Socavones: corredoras ofrecen comprar departamentos a precio rebajado

Dunas Socávon
11 de Septiembre del 2023 Nuevo socavón afecta a parque inmobiliario en las dunas de Concón y Vuña del Mar. Foto: Dedvi Missene

Particularmente en el edificio Miramar Reñaca, uno de los tres desalojados por los deslizamientos de tierra en Viña del Mar, las ofertas han sido por mitad de precio, e incluso menores. Eso sí, la mayoría de los propietarios se ha negado y, pese a la evacuación y a los robos registrados, no se arrepienten de haber comprado ahí.


Producto de los dos socavones registrados en las dunas de Viña del Mar, y que llevaron al Gobierno a ordenar la evacuación de los edificios Miramar Reñaca, Kandinsky y Santorini Norte, una serie de vecinos de este primer edificio han recibido ofertas de inversionistas y corredores de propiedades para comprarles los departamentos hoy día desalojados, e incluso, algunos de ellos vulnerados. Eso sí, a un precio menor que el original.

A Trinidad Carreño, propietaria de un inmueble de tres dormitorios, la han contactado en al menos dos oportunidades para comprarle el departamento: antes y después del segundo socavón, que ocurrió el 11 de septiembre.

La primera vez la llamaron, dice, “unos colombianos, pero no me ofrecieron precio ni nada sólo preguntaron si yo vendía”.

La segunda llamada la recibió un día después del segundo deslizamiento. El 12 de septiembre la llamó una corredora “para ofrecerme comprar el departamento. Yo le dije que no está a la venta”.

Aunque no fue su caso, según esta residente ya se han concretado algunas ventas: “Cuando pasó el primer socavón, dos vecinos de la torre A del Miramar vendieron sus departamentos, al parecer a un buen precio. Uno de ellos es apoderado del colegio de mi nieto. Se sentían felices por haber vendido y salir de los edificios”.

Pero no sólo a Carreño le han ofrecido comprar. A otros vecinos con departamentos de tres piezas, cuenta, les han ofrecido comprarlos “muy barato, como en $120 millones”. Su departamento, de iguales características, estaba avaluado antes de la emergencia en al menos $240 millones, asegura. Es decir, al doble de lo actualmente ofertado.

Pero incluso han ofrecido precios todavía más bajos: “Por departamentos de un dormitorio han ofrecido $60 millones, cuando hace poco en el verano lo vendían en $150 millones. Es harta la diferencia”, explica.

A quien también le ofrecieron comprar fue a Manuel Ludueña, vocero de la comunidad del edificio Miramar Reñaca. El 13 de septiembre, la corredora Montemar Brokers lo llamó “para preguntar si estaba dispuesto a vender más barato producto de los socavones y obviamente dije que no, que ninguna posibilidad. El corredor me dijo que uno de sus clientes le había preguntado si hay algún descuento dada la situación”.

Ofertas por WhatsApp

En el grupo de WhatsApp que tiene la comunidad, agrega Ludueña, “un vecino deslizó que estaba evaluando con algunos inversionistas comprar algunos departamentos, y si alguno estaba dispuesto a vender. Yo lo encontré terrible, viendo que hay una desgracia... es como aprovecharse de la situación. Yo le dije a los vecinos que no se les ocurra ponerse a vender, porque le van a bajar el valor a todas las propiedades. Si uno vende liquidando, olvídate de la plusvalía del edificio”.

Laura Cisterna, también propietaria, reafirma y recuerda que “en el grupo de WhatsApp alguien comentó que andaba gente que quería comprar departamentos, pero a mí nadie me ha contactado”.

Por su parte, Sylvia Quezada, dueña de otro departamento, también recuerda que al menos dos propietarios informaron de la oferta en el chat grupal que tiene la comunidad, y que una tercera persona comentó que “si alguien quiere vender tengo el dato de quien quiere comprar. Yo respondí que no vendería por nada del mundo”.

En su caso particular, señala Quezada, “las corredoras no me lo han ofrecido, pero a otros propietarios sí, y a un menor precio. Ellos han respondido que no, porque como te digo nadie quiere vender. ¿Y por qué crees que quieren comprar? Porque no les ha pasado nada a los departamentos. Los culpables, que todos sabemos quiénes son, están haciendo creer a todo el mundo que estamos construidos en dunas y que por eso el edificio se va a caer. Todo esto es parafernalia para tapar la culpabilidad que tienen de no haber hecho bien las cosas y la poca autocrítica que tienen para reconocerlo”.

De cualquier modo, el vocero Ludueña dice que, si bien hay vecinos que desde antes de los socavones tienen departamentos publicados en páginas como Portal Inmobiliario, en este minuto “no se puede vender. Yo quise refinanciar el mío con el banco, pero no puedo porque no pueden ir a tasar con todo esto de la declaración jurada. En estricto rigor hoy no se podría vender con crédito hipotecario, porque no podría ir nadie a tasarlo. Tampoco podría ir nadie a verlo. ¿Cómo vender una propiedad sin mostrarla? Hoy es muy difícil o imposible vender un departamento”.

Paula Borgoño, directora de la corredora de Engel & Völkers en Viña del Mar, asegura que su empresa no ha estado involucrada en las ofertas. “Es lucrar con lo ajeno. Lo último que se me ocurriría hacer sería ofrecer esos departamentos. Mi intención es apoyar en lo que se pueda”.

Sin arrepentimientos

Pese a la emergencia, que los ha obligado a dejar sus residencias e incluso enfrentar robos, los propietarios consultadas por La Tercera aseveran no arrepentirse de haber comprado en el Miramar Reñaca. Quezada lo explica señalando que “es un edificio que no le ha pasado nada y la vista que tiene es insuperable. Ninguno de los propietarios se arrepiente. Ninguno quiere vender”.

Lo mismo señala Lucy Avendaño, propietaria: “No estamos arrepentidos de haber comprado el departamento, porque es precioso. Cómo te ibas a imaginar que iba a pasar una cosa así. Fue totalmente inexplicable. Son cosas que uno no puede predecir, porque todos los edificios en esa zona están hechos en las dunas”.

Trinidad Carreño tampoco está arrepentida. “De ninguna forma”, aclara, pues “cuando yo compré uno no se cuestionaba si se podía o no construir, porque el lugar es tan bonito y se veían tan lindos los departamentos, y se han mantenido los edificios por tantos años tan bien. No me he arrepentido nunca. Tampoco creo que se vaya a perder la inversión. Lo van a arreglar, porque es la calle la que tuvo el problema”.

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