mudarse desde la ciudad de Buenos Aires.

¿Cuándo se instaló en El Bolsón?

Nos instalamos el 28 de enero del año pasado, nos quedamos a vivir pero hace 15 años que venimos todos los veranos al complejo, y nos volvemos enero y febrero, y el año pasado, en vez de volvernos, por el tema del Covid y todo eso, decidimos quedarnos en el complejo. Pero igual, el complejo no estaba trabajando de hace dos años: nos quedamos a vivir, con esta vida tranquila en la montaña con los perros.

¿Cuándo y cómo pasó el ataque?

Esto pasó el jueves (21 de julio) a la madrugada. Nos fuimos a dormir esa noche, justo el miércoles, a eso de las 12. A la una y media de la madrugada fue cuando empezaron a romper las puertas y las ventanas. Ahí se escuchan dos tiros, y entran dos personas encapuchadas, hombres. Suben a la habitación, nos bajan, nos piden plata, les damos plata, y ahí le doy la plata, se la guarda, y empieza a prender los bidones de nafta.

Rocían una de las camas, les prenden fuego, me rocían a mí, y de ahí salgo, me tiro en una vertiente acá en el camping, entre una o dos veces a apagar el fuego. Vi que estaban rompiendo la camioneta, y que también le tiraron nafta y le prendieron fuego. Prendieron unas garrafas de las que salía gas, con la nafta, y de ahí se fueron. Ahí nos quedamos con mi mujer apagando todo lo que era fuego, dentro de la casa y en la camioneta.

Explotaron las garrafas de gas con los bidones, y ahí se fueron. Eso habrá durado 15 minutos, más o menos.

Mensaje encontrado a pasos del complejo turístico atacado. Foto: AP.
Mensaje encontrado a pasos del complejo turístico atacado. Foto: Noticias de El Bolsón

Además del mensaje que dejaron, ¿no dijeron nada más?

No, a mí no me dijeron nada. Ese mensaje yo no lo ví, solo lo dejaron arriba, y después de que me internaron, me llevó la policía y todo. Ahí encontraron las dos balas que pegaron y el cartel arriba, cerca de la tranquera en la ruta 40, con esa inscripción y sujetado con dos piedras para que no se vuele.

¿Cuál cree que fue el objetivo del atentado?

Para mí, fue el de sembrar el miedo en la región. Es una cuestión: yo no sé si son mapuches o no, lo denuncié como dos argentinos que entraron. Yo no los identifico, porque estaban todos tapados, encapuchados, con bufanda y todo, y se veían solo los ojos. No hablaron casi nada, ni siquiera pude escuchar un tono ni de provincia argentina, yo no identifiqué nada. Yo solo escuché “dame plata”, “te tiro”, “estate quieto” y nada más. Sin ningún rasgo ni nada. Yo denuncié dos hombres, metro ochenta y cinco, metro ochenta, dos personas bastante altas, flacos, y vestidos encapuchados.

Tampoco es que tenga algún problema con alguno de los vecinos, no conozco a nadie. La zona, entre El Bolsón y acá (el camping Kumelén en la zona de Los Repollos), son 15 kilómetros, tampoco hay señal de celular y nada. Por eso mismo elegimos esta zona para vivir, porque es una zona muy tranquila, tengo cuatro hectáreas con dos vertientes, un río, la ruta 40 del frente y el río atrás. Imagínate, es el paraíso acá.

Habitación en el piso superior de la casa atacada. Foto: AP.
Habitación en el piso superior de la casa atacada.

¿Por qué su casa y no otra?

Yo entiendo, por lo que decía el papel, porque era un complejo turístico, y una de las cosas que decía el papel es que estaban en contra de la megaminería y los emprendimientos turísticos. Casualmente hace tres años que no funciona, porque elegimos vivirlo y no trabajarlo. De hecho, hay un cartel fuera que dice cerrado, se sabe.

Aparte, lo que me robaron fue 20 mil pesos (152 dólares), y en la casa había computadoras, teléfono, máquinas de fotos Nikon, GoPro, notebook, tablet, ropa de montaña, etc. Y se llevaron solo los 20 mil pesos, porque los tenía todos juntos con una gomita enganchados, como para parar la cosa. Y ellos vieron todo cuando estuvieron arriba: la impresora, la tablet, los celulares. No se llevaron nada de eso: el dinero y un handy (walkie talkie).

Para mí, lo que creo es que la idea era levantar miedo, y dejar claro que cuando ellos quieren entran, cuando ellos quieren salen, cuando ellos quieren hacen lo que quieren. Y ya mismo por venir con dos bidones de nafta. Dos personas que vienen con nafta es para prenderte fuego, si no, venís con un revolver, asustás y listo.

Tengo entendido que se reunió con el alcalde. ¿Qué habló con las autoridades de Río Negro?

Ya fui una vez, no me atendieron, fui otra vez, no me atendieron porque no pueden, pero me dieron una entrevista. Yo me presenté para ver qué ofrecían al respecto, porque acá nadie dijo nada, estoy en la casa de unos amigos. Si pueden asilar u hospedar o algo, ahora mismo estoy a la buena de Dios.

Yo a mi casa no puedo volver, a ese lugar, obviamente. Aparte es una locura, por lo que viví. Ahora estoy en la ciudad de El Bolsón y no puedo dormir, porque escucho ruidos y me despierto y mi señora lo mismo. Imagínate que a ese lugar no podemos volver.

Y, de hecho, no vamos a volver, nos vamos. En cuanto pueda arreglar la camioneta y los vidrios nos vamos. Terminamos los trámites de hospital y judiciales y nos vamos a Buenos Aires. Por lo menos para replantearme donde ir a vivir, porque puedo elegir dónde. Pero bueno, había elegido acá, pero tocó.

Oficina de Turismo de El Bolsón luego de ser ocupada. Foto: AP.
Oficina de turismo de El Bolsón luego de ser ocupada supuestamente por mapuches, en diciembre pasado. Foto: Diario Río Negro

Y claro, pudo haber pasado en cualquier otra casa...

Es que le va a pasar, esto va a pasar. Seguirá así, y a alguien lo van a terminar matando. Yo zafé, mi señora zafó, pero a alguien terminarán matando. Ya pasó en Mascardi (en Río Negro), que a una persona la tuvieron secuestrada. También quemaron el Centro Andino, la oficina de turismo, y todo esto en frente de la comisaría. Si conocieras acá, la Oficina de Turismo de El Bolsón está al frente de la comisaría.

Yo al municipio lo que le voy a decir es eso: yo me voy, dejo un lugar, sino seis personas sin trabajo, porque la gente que estacionaba y que hacía las habitaciones, no podrá seguir trabajando. Y ahí verá el municipio si puede dar trabajo, o ubicarlos en algún lado.

Es grave, y a mí me excede en algo que jamás imaginé que iba a pasar.

¿Cada cuánto está ocurriendo esto en Río Negro?

Cuando ellos quieren, pero cada cinco, seis meses hay un atentado. El de la quema de la oficina de turismo, el Centro Andino y lo mío, estas tres cosas pasaron en un año y cuatro meses. O sea que, cada cinco meses, ponéle.

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