Claudio Orrego (DC): “El gobierno debe perder el complejo contra la violencia, es prerrequisito para impulsar su agenda social”

Claudio Orrego

El gobernador de la RM ha debido abrirse paso en un cargo que aún se acomoda en la burocracia del aparato estatal. Y aunque sus atribuciones son pocas, opacado por la figura de la delegada presidencial, ha conseguido influir en materias de vivienda, escasez hídrica y planificación vial. Respecto a la delincuencia, critica duramente la mirada que ha tenido la coalición oficialista: “Ciertos sectores de Apruebo Dignidad tienen un complejo frente a la seguridad”.


Para dar esta entrevista, Claudio Orrego (DC), el gobernador de la Región Metropolitana, estaba a la espera de una respuesta del Presidente Gabriel Boric. Hace un mes y medio le envió una propuesta formal, donde le proponía estar a total disposición para coordinar dos materias que le urgen a él y a buena parte de los santiaguinos: coordinar una mesa de seguridad para combatir el comercio ilícito y comenzar a diseñar el proyecto con el que busca remodelar el eje Alameda-Providencia.

La semana pasada llegaron las respuestas. “Esa es una atribución alojada en el Ministerio del Interior. Aunque lo invitaremos a participar”, le respondió Boric por escrito para la primera, pese a que desde el año pasado venía coordinando las conversaciones para reducir los problemas de delincuencia, relegando a la figura de la delegada presidencial metropolitana, Constanza Martínez. Pero aún no lo convidan. En la segunda petición, la réplica fue más positiva: “Pediré que sea el gobernador regional quien esté coordinando los trabajos sobre el eje Alameda-Providencia”.

El miércoles hubo saqueos a una cuadra de esta oficina, ¿ya es algo habitual?

Creo que en nuestro país se normalizaron niveles inaceptables de violencia. Este año llevamos más buses quemados que en todo el año anterior y la gente parece no sorprenderse. Si queremos cambios sociales en Chile, primero debemos restablecer niveles básicos de seguridad y orden público que hoy no tenemos. Es más, el manejo firme de la seguridad es la llave de este gobierno para impulsar los cambios sociales.

¿Le ha pesado la ideología al actual gobierno?

Para mí, la violencia no tiene nada de épico; si no se le condena siempre -tanto en lenguaje como en acciones- se termina normalizándola o validándola. Creo que este gobierno aprendió a fuego y rápidamente la importancia de quitarse de encima cualquier complejo en la materia. Ahora, la pregunta es si todo Apruebo Dignidad podrá sacarse estos complejos.

¿Qué cree usted?

Que ciertos sectores del pacto Apruebo Dignidad tienen un complejo frente a la seguridad, la delincuencia y la violencia, por eso es que se oyen discursos que parecen contradictorios.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, el Presidente dice que no quiere más armas en Chile, algo que yo apoyo, pero por otro lado su ministra del Interior no se querella cuando personas la reciben con disparos y armas en el sur del país. Estamos en un momento tan importante para Chile que debemos restablecer los niveles mínimos de orden y frente a eso no hay espacio para el complejo. Mientras no le quitemos el sesgo a la condena de la violencia, al pacto por la paz que ha propuesto el Presidente, le costará ver la luz. Por otro lado, es importante que Apruebo Dignidad se sume a este pacto, porque el resto del país ya se sumó. Quien crea que solo con políticas sociales y con diálogo, por importante y fundamental que sea, podrá hacer frente a grupos armados de distinta naturaleza, está equivocado.

El miércoles eran varios los saqueadores, pero se detuvo solo a una. ¿Carabineros se quedó sin poder de acción?

Sin duda alguna que la institución hoy está debilitada desde el punto de vista de sus recursos y de la legitimidad social, pero paradójicamente la gente está pidiendo mayor presencia de la institución, eso es lo que veo.

¿Estará dispuesto el gobierno a tener mano dura como expulsar migrantes que no respetan la ley?

