Una declaración “tironeada” y la presión por su renuncia: cómo la mentira de Rojas Vade complicó a la mesa de la Convención

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El vicepresidente del órgano, Jaime Bassa, se reunió esta mañana con los abogados que asesoran a la mesa para analizar los caminos jurídicos que pueden tomar, entre ellos, llevar todos los antecedentes a la fiscalía. Esto, luego de que LT Domingo revelara que el convencional mintió durante años sobre un supuesto diagnóstico de cáncer. El objetivo es no aparecer haciendo una “defensa corporativa” y contener la crispación interna. La noticia descolocó a la directiva, la que se enteró el viernes pasado, y ya ha marcado diferencias tanto pública como privadamente.


Fue el día jueves en la reunión de la mesa ampliada que la convencional Lorena Céspedes (INN) notó algo extraño en la actitud de Rodrigo Rojas Vade (Pueblo Constituyente). Según distintas fuentes, la también vicepresidenta de la Convención Constitucional se acercó a su par electo por la Lista del Pueblo para saber qué le pasaba.

A esas alturas, Rojas Vade ya sabía del reportaje de LT Domingo que revelaría que el diagnóstico de cáncer con el que se convirtió en un ícono de las protestas del estallido social y el que enarboló como una de sus principales banderas de campaña, era una mentira.

“Efectivamente, mi enfermedad de base no es cáncer (...). Siento que me tengo que retirar. No tengo nada más que hacer en la Convención”, reconoció a este medio.

Y esa fue la confesión que le hizo también a Céspedes esa noche de jueves. Fue a través de ella que luego, el día viernes, se enteraría el resto de la mesa, incluyendo al vicepresidente Jaime Bassa y a la presidenta Elisa Loncon.

La noticia descolocó a los integrantes de la directiva, todos entendían que se trataba de una situación “delicada” y que los enfrentaba a un problema político “sin precedentes”. Fue en ese momento que varios de los convencionales de la mesa tomaron contacto con el propio Rojas para obtener mayores antecedentes.

Durante el fin de semana, y antes de la publicación del reportaje, Bassa activó gestiones con el resto de la mesa -que además de él, Loncon y Céspedes integran Pedro Muñoz (PS), Elisa Giustinianovich (Independiente), Isabel Godoy (Colla), Rodrigo Álvarez (UDI) y Tiare Aguilera (Pueblo Rapanui)- para enfrentar tanto política como comunicacionalmente la crisis que desató entre los propios convencionales la situación de Rojas Vade. El mismo sábado varios convencionales de Vamos por Chile pidieron la renuncia del constituyente.

La propuesta del abogado fue salir con una declaración lo antes posible para contener el daño que la revelación podría terminar haciendo a la propia Convención Constitucional. Sin embargo, según distintas fuentes de la mesa, no fue fácil consensuar un texto. “Algunos querían salir a abrazarlo, y otros, a crucificarlo, tuvimos que buscar un intermedio”, afirma un vicepresidente.

En medio de un tironeo que luego se reflejaría en las distintas declaraciones públicas de los miembros de la mesa, la instancia alcanzó un escrito el día domingo -el que fue redactado por Bassa- y que algunos incluso calificaron en privado de “amarillo”. En un texto de solo tres párrafos aseguraron lamentar “profundamente lo ocurrido con el convencional”, a la vez que empatizaron “con el dolor que esta situación ocasiona”.

“Mantenemos nuestro compromiso irrestricto con la transparencia y la probidad en el ejercicio de nuestros cargos, por lo que iniciaremos los procedimientos internos correspondientes. Asimismo, pondremos a disposición de los organismos respectivos todos los antecedentes de los cuales dispongamos”, agregaron.

En el texto, además, la mesa informó que aceptaba su renuncia al cargo de vicepresidente que Rojas Vade había notificado a través de un correo el mismo domingo. Según distintas versiones, esa decisión la habría tomado tras la presión de integrantes de la propia mesa.

En medio de todo eso, la declaración se sumó a las palabras que dio la misma mañana del domingo la presidenta Loncon y que generaron incomodidad en algunos sectores de la mesa. “Estamos respondiendo a la altura de los acontecimientos y nosotros somos humanos, no somos dioses para no fallar”, sostuvo la dirigenta, quien volvió a referirse al tema en el mismo tono esta mañana.

Esas diferencias se expresaron hoy en las declaraciones que distintos integrantes de la mesa emitieron ante la prensa. El propio Jaime Bassa tomó distancia de lo planteado por Loncon y aseguró que “aquí no va a haber defensas corporativas. Vamos a iniciar todos los procedimientos internos y externos necesarios, primero para develar toda la verdad, para tener plena certeza respecto de qué es lo que efectivamente estado ocurriendo. Y, además, para hacer el esfuerzo de restituir la confianza de la ciudadanía en sus constituyentes, como representantes de la voluntad popular”.

