“Tengo que hacerlo a mi manera”: Trump y el riesgo de replicar sus ataques sexistas contra Kamala Harris en el debate de hoy

El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris.
El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris.

El candidato republicano se enfrenta a su “punto débil” en el debate de Filadelfia. La vicepresidenta tiene una ventaja de dos dígitos sobre el exmandatario entre las mujeres, un electorado clave de cara a las elecciones de noviembre.


En los debates presidenciales de 2016, el candidato republicano Donald Trump no tuvo reparos en atacar duramente a la candidata demócrata Hillary Clinton, a la que llamó “mujer desagradable” y de quien dijo que no tenía el “aspecto” ni la “resistencia” para ejercer como comandante en jefe.

El debate presidencial de este martes en Filadelfia, el primer encuentro cara a cara entre Trump y su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, podría ser un momento crítico en una carrera que está esencialmente empatada a ocho semanas de las elecciones del 5 de noviembre.

Trump ya ha lanzado una serie de ataques racistas y sexistas contra Harris durante la campaña. El expresidente ha afirmado falsamente que su rival, de ascendencia negra y del sur de Asia, recién hace poco “se convirtió en una persona negra”. Reenvió un mensaje vulgar por redes sociales que sugería que ella usaba el sexo para avanzar en su carrera. Lanzó insultos que se basan en clichés sobre las mujeres y los negros, llamándola “débil”, “tonta como una piedra” y “perezosa”.

“Ahora Trump subirá al escenario junto a una mujer a la que ha ridiculizado pública y privadamente con un lenguaje que muchos consideran sexista. Sus aliados esperan que no empeore las cosas cuando se enfrente a la vicepresidenta Kamala Harris en el debate”, escribió al respecto el sitio Politico.

Desplegar este tipo de ataques contra Harris frente a decenas de millones de espectadores -más de 51 millones de televidentes sintonizaron el debate entre el candidato republicano y Joe Biden en junio- podría conllevar serios riesgos para Trump.

Los insultos de Trump podrían alejar a grupos clave de votantes, incluidas las mujeres, los votantes negros y los moderados, según John Geer, profesor de la Universidad de Vanderbilt y experto en política presidencial. “Simplemente se van a desanimar con ese tipo de retórica”, comentó a Reuters.

El candidato presidencial republicano y expresidente estadounidense Donald Trump hace un gesto mientras habla durante una conferencia de prensa en la Torre Trump en Nueva York, el 6 de septiembre de 2024. Foto: Reuters

Pero Trump asegura que, en realidad, las mujeres lo aman. “Alguien dijo que a las mujeres no les gusta Donald Trump”, dijo el candidato presidencial republicano a la multitud en un reciente mitin en Johnstown, Pennsylvania. “Eso está mal. Creo que me aman, yo las amo”, agregó.

Las encuestas nacionales dicen lo contrario. Trump sigue muy por detrás de Harris entre las votantes mujeres. La demócrata aventajaba al republicano por 11 puntos en este segmento, de acuerdo con una encuesta del New York Times/Siena College publicada el domingo. Otro sondeo de ABC News/Ipsos mostraba a Harris con una ventaja de 13 puntos (54% a 41%) entre las mujeres. Antes de la Convención Nacional Demócrata del mes pasado, la misma encuesta la situaba seis puntos por delante de Trump en este grupo.

The Washington Post recuerda que el presidente Joe Biden ganó entre las mujeres por 15 puntos sobre Trump en 2020, según los exit poll, frente a la victoria de 13 puntos de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton entre las mujeres en 2016.

Trump parece estar tratando de reducir esa brecha. En las últimas semanas prometió que el gobierno o las compañías de seguros privadas pagarían los tratamientos de fertilización in vitro (sin ofrecer detalles), estrenó un plan confuso para abordar los costos del cuidado infantil (lo llamó “una cuestión muy importante”) y prometió que su administración “será excelente para las mujeres y sus derechos reproductivos”.