El gobierno debe perder el complejo contra la delincuencia y la violencia, es un prerrequisito para impulsar la agenda social que tienen, porque los más afectados son los pobres. Algo que no se dice mucho es que los más afectados por homicidios en Chile están en la zona sur de Santiago, no en la zona oriente. En el sur, también es la gente humilde. Entonces, combatir hoy la delincuencia es defender a los pobres.

Si tuviera que escoger un hito donde comenzó la violencia en Santiago, ¿cuál sería?

Es que esto ha ido in crescendo. Algunos dirán que fue con la aparición de los overoles blancos del Instituto Nacional, otros con el vaso de agua que una estudiante le lanzó a la exministra de Educación y mucha gente lo celebró. Humberto Maturana establecía que el lenguaje construye realidad y creo que los fenómenos de violencia que hoy vivimos comenzaron cuando permitimos que a través del lenguaje pudiéramos descalificar e incluso desearle la muerte a alguien. Ahora, hay quienes incluso se tomaron en serio eso de que “hay que quemarlo todo”.

¿Y qué rol puede cumplir un gobierno regional en esta materia?

Espero que no tengamos que esperar 20 años para que se reconozca que los gobiernos regionales del país, pero sobre todo el de esta región, tenemos un rol que jugar en la prevención del delito. Solo un dato: en tres años hemos invertido 73 mil millones de pesos construyendo cuarteles de la PDI, camiones tácticos blindados, los sistemas de televigilancia de los municipios, alarmas comunitarias, iluminación pública. Es decir, aquí el gobierno se está jugando cosas importantes y creo que no le sobran manos.

¿Qué le parece la Mesa de Recuperación de Espacios Públicos que coordina la Delegada Presidencial en el barrio Meiggs?

Valoro que por primera vez un gobierno decida intervenir de forma clara y decidida las mafias del comercio ambulante del barrio Meiggs. Eso es inédito y valorable. Ahora, si no hay una estrategia intercomunal e intersectorial, esta será una golondrina que no hará verano. No basta solo con erradicar a los vendedores ambulantes de un barrio a otro, lo que hay que hacer es erradicar a estas mafias.

Usted había propuesto hace un mes y medio un plan integral al gobierno en esta materia. ¿Por qué no lo invitaron a participar?

Sí, e incluíamos a diversos actores -entre policías, municipios, fiscalía, gremios y vecinos-, con reconversión laboral, recuperación de espacios públicos y persecución penal. Entonces, están bien las señales que ha dado el gobierno, pero creo que no les sobran manos y nosotros les estamos ofreciendo nuestra ayuda y visión en esta materia. Además, son tan graves los problemas que tiene esta ciudad, que uno no puede quedarse en las peleas pequeñas de si lo invitaron o no.

Pero se reunió con la delegada presidencial metropolitana, Constanza Martínez (CS), la semana pasada para presentarle este plan.

Así es, y le manifesté lo mismo que le estoy manifestando a usted. Ellos decidieron invitar solo a los alcaldes para este plan y yo no voy a andar peleando por si me invitaron o no. El problema es muy complejo, está desbordado y creo que al gobierno no le sobran manos.

¿Cómo es su relación con ella?

Buena. En lo personal es buena.

Una de las promesas de campaña del Presidente Boric fue la abolición de la figura del delegado presidencial. ¿Siente que ha dado señales de ello?

Eché de menos que esa promesa se ratificara en la cuenta pública. Ahora, recién van tres meses, entonces es muy temprano para evaluar este proceso. Yo le creo al Presidente Boric cuando dice que él quiere terminar su período con menos poder del que comenzó y espero que sus ministros lo acompañen en esa materia, sobre todo los de Hacienda y la Dirección de Presupuestos, que aún nos tiene las manos atadas como si fuéramos un ministerio más y aún no asume que somos un gobierno autónomo, elegido por votación popular.

Donde sí hay un compromiso del Presidente con usted fue en el tema de la remodelación del eje Alameda-Providencia. ¿Qué espera realizar?

