Los temores de la oposición ante la súbita ronda de reuniones convocadas por Piñera
A los presidentes de partidos opositores los comprometieron el fin de semana para ir a La Moneda entre mañana y pasado a conversar, por separado, con el mandatario. No alcanzaron a coordinarse entre ellos. Sus parlamentarios temen un "pirquineo por arriba" de votos para la reforma tributaria o el control preventivo de identidad, pero algunos dirigentes lo niegan.
A la oposición le ha pasado al menos una vez, en el arranque de este gobierno, cuando La Moneda convocó a "mesas de trabajo" por temas como infancia, salud y seguridad: hubo partidos en que militantes históricos -como el alcalde PS Johnny Carrasco- sorprendieron a sus directivas aceptando el llamado y sumándose, con fotos en Palacio y todo. Ahora, la súbita ronda de bilaterales a la que el Presidente Sebastián Piñera está "invitando" a los jefes de los partidos del sector está reavivando el temor del "dividir para reinar" y que el mandatario termine obteniendo o acercándose a acuerdos por separado en busca de los votos que le faltan en el Congreso para sus reformas.
La aprensión está súper presente en la ex Nueva Mayoría. De partida, los jefes de los colectivos fueron contactados y/o comprometidos durante este caluroso fin de semana. Las citas quedaron fijadas para mañana y pasado. ¿Coordinarse? ¿Concordar agenda, temas? No, nada de eso. Con tan poco margen no han tenido tiempo, ni tampoco ha estado en su ánimo ni en su urgencia. Sí lo comentaron cuando comenzaron a ser convocados, pero "no nos pedimos permiso", dice uno de ellos. Pero también, cuentan, incide el hecho de que las conversaciones con "con agenda abierta", y que éstas sean uno-a-uno, no todos juntos.
Hubo apuro del gobierno por cerrar citas. Por ejemplo, al líder DC Fuad Chahín le querían "dar hora" para hoy mismo, pero él pidió que fuese mañana. En su mesa dicen que como no hay agenda clara "es bien difícil coordinarse" con los otros partidos.
Con el teatro de operaciones en el Congreso ya tenso, tanto en algunas directivas como entre parlamentarios op0sitores hay voces que creen que el gobernante podría aprovechar la ronda para "pirquinear por arriba" lo que falta para avanzar en el Legislativo. En el PS algunos leen que podría intentar negociar con algunos partidos apoyos para la reforma tributaria o el control preventivo de identidad; la directiva del senador Álvaro Elizalde tiene claro el riesgo, pero en esta vuelta no criticarán a La Moneda antes de ir sentarse a la mesa.
En el Partido Comunista -que, al igual que los del Frente Amplio- aún no recibe la invitación, dicen que dicho tema probablemente lo aborden en la comisión política que tienen fijada a las 15.30 horas de hoy.
"Es siempre preferible una coordinación opositora. He hablado con otros presidentes, y en los grandes temas tenemos coincidencias. Reunirse antes no lo veo factible por el escaso tiempo, pero sí intercambiar puntos de vista con posterioridad a los encuentros que tengamos con el Presidente, pues no serán reuniones resolutivas. En mi partido, al menos, si tendremos la oportunidad de preparar la reunión que yo tengo", hace ver el jefe del PPD, Heraldo Muñoz.
Uno de los senadores de sus filas, Felipe Harboe, dice que "me parece bien la invitación, pero sería bueno que los presidentes de partidos de oposición tuvieran claro que, más allá de la convocatoria que busca una foto, se requiere ser claros en que para lograr acuerdos, se requiere voluntad real de ceder y no solo intentar imponer una visión".
El ex canciller dice esperar que "exista flexibilidad de parte del gobierno para llegar a acuerdos, pues la oposición ya ha demostrado disponibilidad a negociar"; él priorizará "la reforma previsional, que debe conducir a un sistema de seguridad social con pensiones dignas" un "plan integral de seguridad ciudadana, que vaya más allá del foco en el control de identidad", la reforma tributaria, y "aquello que el Presidente quiera discutir".
En el PS, el diputado Marcelo Díaz no tiene "ninguna duda de que el objetivo del Presidente con esta ronda de conversaciones es tratar de conseguir apoyo para sus proyectos. Él sabe que si consigue el apoyo de uno de los partidos -que a su vez sea capaz de asegurar los votos de sus bancadas-, puede tener votos para sacar sus reformas. Pero eso está por verse". Por lo mismo, advierte que "los presidentes de partido tienen que ser prudentes: sería precipitado que de estas reuniones salgan compromisos formales. Los presidentes de partidos tienen el derecho y deber de ir a conversar, pero también de asegurar que la oposición se coordine".
Añade que "en la Cámara de Diputados, a partir de lo que fue la instalación de la mesa, hay un ánimo de coordinación legislativa ante los proyectos más sensibles. Entonces, me imagino que ningún partido estará en condiciones de llegar a estas reuiones, aunque sean ahora mismo, a comprometer algo que no pueden".
Desde el PR -colectivo que ha coincidido con La Moneda en más de algún proyecto-, su jefe, Carlos Maldonado, rechaza tales temores. "Son aprensiones sin fundamentos. Los presidentes de partido somos personas maduras y con experiencia política: nadie va a ir a comprometer ni entregar nada que no sea una postura institucional de su partido", retruca, y agrega que "si los temas macro del país los pudiera resolver el Presidente Piñera con una conversación con uno u otro presidente de partido, o lograr que uno u otro se sume a sus iniciativas con un cafecito, estaríamos en un escenario bastante malo. Vamos a ir a conversar de buena fe con el Presidente".
-A él no se le va una.
-Bueno, a nosotros tampoco.
Con todo, algunos ven la mitad llena del vaso. "Es mucho mejor este espacio, que el Presidente haga esta ronda de diálogo, que estar todos los lunes machacando a la oposición, acusándola de todo y creando este dilema de buenos y malos. No tien mayoría en el Congreso y la necesita", hace ver Carlos Correa, columnista de La Tercera, consultor y académico UDP.
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