Veto de bancada republicana pone en jaque postulación de diputada Pérez (Demócratas) a presidencia de la Cámara

Joanna Perez

"Ellos (Demócratas) tienen una forma de trabajar, en que no miden las consecuencias. Un día están con una posición, al día siguiente están con otra posición", dijo el diputado Cristóbal Urruticoechea (republicano).


Dos semanas de suspenso vivirá la Cámara de Diputadas y Diputados que el 15 de abril debiera resolver quién encabezará la corporación por los próximos meses.

En la sesión de este lunes en la tarde se dará cuenta de la carta de renuncia del actual presidente de la institución, el diputado Ricardo Cifuentes (DC), cuya dimisión debe ser votada la próxima semana. Solo en caso de que la renuncia sea aceptada por la sala se procedería a la fase siguiente: la elección del nuevo presidente.

Si bien la posibilidad de retener el control de la Cámara se ha complicado para el oficialismo, que busca levantar una carta del PC para la presidencia, el camino tampoco está despejado para la oposición, donde existe un consenso mayoritario, pero no unánime, de postular a la diputada Joanna Pérez (Demócratas).

Su postulación ha sido promovida por su propia bancada y por los comités de Evópoli, la UDI y RN, que están conscientes de que la única forma de arrebatarle la presidencia de la corporación al oficialismo era atrayendo a parlamentarios de fuerzas no alineadas o de centro como Demócratas, Amarillos o el Partido de la Gente (PDG).

Este acercamiento, que probablemente se reflejará en un pacto electoral por los próximos años, ya tuvo una manifestación en el recambio de autoridades en la mesa del Senado, con la elección de José García (RN) como presidente y de Matías Walker (Demócratas) como vicepresidente.

El problema de Joanna Pérez es que desde la bancada del Partido Republicano públicamente han comenzado a poner reparos a su candidatura.

Semanas atrás, la diputada Chiara Bachiesi (republicana) fue la primera en advertir que la postulación de la legisladora de Demócratas, que hace un año y medio militaba en la DC, podría no contar con el respaldo de su bancada. “Veo muy difícil que Joanna Pérez sea la próxima presidenta de la Cámara. Falta mucha agua que pase bajo el puente. Faltan días que son cruciales. Hay algunos que les gusta la negociación entre cuatro paredes, de entregar y ofrecer cosas, pero los republicanos tenemos una forma distinta de hacer política”, indicó la legisladora republicana, cuyas palabras encontraron eco en sus pares de partido.

“Tengo dudas (con ella), porque en un minuto la diputada Pérez pactó para que hoy gobernara el Presidente Gabriel Boric. No midieron las consecuencias. Ellos (Demócratas) tienen una forma de trabajar, en que no miden las consecuencias. Un día están con una posición, al día siguiente están con otra posición. Posiciones ambiguas, que tienen consecuencias graves en política. Y uno no sabe a lo que se va a enfrentar. En lo personal, me costaría mucho poder tener una comunicación serena si es que ella presidiera la Cámara, con el historial que ha tenido, en estos dos períodos, frente a los distintos gobiernos”, dijo el diputado Cristóbal Urruticoechea (republicano), quien es compañero de distrito de Pérez en la Región del Biobío.

Incluso, Urruticoechea comentó que le gustaría competir con un legislador de su partido para la presidencia.

El diputado Agustín Romero (también militante republicano) señaló que no tiene un “rechazo a priori” a Joanna Pérez, “pero nos gusta mucho más, desde el punto de vista valórico, que a nosotros no preocupa mucho, el diputado Miguel Ángel Calisto. Él refleja mucho más lo que a nosotros nos gustaría que fueran las prioridades”.

“Joanna Pérez es una de las personas, pero no sé si es la mejor (para presidir la Cámara). No tengo nada contra ella, pero no sé si sea la mejor persona para interpretar transversalmente lo que quisiéramos en la Cámara de Diputados”, añadió Romero, quien admitió que la desconfianza se debe a que ella, en el pasado, ha pactado con el PC. “Nos gustaría que nos dé garantías, que va a aguantar las presiones de los comunistas y del gobierno”, agregó.

No obstante, Romero señaló que el tema de fondo es evitar la llegada del Partido Comunista a la presidencia de la Cámara: “Tenemos la preocupación de que el PC impulse una agenda valórica contraria a nuestros principios y, por eso, es tan importante que no lleguen. Considerando, además, que ya nos notificaron que van a hacer presión cuando no tengan los votos”.