La candidata presidencial demócrata y vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, saluda al salir del Aeropuerto Internacional de Pittsburgh en Moon Township, Pennsylvania, el 9 de septiembre de 2024. Foto: Reuters

Pero también se jactó de haber nombrado a tres de los jueces de la Corte Suprema que anularon el fallo Roe vs. Wade, eliminando así el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en todo Estados Unidos. “Hicimos algo grandioso cuando sacamos el caso Roe vs. Wade del gobierno federal”, dijo el expresidente. “Lo pusimos en manos de la gente y ellos están votando”.

Asimismo, consignó el Post, Trump dedicó gran parte de una conferencia de prensa de 49 minutos el viernes a despotricar contra las mujeres que lo han acusado de conducta sexual inapropiada, describiendo sus acusaciones como infundadas.

Los demócratas esperan que al menos algunas mujeres republicanas sigan el ejemplo de la excongresista por Wyoming Liz Cheney y otras mujeres del Partido Republicano que se han vuelto contra Trump. “Son unos cerdos misóginos”, afirmó Cheney sobre Trump y su compañero de fórmula, JD Vance, en una entrevista el viernes. “Si escuchas lo que (Vance) dijo sobre las mujeres y miras a Donald Trump, y lo que ha hecho y lo que dice sobre las mujeres, estas no son personas a las que podamos volver a confiar el poder”.

Donald Trump escucha a Hillary Clinton durante su debate presidencial en St. Louis, Missouri, el 9 de octubre de 2016. Foto: Reuters

Seguramente, cuando aludió a Vance, Cheney se refería a las declaraciones efectuadas por el senador por Ohio durante una entrevista que mantuvo en 2021 con el expresentador del canal Fox News Tucker Carlson. En esa oportunidad criticó a los líderes demócratas Kamala Harris, Alexandria Ocasio-Cortez y Pete Buttigieg y afirmó que las personas sin hijos no deberían participar en las decisiones políticas del país.

“En este país estamos efectivamente gobernados, ya sea a través de los demócratas o a través de nuestros oligarcas corporativos, por un montón de señoras sin hijos y amantes de los gatos, que se sienten miserables con sus propias vidas y las decisiones que han tomado y por eso quieren hacer que el resto del país también se sienta miserable. Y eso es solo un hecho básico. Miren a Kamala Harris, Pete Buttigieg, Alexandria Ocasio-Cortez: todo el futuro de los demócratas está controlado por personas sin hijos”, declaró entonces.

De cara a la cita de hoy en Filadelfia, el equipo de Trump reclutó a la exrepresentante de Hawái Tulsi Gabbard, quien debatió con Harris durante las primarias demócratas de 2020 y ayuda al expresidente a prepararse para debatir nuevamente con una mujer. Durante el debate de 2019, Gabbard atacó a Harris por su historial como fiscal en San Francisco y como fiscal general de California en lo que se consideró un momento destacado, y que fue visto ampliamente como un bloqueo del impulso de Harris en las primarias. Harris se retiró antes de que comenzara la votación en Iowa.

Gabbard, al igual que muchos de los aliados y asesores de Trump, ha dicho que Harris intentará “meterse bajo su piel y desviar la atención”, y que Trump debería centrarse en la política. “El presidente Trump está muy concentrado en comunicar su historial de éxito y en cómo seguirá presentando políticas que creo que preocupan mucho a muchas mujeres”, dijo Gabbard a los periodistas en una llamada el lunes por la tarde antes del debate.

“El presidente Trump respeta a las mujeres y no siente la necesidad de ser condescendiente ni de hablarles de otra manera que a un hombre. Por lo tanto, se está dirigiendo al pueblo estadounidense. Se está refiriendo al historial de Kamala Harris y a la preparación y el contraste con su historial de éxito”, aseguró.

Pero Trump ha rechazado previamente los llamados de asesores y compañeros republicanos para que modere su tono y se centre en los temas, diciendo a los periodistas: “Tengo que hacerlo a mi manera”.

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