Un todo o por partes: El nudo del acuerdo gobierno-oposición, a días de entrar al horno
Con un deadline que expira esta semana, el destino del pacto político para enfrentar el impacto más crudo de la pandemia enfrenta horas decisivas. Aun cuando las partes convengan un monto para un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia luego de la propuesta opositora hecha hoy, el alcance de la negociación podría ser una piedra de tope. Mientras dicho sector pide legislar ya la ayuda a las personas y no demorarla por dejarla atada al resto del paquete, el gobierno insiste que el acuerdo es uno solo y que no se puede desligar de las medidas de reactivación económica y empleo.
Nadie quiere tirar el mantel. Miden sus palabras ahora que la recta final del acuerdo se viene encima, con plazo límite esta semana (algunos hablan del viernes y otros del domingo). Pero así como ha habido declaraciones auspiciosas que hablan de optimismo y de un inminente final feliz, el alcance de lo que están negociando el gobierno y la oposición puede enfrentar un primer nudo si no se despeja el nubarrón que parece haber asomado hoy: si se va apurar por partes o si solo podrá firmarse como un todo.
El debate se aceleró en la mañana, cuando los presidentes del PS, PPD, DC, PR, RD y PL demandaron a La Moneda “legislar para otorgar de manera inmediata el ingreso de emergencia”, cuestión que en el Ejecutivo ven factible, aunque aún no llegan a un consenso en torno a los montos. Pero también los timoneles manifestaron que “posteriormente podemos atender los otros temas que el gobierno ha puesto en la agenda económica (instrumentos para la reactivación y marco fiscal), los que, por su propia naturaleza, requieren mayor espacio de análisis y definición”.
En lo primero, la cobertura del Ingreso Familiar de Emergencia, parece haber espacio para despejarlo, aunque en las reuniones de negociación que hubo ayer y en los días anteriores sigue habiendo diferencias. Que uno de los nuevos negociadores de dicho bando, el ministro de Desarrollo Social Cristián Monckeberg, haya dicho esta mañana que hay “un buen consenso en ese sentido, tiene que ser más potenciado, no tiene que ser decreciente, tiene que mejorar el número de personas que se van a beneficiar”, arroja luces. Otra cosa es si se convendrán o no montos como el que plantean los jefes opositores justo sobre la línea de la pobreza (otros hablan de ir a la de la extrema pobreza).
Dicho punto se tendrá que zanjar en las sesiones en que las comisiones de Hacienda de la Cámara y del Senado llevan a cabo con el ministro Ignacio Briones (Hacienda) y que esta tarde continuarán, además, junto a Monckeberg, Gonzalo Blumel (Interior) y Claudio Alvarado (Segpres). Falta, insisten en la oposición, que el gobierno muestre todas sus cartas porque insisten que hasta ahora el jefe de Teatinos 120 no ha dicho exactamente hasta dónde pueden llegar.
El problema que está asomando ahora es si se podrá o no separar del paquete la arista de las medidas de protección social -que incluyen el IFE y otras como una mejora al seguro de cesantía- sin esperar a que se abroche un pacto respecto de otros dos grandes ítemes según Palacio: las acciones para encarar la reactivación económica, con foco en el empleo, y las definiciones sobre el marco fiscal, léase cuántos fondos hay para gastar, cuántos se emplearán y en qué. Ello, sobre todo luego de que el Consejo Fiscal Autónomo afirmara hoy que existe espacio para implementar medidas económicas adicionales por la crisis sanitarias, con una serie de condiciones: que sean transitorias, flexibles y sostenibles.
Para la oposición, avanzar en lo primero es urgente, pero el gobierno se ve bastante reacio a que sea sin llegar también a un entendimiento respecto de las medidas post-pandemia.
Dos de los negociadores que están en la comisión ampliada de Hacienda lo dejan claro. “Nuestra responsabilidad fundamental, prioritaria, número uno, es definir un paquete de apoyo económico a los ingresos de las familias. Eso hay que hacerlo ahora. Ciertamente tenemos que abocarnos al tema de la reactivación, pero lo primero es lo primero: apoyo a las familias chilenas para que puedan cumplir cabalmente las medidas de aislamiento que se les está pidiendo”, resume el senador PPD Ricardo Lagos Weber.