Hoy parecemos extranjeros en nuestra propia ciudad y no me refiero a los migrantes, sino que me refiero a que pareciera que estamos en otra ciudad. En el eje Alameda, desde Pajaritos a Providencia, proliferan el delito, la basura, las carpas y los rucos, y creo que hay que recuperar este espacio para los ciudadanos, hasta con una ciclovía que cruce la ciudad. Este podría ser el gran proyecto transversal de la región, donde se reúnan alcaldes de todos los colores a trabajar por un mismo propósito.

Orrego Sequía
Orrego en terreno, conversando con agricultores de la cuenca del río Maipo. Foto: Gore RM

Usted ha sido muy activo en la concientización de la escasez hídrica. ¿Qué tan cerca estamos del racionamiento hídrico?

No conozco ninguna autoridad pública ni privada que pueda decir que no habrá racionamiento hídrico durante los próximos 12 meses. Es cosa de ver que en mayo cayeron cero milímetros de lluvia, es decir, si este patrón se mantiene, será un escenario que no podremos descartar.

¿Por eso comenzó a interesarse en activar un protocolo de sequía?

Es que este protocolo no existía en Santiago, que era como no tener un plan Dayse contra terremotos, una irresponsabilidad tremenda. Entonces, diría que haber impulsado esta Mesa de Emergencia Hídrica en Santiago, que nos permita hacer las inversiones y adoptar las medidas para evitar el racionamiento. No podemos hacer que llueva o nieve, pero sí podemos cambiar los hábitos de las industrias, las instituciones y las personas.

¿Qué acciones concretas está realizando para enfrentar este problema?

Ya tenemos conformada la mesa con casi 60 instituciones y estamos trabajando en las comisiones de trabajo. No podemos controlar las lluvias, pero lo que sí depende de nosotros es cambiar las ordenanzas municipales, promover la tecnificación del riego en la agricultura y cambiar los hábitos de las personas, y eso ya lo estamos haciendo. En Santiago ya no se aprueban obras sin un certificado de eficiencia hídrica, por ejemplo, o explorando un proyecto de tecnificación de riego para los agricultores. También estamos levantando una cartera de proyectos con la Fundación Chile y su proyecto de Escenarios Hídricos.

¿Cree que la ciudadanía le está tomando el peso a este asunto?

De a poco lo están haciendo. Si lavar el auto sin cortar el agua de la manguera o una ducha de 15 minutos son cientos de litros y eso mucha gente no lo toma en cuenta. Ahora, me van a decir que son las industrias las que gastan más, pero en la Región Metropolitana en particular el consumo del agua se divide entre la agricultura y el domiciliario, porque tenemos el 42% de la población de Chile.

Le cambio de tema. ¿Votará a favor o en contra de la nueva Constitución?

Haré algo que espero hagan todos los chilenos, que es leer el texto armonizado una vez que esté listo. El voto no solo debe ser libre y secreto, sino también informado, así que esperaré. Ahora, para nadie es un misterio que trabajé fuertemente para el Apruebo, así que esa sería mi primera inclinación.

¿Y cuál es la postura de su partido?

Hay distintas posturas y me parece bien que así sea. No sé si corresponde una orden de partido para este tipo de cosas.

Usted ha sido presidente de la Feuc, concejal, alcalde, ministro, intendente y ahora gobernador, ¿qué viene cuando acabe su período en la Gobernación Metropolitana?

¡También fui presidente de mi curso, en el colegio! Mira, la verdad es que espero ir nuevamente a la ciudadanía para mostrarles lo que les prometí y lo que cumplí, para así ver si me renuevan o no en el mandato. Al final, así como un empresario mide su éxito en utilidades, un político lo mide en el respaldo ciudadano y espero que, con todas las limitaciones que tiene el cargo, me confirme en el mandato.

Orrego Vivienda
Claudio Orrego junto al alcalde de Lampa, Jonathan Opazo, visitando el campamento Bosque Hermoso, conocido coloquialmente como Lamparaíso. Foto: Gore RM

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