¿Tenerla cerca o lejos? El dilema opositor ante la amenaza presidencial de Pamela Jiles

Jiles
Pamela Jiles, diputada PH. Todavía no ha viajado a hacer terreno fuera de la RM.

Pese a los últimos gestos que ha habido desde Unidad Constituyente para incluir a la polémica diputada en el debate presidencial del sector, en la oposición aún hay profundos reparos y dudas respecto de iniciar un acercamiento con quien supera con creces a sus cartas a La Moneda en los sondeos. Sin embargo, hoy la legisladora no ha logrado forjar lazos con las colectividades ni con los candidatos presidenciales del resto de la oposición, quienes en su mayoría leen que tendría la intención ulterior de competir como senadora por la RM.


La preocupación se la transmitieron desde Unidad Constituyente al timonel y candidato presidencial del Partido Radical, Carlos Maldonado. El exministro había invitado a todos los abanderados del sector a una inédita reunión con el horizonte de una primaria de toda la centroizquierda. Lo amplio de la invitación generó reparos, pero los dardos se fijaron en una figura que desde hace años viene complicando a la oposición: la diputada y hoy precandidata presidencial del Partido Humanista, Pamela Jiles.

En la centroizquierda se levantaron algunas alarmas ante la iniciativa, hasta el punto en que algunos, como la DC Ximena Rincón y el PPD Heraldo Muñoz, se resistieron durante días a confirmar su asistencia ante la presencia de figuras como Jiles o el PC Daniel Jadue. Otros, en cambio, se resignaron tempranamente a participar pese a ese factor. “Si la convidaron los organizadores no puedo hacer más que ir”, decía uno de los invitados.

Y es que en algunos sectores de la oposición reconocen que la invitación de Maldonado dejó en evidencia el dilema que se vive en el sector respecto de una candidatura presidencial de Jiles: ¿Cómo lidiar con una figura opositora que es “más competitiva” que ellos según las encuestas, pero que la mayoría no quiere tener cerca?

En el sector reconocen que Jiles ha sido “astuta” políticamente -ponen de ejemplo su estrategia respecto del retiro del 10%, iniciativa que ha logrado capitalizar- y que su estilo la ha catapultado e instalado en el debate presidencial. Pese a esto, desde algunas colectividades la califican como “populista” e “irresponsable” y no olvidan las duras críticas que lanzó contra la ex Concertación y el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.

“Es un actor político relevante, no puedes ningunearla ni hacer como que no existe, pero tampoco puedes meterla a tu casa”, dice un dirigente de Unidad Constituyente.

En la oposición temen que pueda ser “peligroso” para el sector forjar alianzas con la parlamentaria. Las mismas fuentes recuerdan que el estilo “personalista” e “individualista” de la diputada terminó por quebrar a su propio partido, provocando la fuga de sus fundadores, como el diputado Tomás Hirsch.

Otros, en tanto, reconocen que existe inquietud respecto de incluirla dado su desempeño en las encuestas. Incluso, hay quienes admiten que habría posibilidades de que Jiles se imponga frente a sus candidatos. De hecho, en los sondeos la legisladora supera a todos los abanderados de Unidad Constituyente. Por ejemplo, en la versión de marzo de Criteria Research, la parlamentaria fue la tercera figura presidencial más conocida
-después de Joaquín Lavín y Evelyn Matthei-, con un 90%, y el personaje con mejor aprobación, con un 40%. Luego le seguían Jadue con un 31% y Muñoz con un 17%.

En la misma encuesta, la legisladora logra un 9% ante la pregunta “¿quién le gustaría que fuera el próximo Presidente (mención espontánea)?, mientras que Rincón y Muñoz logran solo un 2% y Paula Narváez (PS) no aparece.

En ese sentido, varios en el sector leen que los acercamientos que está teniendo la parlamentaria con ellos y el tono más “amigable” que ha empleado últimamente -de hecho, en la reunión de presidenciables afirmó que estaría “dispuesta” a votar por cualquiera de los presentes- formaría parte de una estrategia para llegar a la primaria legal y perfilarse para una candidatura senatorial por la Región Metropolitana.

En el sector afirman que actualmente el nexo entre ese bloque y Jiles es, precisamente, Maldonado. Ambos han intercambiado mensajes de WhatsApp y, de hecho, en la reunión que sostuvieron este lunes con los equipos programáticos llamó la atención de varios que la parlamentaria valorara el esfuerzo de coordinación que ha impulsado el radical y propusiera que él siguiera a cargo de la articulación política del espacio.

Sin embargo, su relación con los otros presidenciales del sector no es para nada similar. Con Heraldo Muñoz, abanderado del PPD, no tiene ningún tipo de comunicación, mientras que con Ximena Rincón mantiene una relación “cordial”. De hecho, según dicen en la DC, la diputada le ha transmitido a la senadora en los pasillos del Congreso que podrían realizar actividades entre las mujeres candidatas del sector, iniciativa que no quedó en más que un “comentario a la pasada”.

Pese a esto, incluso entre quienes miran con desconfianza a la figura de Jiles sostienen que no la deben dejar completamente aislada del sector. Para algunos dirigentes, la centroizquierda debe alcanzar algún tipo de fórmula o entendimiento con la parlamentaria, lo que no significaría que forme parte de una primaria legal con los candidatos de Unidad Constituyente.

Los efectos en la candidatura de Boric

Otro factor que miran en la centroizquierda es la compleja relación que ha tenido históricamente la parlamentaria con su otrora aliado y ahora candidato presidencial de Convergencia Social, RD y Fuerza Común, Gabriel Boric. Desde que el legislador irrumpió oficialmente en la carrera por La Moneda, que su tortuosa relación con Jiles ha sido un tema por el que ha tenido que responder el diputado magallánico.

De hecho, por esos días, la periodista cuestionó la opción presidencial del exdirigente estudiantil asegurando que durante el estallido social fue él quien “aprobó leyes represivas que tienen hasta ahora a nuestros cabros presos”, agregando que con la firma del acuerdo del 15 de noviembre -que Boric estampó a título personal y por lo que estuvo a punto de ser expulsado de su partido- el legislador le habría salvado “el pellejo a Piñera”.

En el círculo de Jiles aseguran que la diputada no le perdona a Boric el “ninguneo” que tanto él como Giorgio Jackson y Vlado Mirosevic habrían ejercido en su contra desde que se postuló como parlamentaria por el Partido Humanista, actitud que se habría agudizado cuando ella llegó al Congreso. Desde ese momento han sido varias las veces que ambos dirigentes se han enfrentado públicamente.

Y si bien Jiles ha bajado el tono en las últimas semanas, en el Frente Amplio aseguran que no pueden fiarse de sus intenciones. Desde Convergencia Social aseguran que la política de alianzas es un debate que, en todo caso, darán en el próximo comité central de la colectividad. Y que si bien están disponibles para conversar y llegar a acuerdos, esto se concretará siempre y cuando se dé en un marco de respeto y con posibilidades de proyecto político común.

“Alguien que te pisotea constantemente, que se sale más allá de un debate político de ideas es difícil de enfrentar. Su actitud no es la deseable viniendo de alguien de la oposición”, afirma un dirigente del bloque.

Consultado sobre si incluir a Jiles en una primaria, Boric sostuvo que “la política tiene sentido cuando se trata de proyectos colectivos y no individuales ni familiares, y esperaría que exista un amplio consenso en torno a aquello, junto con un programa realmente transformador”.

La Tercera PM intentó contactarse en varias oportunidades con la parlamentaria para esta nota, sin embargo, no obtuvo respuesta.

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