Yo cambiaré mi nombre registral: historias tras la partida de la Ley de Identidad de Género
Hoy entró en vigencia la Ley de Identidad de Género en Chile y quienes tengan una hora tomada podrán solicitar el cambio de su nombre registral. Detrás de este trámite legal siempre existe un tránsito sexual y una historia personal que contar.
Mayores de edad sin hijos, jóvenes de 14 a 18 años y personas que incluso estén bajo un vínculo matrimonial. A partir de hoy, todos podrán solicitar un cambio registral de su identidad. Desde esta mañana comenzó a entrar en vigencia la Ley de Identidad de Género.
La presidenta de Iguales, Alessia Injoque, quien también espera tomar su hora para materializar su nombre en forma legal y sepultar a Alejandro, su registro al nacer. "Somos conscientes en que esto es solo un primer paso", dice Alessia. "Quedamos en deuda con los niños, que quedaron fuera de la ley, y además hay deudas con la comunidad trans en educación, salud y trabajo", agrega.
El Registro Civil cifró en 921 solicitudes para realizar los cambios.
Elisa, Sevastian, Daniela, Andy y Alejandra, poseen un día y una hora para que el Estado les otorgue la identidad legal con la que se sienten felices. Y aquí, cuentan sus procesos.
Elisa dejó hace más de un año de ser Andrés
Un viernes 8 de noviembre pasado, Elisa Mardones (en las fotos) dio por finalizada su vida como Juan Andrés. Al lunes siguiente entró a su trabajo vestida de mujer y desde entonces que sus correos están a nombre de Elisa, sus tarjetas de visita tampoco dicen Andrés y nadie la llama de otra forma que no sea su nuevo y elegido nombre. "Ese viernes se cerró la cortina como Juan Andrés", dice ella.
En abril 2019, Elisa (32 años) comenzó un tránsito hormonal que sigue en curso. Tiene hora para hacer el cambio de nombre registral para el día 23 de enero próximo.
Es sicóloga y trabaja en una consultoría de recursos humanos, en la empresa Willis Tower Watson. Dice que el apoyo ha sido total y que su cambio de nombre responde principalmente a un asunto práctico. "Es un paso importante", dice, "pero lo llevo más al día a día, como entrar a la recepción de un edificio, al banco donde ven mi carné y me preguntan si voy en representación de mi marido".
Sevastian pide que existan cupos trans
"Esta ley sirve para reforzar nuestra identidad. Para que seamos respetados en la sociedad". Esa es la impresión que tiene Sevastian Garrido (25), quien el 30 de diciembre tiene hora para hacer el cambio registral y que dicho nombre sea reconocido como suyo.
Él es de Pitrufquén y quiso hacer su transición en la comuna, pero por la falta de especialistas tuvo que ir a Temuco. Pero la imposibilidad de usar su nombre social ha sido uno de sus mayores problemas. Por ejemplo, cuando va a una entrevista laboral y se dan cuenta que su nombre original no coincide con su identidad, no lo llaman para ocupar el puesto.
"Falta un cupo laboral para las personas trans, ya que tenemos los mismos derechos que el resto", plantea.
A su juicio, la ley es un avance, pero "falta mucho por hacer, porque dejó fuera a les niñes trans, no respeta su derecho a tener identidad".
Daniela tiene hora para hoy mismo
Planea celebrar cuando, al cabo de los 45 días que fija la ley para acoger una solicitud de cambio registral, pase por fin de llamarse Tomás a Daniela Varas.
Es publicista y acaba de ser reclutada por Dunkin Donuts, por lo que aprovechará este hito para tener un contrato con su nuevo nombre.
Para hoy a las 13.30 horas tenía número para solicitar el cambio en el registro Civil de Escuela Militar. Como todos las personas solteras sin hijos, debía llegar hasta con dos testigos que acrediten que se encuentra en pleno conocimiento de lo que hace. "Es simbólico también -dice-, estudié literatura y estoy muy involucrada en el tema del lenguaje. La palabra hace realidad. Y también por el lado práctico lo hago: o sea, voy al médico y llaman a Tomás y Tomás no existe", dice Daniela, de 31 años, lleva 15 meses experimentando el tránsito de hombre a mujer.
Para Andy, la ley les entrega dignidad
El 6 de enero, Andy González hará su cambio de nombre registral. Su cédula de identidad llevará ese nombre gracias a un trámite que ahora es gratuito, pero que antes tardaba mucho tiempo y dependía de la decisión de un juez.
"En ese proceso, pedían un certificado psicológico, uno psiquiátrico, a veces pedían certificar que uno no está casado, había que ir al Servicio Médico Legal a que fotografíen tus genitales… la mayoría de la gente abandonaba el trámite para no pasar por esos tratos indignos", cuenta.
Según él, ese es el gran cambio que trae la ley: "Nos da un trato digno", dice.
Sin embargo, cree que la ley debe incorporar también a los migrantes. "Conozco chicos trans que vienen de Venezuela, donde no pudieron continuar con el tratamiento de hormonas. Y debería amparar a todas las diversidades, como a las personas no binarias".
Su cambio es solo una letra en el nombre
Alejandra (23) fue la primera persona que llegó al Registro Civil de Renca para tomar una hora y realizar su cambio de nombre registral. Lo suyo es solo una letra porque, pese a parecer mujer desde hace dos años, en su cédula de identidad todavía figura como Alejandro.
Sus papás son evangélicos y les ha costado entender el tránsito de Alejandra. Ellos aun no saben que hará el cambio legal por lo que prefiere mantener su apellido en reserva.
Pero comenta: "Me gusta mi nombre", dice, y es por eso que el cambio será de solo una letra. "Nunca he vivido una discriminación muy fuerte", dice Alejandra, pero explica que necesita hacer el cambio: "Al momento de hacer trámites es terrorífico. Por agosto se me perdió el pase escolar y lo fui a renovar. Pero en la Universidad Alberto Hurtado tenían los registros de alumnos con nombre social. Pero para sacar el carné tenía que tener el nombre legalizado. Me dijeron que no me podían atender. Estuve mucho tiempo sin pase escolar por esto, por una letra", cuenta.
De acuerdo al ministro de Justicia, Hernán Larraín, "son muchas personas que tenían situación de discriminación que hoy tienen su nuevo ser. Es un paso fundamental".
"Es un reconocimiento a personas que estaban invisibilizadas y discriminadas, en posiciones abusivas que hacían que su situación estuviera considerada como negativa. Son personas que necesitaban un reconocimiento", agregó Larraín.
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