Y agrega que es "una prioridad no sujeta a condición de tener acordado las medidas de reactivación ya que para estas medidas aún disponemos de un plazo mayor aunque acotado”. Hasta ayer, al menos, las conversaciones no han entrado al fondo de las medidas reactivadoras, por lo que en ese sector dudan que se zanje demasiado rápido.
Algo similar advierte el socialista Carlos Montes cuando dice que “hemos cometido errores de tres meses de no dar apoyos, entonces creemos que no es solo posible (legislar ahora medidas de protección social), sino que es muy necesario”. Respecto del tema de la reactivación, sostiene que "lo que es pymes tenemos cosas muy elaboradas, estaríamos dispuestos a ir al debate altiro, pero entendemos que eso requiere una renovación”, y agrega que "si ellos tienen una propuesta, que la levanten altiro y que presenten su paquete ahora y el gobierno ahora, para discutir de lo que ellos proponen. Si hubiera capacidad para sacarlo todo junto, pero lo principal y lo urgente es qué hacemos con las familias”.
Un tercero, el diputado RD Giorgio Jackson, coincide en que “la situación sanitaria exige mejorar de manera urgente el IFE, seguro de cesantía y propuesta para independientes. Tenemos que seguir trabajando para el tema de reactivación, sin duda, pero las familias no pueden esperar”.
En la DC sostienen que el apuro que le asignan al ítem protección social es tanto, que están dispuestos a aprobarlo de inmediato en el Congreso si el gobierno lo envía, pero no quieren que eso dependa del resto de la negociación. “Es muy importante el acuerdo para la reactivación, pero creemos que garantizar un ingreso a las familias es urgente e importante, y no pueden seguir esperando", sentencia su presidente Fuad Chahín.
En el gobierno no han salido a dar portazos ni a decir que no con mayúscula. Pero al menos dos ministros del comité político -fuera de micrófonos- insisten en que el acuerdo “es uno solo, todo junto” con las tres aristas ya descritas. ¿Se cae si no es así? ¿Es un todo o nada? No son tan tajantes hasta ese punto, pero insisten en que es un solo pacto y no por capítulos.
Es lo mismo que dicen en la UDI, donde algunos negociadores se confiesan molestos por el punto hecho hoy por sus adversarios. En el partido dicen que no se puede pactar por partes si al mismo tiempo se va a zanjar cuánto es el margen fiscal (hasta ahora se ha hablado de entre US$8 y US$12 mil millones), y que no todo el monto puede ir exclusivamente a ayuda social. “Nuestro desafío tiene que ser completo y rápido y por eso llevamos diez días sin parar”, dice el senador Juan Antonio Coloma, insistiendo en que así como hay que ayudar a las familias, también “hay que activar el empleo y generar incentivos para que la reactivación llegue lo antes posible”.
“Esto tiene que ser un todo: protección social y también las medidas que implican gastos del Estado para que también haya empleo. En el acuerdo que hay que terminar de afinar, la protección social tiene que ir de la mano de la reactivación económica”, subraya también la presidenta UDI Jacqueline Van Rysselberghe.
De cara a las sesiones que quedan contrarreloj, en las colectividades de la centroizquierda se ha instalado un dilema respecto de si es viable esperar a que se cierren las negociaciones para que se legislen proyectos que, a juicio de ellos, son urgentes para ayudar a las familias en medio de la pandemia. Algunos dirigentes de los partidos temen que los avances de las negociaciones han sido “lentos” y que podría suceder que no puedan cumplir con el plazo autoimpuesto. En ese sentido, los timoneles han trasmitido que sería conveniente “sacar” el IFE del Plan de Emergencia, con el objetivo de que se tramite en paralelo a las negociaciones sobre los otros puntos del acuerdo.
Esto, debido a que según lo conversando en las reuniones con las comisiones de Hacienda, se espera que en la cita de mañana el gobierno entregue sus propuestas, en la que se detallaría el marco fiscal disponible para el plan de emergencia. Todo esto, además, con la intención de tener un “prepropuesta” este martes o miércoles.
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