Eran las 21.30 horas de este jueves y, pese a que su nombre y su rostro estaban en todos los canales de TV y portales de noticias, Luis Castillo Opazo (38) no lograba recuperarse de los efectos de la cocaína, pasta base y varios litros de pisco que consumió durante la juerga que protagonizó la noche anterior. Sentado en el calabozo de la Comisaría de Copiapó no podía hilar palabras, mucho menos declarar y entregar su versión de lo ocurrido a la Fiscalía.

Castillo también estaba ajeno a todo lo que estaba ocurriendo a 806 kilómetros al sur, en el Palacio de La Moneda, donde la noticia de su detención cayó como una bomba, pues reabrió las críticas a la polémica decisión del Presidente Gabriel Boric se indultar a 13 reos el 30 de diciembre de 2022 obviando sus prontuarios.

Cuando fue aprehendido, Carabineros informó que el delito era un secuestro. La pareja de H.D.A.A. (42) había denunciado que este último, quien estuvo “carreteando” con Castillo, le había mandado un WhatsApp diciéndole que había sido víctima de plagio, que estaba en la cajuela del auto y compartió su ubicación.

Fue ahí cuando la policía dio con el vehículo que estaba estacionado en un servicentro de la ciudad nortina y procedió a aprehender a Castillo y a otras de las personas que estaban arriba del auto, entre ellas dos menores de edad.

Las primeras diligencias hicieron dudar de la versión entregada por la víctima, porque aparecieron imágenes de él con el imputado compartiendo animadamente unas horas antes. La hija de Castillo, en tanto, salió a señalar que todo era parte de una noche de excesos y que no existió ningún acto delictual. En esas horas de confusión, la vocera de gobierno, Camila Vallejo, enfatizó que se trataba de un “presunto” secuestro.

Con el correr de las horas se confirmó que la investigación apunta a despejar el delito de secuestro. La querella interpuesta por el Ministerio del Interior el mismo jueves señala ese delito. Y este viernes, en la formalización a puertas cerradas, la Fiscalía de Copiapó imputó cargos a Castillo por secuestro extorsivo, robo con violencia y retención de persona, además manejo bajo los efectos de drogas y alcohol.

La tesis del Ministerio Público respecto a lo ocurrido durante la madrugada de este jueves en Copiapó es una: fue un secuestro.

Y es que, según señaló la Fiscalía Regional de Atacama este viernes a través de un comunicado, “los imputados y la víctima compartieron bebidas alcohólicas y drogas, pero luego estas mismas personas secuestraron al hombre de 42 años, a quien golpearon y encerraron en el maletero del vehículo. El mismo automóvil que, además, habrían ofrecido a un sujeto para que este fuera llevado hasta Bolivia.

El fiscal jefe de Copiapó, Christian González, sostuvo que la Fiscalía “investigó con objetividad y acuciosidad todas las versiones que se dieron en este caso, llegando a la seria convicción de que los hechos sí ocurrieron y que en ellos hubo participación de todos los imputados”.

¿Extorsión por $ 10 mil?

“Estoy secuestrado, necesito $ 10 mil”.

Este habría sido el mensaje de WhatsApp que recibió la pareja de H.D.A.A. Ya eran cerca de las 7.50 del jueves cuando la mujer recibió el mensaje que alertó a las policías.

Para el defensor regional, Raúl Palma, la versión del secuestro es inverosímil. “En todos mis años de experiencia nunca un secuestro extorsivo es por un monto de ese tipo. Lo que hay aquí es un tour noctámbulo en que se cometieron delitos, pero no de la gravedad que está imputando la Fiscalía”, sostuvo el abogado de Castillo a La Tercera.

Junto con esto, Palma apuntó a que lo que hay en este caso es una víctima a la cual el Ministerio Público decidió creerle. Insistió también en que es imposible que una persona con el nivel de intoxicación de Castillo haya podido urdir un plan de este tipo.

En la formalización de cargos se supo que fue el propio H.D.A.A. quien subió a Castillo y a otras mujeres a su auto. Existen imágenes que muestran cómo en el periplo la mayoría del tiempo fue él quien condujo, por lo que no estaba retenido. En la audiencia se expuso que las magulladuras de la víctima -que fueron reveladas por la Fiscalía- podrían deberse a las veces que se cambió de posición en el auto: estuvo de copiloto y también en el puesto trasero.

Este sábado a las 10.00 el tribunal decidirá si accede a la prisión preventiva de Castillo, quien hace exactos 351 días había logrado salir de la cárcel. La decisión del tribunal abre algunas interrogantes como ¿qué pasa con su beneficio de indulto si queda preso?

El escenario judicial

Desde que dejó la cárcel a principios de este año, Luis Castillo se trasladó a vivir junto a su madre y su hija adolescente, la misma que el jueves intentó defenderlo de las imputaciones de secuestro.

La detención de Castillo tomó por sorpresa al gobierno y a Gendarmería, que le ha hecho seguimiento desde que salió libre.

Si bien no había aceptado formar parte de programas de reinserción que se le ofrecieron -y a los cuales no está obligado-, cada mes cumplió con el régimen de firma al que estaba sujeto.

Con todo esto, el futuro judicial del hombre de 38 años es cuesta arriba. Y es que de ser condenado por un nuevo delito, este será considerando como una agravante, ya que quebrantó su medida de remisión condicional.

De lo que sí hay certeza es que Castillo el próximo 7 de enero cumplía el tiempo de su condena y su paso por la justicia tras el estallido social.