Antony Beevor: “La muerte de la Reina Isabel marca el final de una era y, de cierta manera, el fin de un estilo de vida”
En conversación conLa Tercera, el escritor británico -quien compartió en el castillo de Balmoral con la monarca- estima que los británicos aún no saben cómo absorber la muerte de la reina, considerando que estuvo por 70 años como jefa de Estado. En cuanto al reinado de Carlos, dice que habrá cambios para la realeza y advierte que es posible que quienes abogan para que el país se convierta en una república retomen ese debate.
Antony Beevor, reconocido historiador británico que ha estudiado en profundidad los acontecimientos clave del siglo XX, también ha tenido cierto acercamiento con la familia real. En septiembre de 2009 recibió la invitación de la Reina Isabel II para pasar un fin de semana junto con su esposa en el castillo de Balmoral en Escocia, el mismo lugar donde la monarca falleció el jueves a los 96 años y tras 70 años de reinado.
La invitación sorprendió a Beevor (Kensington, 1946) ya que coincidía con la fecha anual en que los primeros ministros visitan en exclusiva el palacio en Escocia, y que ese año le correspondió al laborista Gordon Brown. El autor de Berlín: La caída, 1945. -que sirvió como oficial del Ejército británico-, no pudo rechazar la invitación real.
Por entonces el diario The Telegraph comentó que Isabel II le quería dar una lección a Brown sobre la guerra en Afganistán y por eso no había encontrado a nadie mejor que Beevor para que conversaran. Pero el historiador, indicó el periódico, no quiso entrar en detalles cuando le preguntaron sobre qué discutió con el primer ministro y la reina. Diplomáticamente, su esposa señaló: “Fue un gran honor. Salió muy bien, pero eso es todo lo que nos gustaría decir al respecto”.
Ocho años después, el 17 de febrero de 2017, Beevor volvió a tener contacto con la realeza cuando fue nombrado caballero en el Palacio de Buckingham. El honor fue otorgado “por servicios en apoyo del desarrollo profesional de las Fuerzas Armadas”.
Antony Beevor es considerado el mayor experto en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). No por nada ha publicado nueve libros sobre ese conflicto, repletos de datos desconocidos e infinitos detalles que ha logrado recopilar gracias a años de investigación en terreno. Entre sus mayores obras destacan Stalingrado; El día D. La batalla de Normandía; La guerra civil española y Rusia: Revolución y guerra civil 1917-1921, su última obra que terminó poco antes de que Rusia invadiera Ucrania, el 24 de febrero pasado.
Poco después de que el Palacio de Buckingham informara del fallecimiento de la Reina Isabel II el jueves, Beevor conversó por teléfono con La Tercera para analizar la huella que dejó la monarca y el sello que podría tener esta nueva etapa para la familia real al mando del Rey Carlos III.
Isabel II falleció en un momento complejo para Reino Unido: Liz Truss acaba de asumir como primera ministra y el país se encuentra en medio de una severa crisis económica. ¿De qué manera recibe el fallecimiento de la Reina?
Obviamente, el mismo hecho de que ella haya ejercido una influencia tan grande e importante por tanto tiempo en el país, significa que la mayoría de las personas aquí aún no pueden absorber lo que está ocurriendo tras su fallecimiento, porque obviamente estamos frente al final de una era y, de cierta manera, se puede decir que es el fin de un estilo de vida. Las personas realmente aún no tienen una idea de cómo las cosas se van a desarrollar en el futuro, con Carlos como rey. Porque hay que tener en cuenta que, como dices, todo esto ocurre en momentos desastrosos en la política británica, a lo que suma la guerra en Ucrania, la crisis energética y el cambio de gobierno. Sin ir más lejos, fue recién el martes que la Reina Isabel II recibió la renuncia del primer ministro Boris Johnson y luego se anunció a una nueva primera ministra, Liz Truss. Desde ese punto de vista, de cierta forma, es como que todo se ha juntado.
¿Cuál considera que es el principal legado de la Reina Isabel II?
Su legado es uno de completa admiración por el deber, y uno completamente incorruptible: nunca dejó de desempeñar el papel que se le exigía. Y, en cierta manera, tenía el sentido del deber de la generación de la Segunda Guerra Mundial. Eso fue muy importante para las personas, aquella situación en la que la familia real decidió permanecer en el Palacio de Bukingham junta, en momentos en que Londres era bombardeada. Eso fue algo que la gente no olvidó. A nivel personal, no era alguien muy intelectual, sin embargo, era una persona muy inteligente, nunca pretendió ser lo que no era; se puede decir que era más bien modesta y con mucho sentido del humor. Ella tenía un sentido del humor excepcional, hacía bromas de forma muy sutil e incluso en momentos en que uno ni siquiera se daba cuenta de que estaba haciendo una. En momentos turbulentos ella entregaba tranquilidad a la nación, entregaba confianza con la sabiduría de alguien que ha estado al frente por décadas. Aunque es sabido: le gustaba la vida al aire libre, prefería estar así que encerrada en el palacio. Le gustaban mucho los caballos.
¿Qué sello podría tener el reinado de Carlos? ¿Cree que se produzca un cambio considerable en la monarquía?
Claramente, la de Carlos será una monarquía diferente, las cosas cambiaron para él una vez que se casó con Camilla. Porque cuando Carlos se separó de Diana la gente estaba en contra de Camilla y ese fue un momento complicado para la familia real. Sin embargo, ahora las cosas han cambiado y la gente tiene una opinión distinta sobre ella. Por otro lado, Carlos tiene un sello más dedicado al medio ambiente, ha promovido este tipo de políticas, lo que está bastante bien. Al mismo tiempo, es probable que las personas que están a favor de que el país sea una república comiencen a abogar en esta línea, considerando justamente el fin de una era con el fallecimiento de Isabel II. En países como Australia, donde la monarca es reconocida también como jefa de Estado, es algo que se ha discutido y es posible que el tema se vuelva a retomar, al igual que en otros países de la Commonwealth, que también han manifestado su intención de ser república.
En este sentido, ¿cree que haya cierto simbolismo considerando que ella murió en Escocia, donde hay intenciones independentistas que su ministra principal, Nicola Sturgeon y el Partido Nacional Escocés (PNS), quieren llevar adelante?
En realidad no creo que sea simbólico. A ella le encantaba ir a Balmoral y es allí donde pasaba todos los veranos. Ha sido la residencia de veraneo, entonces coincidió con el deterioro de salud, así que no veo un simbolismo en eso. Como mencioné, a ella le encantaba la vida al aire libre, estar con sus caballos, ella amaba Balmoral. Lo único que cambió este año, eso sí, es la situación política, porque Boris Johnson dejó su cargo y asumió Liz Truss. A lo que se suma la complejidad que atraviesa el país producto de la guerra en Ucrania, de situaciones de las que ella siempre estaba muy al tanto. b
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