Canadá: el nuevo destino para los migrantes que huyen de EE.UU. para pedir asilo
Pese al frío y la nieve que hoy cubre la frontera, cientos de migrantes desencantados con EE.UU. cruzan hacia el país del norte en busca de mejor suerte. Se trata de un fenómeno que ya se hace sentir en Canadá, cuya población creció en más de un millón de personas en 2022.
En medio del frío y la nieve, la zona de Roxham Road, una carretera rural ubicada en el norte del estado de Nueva York, y que conecta con la provincia de Quebec, es testigo de cómo docenas de inmigrantes cruzan a diario la frontera hacia Canadá para comenzar una nueva vida, en lo que se ha convertido en uno de los pasos irregulares más famosos del país.
La situación que vive Canadá y la inmigración desde la frontera con EE.UU. llegó a cifras récord. En 2022, se estima que cerca de 40.000 personas cruzaron hacia el territorio canadiense para pedir asilo a través de Roxham Road, mientras que solo en enero de este año la policía interceptó allí a casi 5.000 migrantes.
Según datos de Statistics Canada difundidos el jueves, la población del país creció en más de un millón de personas en 2022, el mayor aumento en un año desde 1957. En este escenario, la migración internacional supuso el 96% de este crecimiento.
La popularidad de este paso fronterizo se debe a que se salta el llamado “Acuerdo del Tercer País Seguro” entre EE.UU. y Canadá, que fue firmado en 2002 y que obliga a los migrantes a pedir asilo en su primer país de desembarco. Sin embargo, el acuerdo solo afecta a los puestos de entrada oficiales, generando un vacío legal respecto a los pasos irregulares, como Roxham Road.
Esto, sumado a la buena reputación de Canadá, generó una ola de inmigración que afectó principalmente a la provincia de Quebec, que recibe a gran parte de los migrantes que llegan desde Estados Unidos. Debido al alto flujo, Quebec sufrió un colapso de sus servicios sociales y su capacidad de alojamiento, los cuales, según las autoridades, están llegando a su límite.
El sueño americano
La migración masiva a Canadá responde también a la imagen de EE.UU. como un país poco amigable con los migrantes, según contaron algunos de ellos a la cadena BBC.
Una de esas historias es la de Joshua, hombre venezolano quien, tras vivir exiliado en Chile sin documentos durante cinco años, decidió viajar a EE.UU. y cruzar hacia Canadá en busca de un futuro mejor. En declaraciones al medio británico, aseguró que “Canadá le dio la bienvenida”. “Otros países no son tan amigables con los migrantes irregulares”, comentó.
Otra historia, relatada por Reuters, es la de Zulema Díaz, mujer peruana de 46 años que huyó de su país tras ser secuestrada, golpeada y asaltada. Viajó a EE.UU., pensando que tendría seguridad, pero en cambio vivía sin hogar y fue víctima de acoso sexual mientras trabajaba en un hospital.
En aquel momento, el anuncio de que Nueva York distribuía boletos de bus gratuitos hacia Plattsburgh, ciudad cercana a la frontera con Canadá, “se presentó como un milagro” para salir del país, tras su mala experiencia.
Para ambos, el ideal de Estados Unidos como “la tierra de las oportunidades” se había desvanecido. “El sueño americano murió hace muchos años”, contó Joshua a BBC. “Mi nueva casa es Montreal. La única casa que tengo”.
France-Isabelle Langlois, directora general de Amnistía Internacional para la Canadá francófona, comentó a The New York Times sobre este fenómeno: “Estamos perdiendo de vista el hecho de que se trata de seres humanos que huyen de situaciones muy, muy difíciles. No son malas personas, ni siquiera aquellas cuyas solicitudes son finalmente rechazadas. No podemos olvidar que, básicamente, estas personas buscan mejorar su suerte, como haríamos todos”.
Tensión política
La situación de los migrantes generó tensión dentro del gobierno canadiense. Sectores de oposición presionaron al primer ministro Justin Trudeau para tomar acción inmediata frente a la problemática, solicitando el cierre de Roxham Road y la modificación del tratado con EE.UU., en el marco de la visita del Presidente Joe Biden a Ottawa esta semana.
Sin embargo, Trudeau se negó a cerrar el paso, argumentando que esto solo impulsaría a los migrantes a tomar rutas más arriesgadas. “El reto no es decir: ‘Oh, deberíamos cerrarlo’. El reto es cómo cerrarlo, cómo asegurarnos de que la gente no decida cruzar irregularmente a Canadá, para proteger la integridad de nuestro sistema de inmigración, pero también para mantenernos fieles a nuestros valores”, expresó el primer ministro.
Durante la visita de Biden a Canadá, ambos países llegaron a un acuerdo para modificar el Acuerdo del Tercer País Seguro, restringiendo la entrada mediante pasos como Roxham Road y dando facultad para realizar “devoluciones” a quienes intenten cruzar. A cambio, Canadá se comprometió a crear un programa para recibir 15 mil migrantes que huyen de la violencia en sus países, según The New York Times.
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