Sin anticipar su postura, el jefe de esta bancada, Stephan Schubert (independiente republicano) dijo que “no queremos ni hemos pedido un cargo para nosotros, pero sí consideramos que, por el prestigio de la Cámara, al país hay que ofrecerle buenos nombres, que sean objetivos e imparciales, que permitan una discusión saludable en la Cámara”.

Agregó que solo una vez que se formalicen las candidaturas fijarán una posición definitiva. En todo caso, adelantó que su comité tiene dos criterios para resolver. Primero: “la Cámara no debe ser conducida por el PC”, y, en segundo lugar, “es necesario que el gobierno tenga un contrapeso en la Cámara”.

El desmarque de la bancada republicana, que tiene 12 diputados, sería un golpe severo a las aspiraciones de la oposición, ya que derrumbaría la base hipotética de 76 votos (de los 78 necesarios) para tratar de tomar el control de la Cámara.

Este piso teórico de votos se compone de seis legisladores de Demócratas, 23 UDI, 22 RN, cuatro Evópoli, un Amarillos (Andrés Jouannet), un independiente (Francisco Pulgar) y siete integrantes del comité socialcristianos-independientes, además de los 12 republicanos.

Sin embargo, sin los legisladores del partido que lidera José Antonio Kast, la eventual postulación de Joanna Pérez bajaría a 64 apoyos e inevitablemente obligaría a que la elección de la presidencia de la Cámara se resuelva en una segunda vuelta, donde ganaría el diputado o diputada que logre más votos, sin necesidad de que haya mayoría absoluta (78 votos).

Ex-DC

Joanna Pérez fue militante democratacristiana y es representante del Biobío. Durante años ha sido el brazo derecho de la senadora y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón.

Compitió fallidamente en las elecciones internas de la DC en 2022, apoyada precisamente por Rincón, pero terminó renunciando a la Falange luego del cisma que generó la decisión del partido de apoyar el Apruebo en el plebiscito de ese año, en el que finalmente se rechazó el texto de la fracasada Convención Constitucional.

“Abandonamos a nuestros electores y el partido fue secuestrado por la izquierda”, dijo Pérez (hoy militante de Demócratas) tras renunciar a la DC en diciembre de 2022.

Oriunda de Rancagua, estudió administración pública en la Universidad de Concepción. Después realizó un magíster en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad del Desarrollo. Desde entonces se radicó en la Región del Biobío, donde desarrolló su carrera profesional y política.

Casada con Marco Antonio Hernández (exdirigente DC) y madre de dos hijas, postuló por primera vez a la Cámara en 2013, en el distrito de Arauco y Lota, pero salió tercera bajo el sistema binominal. Fue superada por Manuel Monsalve (PS) e Iván Norambuena (UDI).

Logró su revancha cuatro años después. En las reñidas elecciones de 2017 alcanzó el quinto escaño asignado a su distrito, gracias al nuevo sistema plurinominal. Su proclamación, sin embargo, no fue fácil. En el primer conteo de votos Pérez no estaba resultando electa, pero en una revisión del escrutinio finalmente desplazó a la candidata María Carolina Ríos (UDI). Aquella definición terminó en el Tribunal Calificador de Elecciones, que ratificó a Pérez como ganadora.

En 2021 la legisladora fue reelecta y se transformó en referente de la bancada DC, que renovó a gran parte de sus integrantes. Ello la transformaba en la candidata natural para presidir la Cámara, aspiración que ella declinó, a inicios de 2022, en favor de su camarada Miguel Ángel Calisto (independiente Demócratas), debido a que en esa época estaba compitiendo para presidir la DC.

No obstante, el pacto administrativo se rompió, Pérez perdió las elecciones internas de la DC y, junto a otros dos legisladores (Calisto y Jorge Saffirio), abandonó la bancada falangista para sumarse a Demócratas.

En las actuales tratativas, Chile Vamos le ofrece la presidencia de la Cámara a Demócratas y eventualmente una vicepresidencia al PDG, a cambio de ejecutar un drástico cambio en la composición y en las jefaturas de comisiones legislativas (que en la práctica tienen mayor incidencia para definir qué proyectos se priorizan y se discuten).

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