Una polémica que llegó hasta la Casa Blanca y dardos al manejo de la pandemia: cómo es el explosivo regreso de Borat
Mañana debuta en Amazon Prime la secuela que trae de regreso al periodista de Kazajistán que encarna Sacha Baron Cohen. Además de alusiones al coronavirus, el falso documental se mete de lleno con la administración Trump, con apariciones del vicepresidente Mike Pence y el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, expuesto en una controversial escena que obligó a la Casa Blanca a pronunciarse.
En medio de la pandemia, a semanas de los comicios que podrían marcar la reelección de Donald Trump por otros cuatro años, Borat Sagdiyev, el personaje que Sacha Baron Cohen creó en 2006, está de vuelta. Un regreso que, en la regla de la ácida carrera del comediante británico, ha estado salpicado por la polémica y las implicancias con personajes reales.
El trailer de la cinta -titulada Borat subsequent moviefilm- adelantaba un frente a frente con el mismo vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en un evento conservador durante este año. Caracterizado como Trump (con una máscara y una prótesis que lo hace lucir con más peso), Borat aparece para gritarle “¡Michael Pennis, te traje una chica!”, antes de ser detenido por la seguridad del recinto y ser abucheado por los asistentes.
La escena marca uno de los móviles del filme que se estrena mañana en Amazon Prime Video: el reportero kazajo intenta salvar su vida del régimen local llevando a su hija Tutar a Estados Unidos para ofrecérsela a Pence. La joven, encarnada por la actriz búlgara Maria Bakalova, al inicio es un descubrimiento total para Borat y pronto se transforma en el eje de la historia. En encuentros con personas que ignoran que todo se trata de un falso documental, ambos buscan embellecerla y adecuarla al perfil de mujeres que serían del gusto del vicepresidente.
Parte de la dificultad está en que la gente reconoce a Borat en la calle, por lo que Baron Cohen –o Borat– se disfraza de varios nuevos personajes. Así, en plena pandemia, logra terminar conviviendo con un par de hombres que creen en teorías de conspiración y participa en un mitín racista de ultraderecha cantando una canción que se burla del doctor Anthony Fauci –la máxima autoridad en epidemiología de EE.UU. y a quien Trump llamó “idiota”– y el virus proveniente de China. Una segunda incursión por Estados Unidos definida en todo momento por el humor corrosivo y la dosis de corazón que le otorga la relación entre padre e hija, ausente en la película de 2006 que le dio una nominación al Oscar al actor inglés.
Una de las sorpresas de esta segunda parte –spoilers a continuación– es el encuentro de Tutar con el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani en un hotel de la ciudad. Con la apariencia de una presentadora de televisión, la hija de Borat le hace algunas preguntas al actual abogado personal de Trump sobre el manejo de la pandemia (instancia en la que aprovecha de criticar a Joe Biden). Luego lo invita a una copa en su habitación y él, sentado en la cama, le da unas palmadas en la espalda y le dice “puedes darme tu número de teléfono y tu dirección”.
Segundos después viene una imagen definida por los medios de EE.UU. al menos como “cuestionable” o “comprometedora”: Giuliani recostado en la cama con sus manos dentro del pantalón y la chica a su lado. Eso hasta que Borat irrumpe en la pieza y le grita que “tiene 15 años, es demasiado vieja para ti” (la actriz tiene 24 según han reportado portales especializados).
Aunque había circulado que el exalcalde había llamado a la policía de la ciudad en julio luego de un incidente con Baron Cohen, ayer la controversia se expandió en la previa a la publicación de las primeras críticas del filme (en general, elogiosas). Un portavoz de la Casa Blanca, Brett Morgenstern, fue consultado y respondió que “no lo he visto, así que tendremos que comunicarnos con ustedes sobre eso”, junto con llamar al abogado un “patriota”.
Giuliani se defendió en Twitter afirmando que se estaba acomodando la camisa luego de quitarse el micrófono y que “en ningún momento antes, durante o después de la entrevista, fui inapropiado”. “Si Sacha Baron Cohen da a entender lo contrario es un embustero”, agregó.
El actor, poco cómodo con dar demasiadas entrevistas fuera de personaje, no se ha pronunciado en las últimas horas, pero sí ha sido claro en que deseaba estrenar su nueva cinta antes de las elecciones de EE.UU. del próximo 3 de noviembre. “Tuve que tocar la campana de alarma y decir que la democracia está en peligro este año”, explicó a The New York Times hace unos días.
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