“Es muy importante hacer el máximo esfuerzo posible por recuperar la confianza, la fe pública en la representación de la Constituyente. Entregaremos los antecedentes al Comité de Ética una vez que éste esté constituido. Estamos analizando con los abogados de la Constituyente las otras medidas, eventualmente complementarias en materia de responsabilidad civil, penal, y en cuanto podamos, la Constituyente, la mesa, va a poner todos los antecedentes que tengamos a disposición de los organismos responsables respectivos, sea el Ministerio Público, o la instancia que sea”, agregó.

Esa posibilidad, de hecho, fue abordada por Bassa esta mañana junto a los abogados Cristián Arroyo y Jorge Dip, quienes están asesorando a la mesa en comisión de servicio desde la Universidad de Valparaíso. Según distintas fuentes, remitir los antecedentes a la fiscalía podría ser una buena estrategia para evitar que el tema siga tensionando a la Convención Constitucional.

También asumió un tono más categórico el vicepresidente del Colectivo Socialista Pedro Muñoz, quien sostuvo que “no podemos tener una reacción tibia ante lo sucedido porque aquí lo que está en juego es sumamente importante”, y agregó: “Apenas tuve noticia de lo sucedido le señalé a la mesa la necesidad, primero, de la renuncia a la vicepresidencia y, en segundo lugar, la necesidad de activar los mecanismos internos -que están en construcción- para darle cauce interno al problema y, en tercer lugar, poner todos los antecedentes a disposición de todos los organismos y eso incluye los tribunales de justicia”.

Por su parte, Céspedes, quien ha estado en contacto con Rojas Vade, afirma que “no estoy de acuerdo con lo que hizo, siempre voy a creer que los estándares de probidad tienen que ser los más altos para todos los convencionales, pero personalmente desde lo humano lo estoy apoyando completamente, los dolores vengan de donde vengan hay que empatizar con ellos. En ese sentido tiene mi apoyo. Los errores son desafíos y oportunidades, obviamente haciéndose responsable de ellos”.

En la mesa admiten que esto podría tensionar innecesariamente el trabajo de la Convención Constitucional, algo que varios de sus miembros ven con preocupación. “Los extremos se van a radicalizar y eso nos va a afectar políticamente”, dice un convencional fuera de micrófono.

Para varios integrantes de la instancia la defensa “ciega” que han realizado desde Pueblo Constituyente y otros independientes que fueron electos en cupos de la Lista del Pueblo es un “error” y, advierten, que podría terminar crispando el clima interno ad portas de la discusión de reglamento que se inicia este jueves en el pleno.

“Es muy importante que el funcionamiento institucional de la Constituyente se normalice y eso pasa por evitar cacerías personales, cacerías de brujas, eventualmente, que puedan afectar la continuidad de los constituyentes en el ejercicio de su cargo. Más allá del caso concreto. Yo creo que en el caso concreto hay que separar aguas absolutamente”, subrayó Bassa.

El tema, no obstante, será punto obligatorio de la reunión que sostendrá la mesa ampliada esta tarde a eso de las 15 horas.

El debate por la eventual renuncia

La norma que regula a los convencionales -la misma que aplica para los parlamentarios- no contempla en ninguna de sus hipótesis de vacancia en el cargo la situación de Rojas Vade.

La única alternativa para que el dirigente se aparte formalmente del ejercicio de sus funciones es que acredite una enfermedad inhabilitante. Sin embargo, varios constitucionalistas han advertido que existe un vacío normativo dado que la reforma que habilitó el proceso constituyente no modificó las atribuciones del Tribunal Constitucional para que sea dicho organismo el que califique la renuncia de uno de los convencionales.

Si bien la posibilidad de que un convencional renuncie a su cargo se abordará en el marco del debate reglamentario, Bassa aseguró esta mañana que “no es buena idea que entre pares exista la posibilidad de que nos destituyamos, recíprocamente, pero sí debe haber una salida institucional. Por ejemplo, regulando como está en la propuesta de Reglamento, la renuncia y la posibilidad de reemplazo”.

A su vez, el convencional Fernando Atria sostuvo que “un órgano elegido por votación popular no puede sancionar o tomar decisiones respecto de sus miembros que impliquen la pérdida de sus derechos como representantes” y, advirtió, que tal como ocurre con los parlamentarios, se requeriría de una reforma constitucional para establecer un sistema de reemplazo para convencionales independientes que por alguna razón cesaran en el cargo o renunciaran.

Sobre si Rojas Vade tendría la “capacidad ética de redactar la nueva Constitución”, el frenteamplista agregó que “por supuesto que la respuesta tendría que ser no”.

A su vez, el convencional Jorge Baradit (independiente en cupo PS) planteó que la mesa de la Convención debería solicitarle expresamente la renuncia a Rodrigo Rojas. “Esto no puede convertirse en un pequeño (Caso) Caval para la Convención”, remarcó.

Más allá del debate jurídico, varios convencionales de la directiva aseguran que es probable que Rojas Vade deje el cargo “de facto”.

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