Una directiva para los “nuevos tiempos”: el otro puzzle que complica al Partido Socialista
En la colectividad liderada por Álvaro Elizalde están concientes de que la nueva mesa -que se elige en marzo del próximo año- debe responder a una lógica de renovación e ir en línea con la llegada de una nueva generación al gobierno de la mano de Gabriel Boric, sobre todo, en momentos en que negocian incorporarse a su gabinete. Sin embargo, en el sector mayoritario de la tienda admiten un problema de elenco para cumplir con ese objetivo.
Un minucioso esquema ha delineado el Partido Socialista en los últimos días de cara a su eventual incorporación al gobierno del presidente electo, Gabriel Boric. Y si bien esa es la tarea más inmediata que ocupa a su directiva, la colectividad encabezada por Álvaro Elizalde tiene otro puzzle por resolver: la conformación de la mesa que liderará al partido en los próximos dos años, cuando el senador por El Maule deje su cargo.
La inscripción de las listas está prevista para el próximo 27 de febrero y, según explican en la colectividad, los comicios internos debieran tener lugar justamente a fines de marzo, cuando la nueva administración esté en pleno proceso de instalación. Y la señal que se dé por parte de los socialistas no será baladí.
En el partido son conscientes de que tras el amplio triunfo del frenteamplista en el balotaje -quien se impuso por cerca de 11 puntos sobre su contendor de la derecha, José Antonio Kast- y ante la posibilidad cada vez más cierta de que terminen incorporándose al gabinete del también diputado por Magallanes, la necesidad de tener una directiva con una impronta “renovada” será crucial para sus objetivos.
Sin embargo, esa tarea no será fácil y así lo admiten en la tienda de París 873. Pese a que la directiva actual tiene el control del comité central, donde el Tercerismo de Elizalde y Grandes Alamedas, que reúne a figuras como Isabel Allende y el secretario general Andrés Santander, representan un espacio mayoritario, las figuras que se han alzado como cartas para sucederlos no cumplen con un criterio clave: representar a una nueva generación que refresque la “marca PS”.
“Es evidente que tenemos un problema de elenco”, sostienen en ese sector.
Incluso antes de la primera vuelta, en el tercerismo se comenzaron a levantar nombres como el del senador Juan Pablo Letelier, quien dejará el Congreso tras haber quedado impedido para repostular por la ley que limitó la reelección. Asimismo, surgió la opción del senador electo por Los Ríos, Fidel Espinoza. El diseño, según fuentes de la tienda, implicaba que alguno de esos legisladores asumiera la presidencia y la secretaría general quedara a cargo de las Grandes Alamedas, de la mano de Arturo Barrios.
Ese esquema permitía a la actual directiva seguir manteniendo el control del partido a través de dirigentes de su confianza. Sin embargo, tras el balotaje del 19 de diciembre pasado, según dicen en el PS, esa opción dejó de ser sostenible.
El golpe que implicó para la colectividad que el Frente Amplio los haya reemplazado en su espacio cultural y político, sumado a que su carta a La Moneda, Yasna Provoste, quedó quinta en la primera vuelta, supone un desafío mayor para los socialistas. Y para superarlo, afirman en la colectividad, el PS debe ser capaz de reposicionarse como un partido que dejó atrás la Concertación y que puede contribuir a los “nuevos tiempos”, pero sin perder su identidad ni entregarse a Apruebo Dignidad.
Por lo mismo, la idea de que figuras como Letelier o Espinoza asuman un rol de conducción no ha cuajado. Ambos, según fuentes de la tienda, generan resistencia en sectores del partido y, para varios, sus liderazgos no irían en consonancia con los desafíos que asumirán desde marzo, en caso de que se concrete un ingreso al gobierno.
A su vez, en la colectividad sostienen que no sería una buena señal que se postulen dirigentes históricos como el exministro Osvaldo Andrade o el exsenador de Nueva Izquierda Camilo Escalona.
La disidencia, en tanto, menciona al diputado Manuel Monsalve, sin embargo, están conscientes de que no tendrán los respaldos necesarios. El sector quedó debilitado tras la última interna en la que Maya Fernández perdió ante Elizalde y más aun luego de la presidencial pasada, en la que respaldaron la opción de Paula Narváez.
“Tengo una mirada más que crítica de la mesa actual, el PS tiene que hacer un cambio de rumbo profundo y radical. Si alguien estuviera pensando en el futuro del PS y poniendo todas las energías para repensarlo, reposicionarlo, aspiro a que sea una conducción muy integradora y que ayude a la unidad del partido, para que no esté puesto el foco en las disputas como ocurre hoy. Que fuera un proceso muy dialogado, juntara muchas capacidades y, por sobre todo, con recambio generacional. Si eso se diera, sería posible una mesa de consenso”, sostiene Monsalve, quien descarta cualquier interés en liderar una lista para la próxima interna.
Las otras fórmulas sobre la mesa
La ausencia de un liderazgo acorde a los “nuevos tiempos” ha abierto un dilema a la directiva: nombrar a alguien de su confianza, asegurando su influencia en las decisiones y asumiendo el costo que eso pueda acarrear o arriesgarse a un nombre nuevo que no responda necesariamente a los sectores hegemónicos.
La opción de Paulina Vodanovic, quien compitió por un cupo en el Senado en la pasada elección parlamentaria, ha sonado entre las alternativas. La exsubsecretaria para las Fuerzas Armadas y cercana a la expresidenta Michelle Bachelet, al ser mujer y tener solo 50 años, para algunos, podría ser una salida.
“Mas que disciplinada, yo soy una militante institucional. Estos tiempos requieren una disposición de colaboración tanto en el partido como en el futuro gobierno. Por lo tanto, para lo que determine la directiva, con ese ánimo estaré”, dice.
Sin embargo, el diseño que está cobrando más fuerza ahora contempla el perfil de un parlamentario que represente a una nueva generación entre los socialistas y que sea capaz de conducir los desafíos futuros del partido.
La bancada, dicen fuentes de la colectividad, tiene cuadros jóvenes que podrían cumplir con esos criterios. Entre ellos mencionan a Raúl Leiva, Marcos Ilabaca, Daniela Cicardini y Juan Santana.
A su vez, en el partido no descartan echar mano a liderazgos jóvenes como aquellos que integran el Colectivo Socialista en la Convención Constitucional.
El diseño final, en todo caso, dependerá en gran parte de cómo se resuelva la eventual incorporación del PS al gobierno de Boric. “Es una discusión posterior, porque indudablemente estará marcada por la relación que establezcamos con el nuevo gobierno”, afirma Escalona.
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