Dipesh Chakrabarty, historiador indio: “Si quieres llevar a la gente al nivel de consumo norteamericano, necesitarás otros cuatro planetas”

Dipesh Chakrabarty

Este experto en cambio climático alerta sobre la necesidad de pensar a nivel global. “De repente nos enfrentamos a la pregunta de cómo funciona el planeta”, dice, y agrega: “Estados Unidos vive del 60% del mundo. Claramente, esto es insostenible”.


Dipesh Chakrabarty habita varios mundos. Nació en India, pasa mucho tiempo allí, pero vive en Estados Unidos, y también da clases en Europa. Es experto en estudios poscoloniales, y su campo también abarca la crisis climática y el modo en que los humanos lo debiéramos enfrentar. Este profesor de la U. de Chicago comenzó a investigar el cambio climático desde la mirada de las humanidades, y es autor de varios libros y ensayos, entre los que destaca El clima de la historia, cuatro tesis. Con todos estos pergaminos, Chakrabarty es uno de los invitados de Puerto de Ideas Biobío, donde dará una charla que lleva como título “Cuando el ser humano ya no está al centro: el giro ecológico de la historia”. Vía Zoom desde Chicago -y previo a su viaje a Chile- conversa con La Tercera sobre esta y otras encrucijadas que enfrenta la humanidad.

Usted hace una distinción entre el pensamiento ‘global’ y el pensamiento ‘planetario’, ¿cuál es la diferencia?

La diferencia es que cuando pensamos ‘globalmente’, pensamos en términos de lo que los imperios y colonias europeas le hicieron al mundo durante los últimos 500 años. Comenzando con los portugueses y los españoles en América, luego los franceses, los ingleses, los holandeses y otros. Lo que hicieron fue construir la tecnología, el imperio y el capitalismo que unieron a esta esfera, a las personas que vivían en diferentes partes. Como ahora mismo, en que estamos juntos por Zoom; es parte de la continuación, en algún sentido, de lo global. Mientras que el ‘planeta’ que argumento es algo en lo que no tuvimos que pensar hasta que los humanos comenzaron a vivir tan bien que su población se expandió, la tecnología se expandió, comemos más, en muchas partes del mundo nos olvidamos de la hambruna ... En 1900 éramos 1.600 millones la población humana, en 2000 éramos seis mil millones, ahora somos ocho mil millones yendo a 10, entonces todo sucede muy rápido. En el lapso de una vida humana y media, de repente la población humana hace ¡Boom!

¿Qué pasó con esa rápida expansión?

Esta expansión exponencial nos hizo darnos cuenta de que hay un precio que pagar, y el precio no es en términos de lo que piensas de lo ‘global’. Quiero decir, tiene un impacto en lo ‘global’, pero el precio es en términos de dudas sobre el planeta: ¿Pueden los mares, por ejemplo, absorber el exceso de gases de efecto invernadero que emitimos? Si los humanos no estuviéramos, y alguna erupción volcánica estuviera expulsando todos esos gases -digamos dióxido de carbono-, el planeta se habría tomado su propio tiempo para procesarlo. Pero no lo está haciendo lo suficientemente rápido para nosotros, ¿verdad? Entonces, de repente, nos enfrentamos a la pregunta de cómo funciona el planeta. ¿Cuáles son los sumideros de carbono en el mundo? ¿Qué sucede si usas mucho nitrógeno como fertilizante para alimentar a ocho mil millones de personas? Así que de repente nos dimos cuenta de que existe lo ‘global’ -que es la historia de la expansión europea, el capitalismo, la desigualdad-, pero existe esta otra gran historia a la que pertenecemos, y no es ‘nuestra’ historia en términos simples.

Dipesh Chakrabarty

Pensar planetariamente es un gran cambio. ¿Cuál debería ser la consecuencia política de pensar de esa manera?

Lo que voy a decir suena muy simple, pero es muy difícil de hacer. Hubo un tiempo en India en que bebíamos té en tazas hechas de arcilla, simplemente barro cocido, y después de tomar el té en la calle, las tirábamos al suelo y el suelo las absorbía. Entonces las tazas que usábamos, a diferencia de la porcelana esmaltada de hoy, eran completamente reutilizables y biodegradables. Entonces, los científicos dicen que la tecnología humana, las ciudades, tendrán que construirse sobre el mismo principio: que se degraden en la tierra, de lo contrario no es sostenible. Porque en el futuro hay predicciones de que algunas ciudades tendrán 90 millones de habitantes. En 2007 fue cuando la mitad de la humanidad empezó a vivir en ciudades, pero las ciudades se construyen actualmente sobre principios que las hacen insostenibles. Porque las ciudades, la tecnología, son como parásitos… tomamos cosas de la tierra, las convertimos en concreto y cosas así…, pero el concreto no se disuelve.

Ya se ha hecho antes, ¿por qué es tan difícil?

La dificultad es la siguiente: los científicos dicen que este planeta es uno -un sistema, una atmósfera de aire, un mar, una capa de ozono-, pero la humanidad siempre está dividida. Es muy difícil para nosotros actuar como uno. Entonces, incluso si se anuncia un buen principio para poner en práctica, habrá un desacuerdo de inmediato. Es muy difícil debido a la estructura del mundo... Sólo hablamos de crecimiento, crecimiento y crecimiento, distribución, justicia, estas cosas, así es que la mayoría de la gente pone el cambio climático en la canasta de cosas “demasiado difícil de resolver”, por lo que, en efecto, se convierten en negacionistas del clima. Pero negarlo tampoco nos ayudará.

¿Por qué dice que el planeta es huérfano?

Es por eso. Nadie quiere pensar en él como ‘uno’. Porque si pensamos así entonces necesitamos encontrar formas de superar nuestras diferencias, sin negarlas. Por ejemplo, si Occidente desarrolla tecnología para energías renovables más rápido que el tercer mundo, entonces tal vez parte de la tecnología debería darse gratis al tercer mundo. Pero asegurándose de que no sea la élite del tercer mundo la que se beneficie y los pobres no. Se necesitan muchos controles y contrapesos, pero al mismo tiempo se requiere cierta generosidad por parte de las naciones más ricas. Por lo tanto, es necesario abordar el tema de la justicia, si se quiere tratar al planeta como ‘uno’.

FILE - The symbol of the United Nations is displayed outside the Secretariat Building during an emergency meeting of the UN General Assembly, Monday, Feb. 28, 2022, at the United Nations Headquarters, in New York. As 191 countries approach the end to a four-week conference to review the landmark U.N. treaty aimed at curbing the spread of nuclear weapons, Russia’s invasion of Ukraine and takeover of Europe’s largest nuclear power plant and rivalries between the West and China were posing key obstacles to agreement on a final document. (AP Photo/John Minchillo, File)

Tenemos instituciones globales como Naciones Unidas. ¿Cuál es la diferencia entre una institución global y una planetaria?

Naciones Unidas estaba destinada solo a los humanos y las naciones, porque creíamos que había mucho tiempo para que los humanos resolvieran cualquier problema. Mientras que el problema del clima es uno con un calendario definido, que dice: ‘Tienes que hacer esto en tal o cual plazo”’. Y no es así como reaccionamos.

¿Cómo empezar?

Mira, el primer paso hacia lo planetario tendrá que ser hasta cierto punto a expensas de los Estados-nación. Y los Estados-nación tendrán que estar de acuerdo con eso. Y es por eso que tenemos que trabajar con las organizaciones existentes, como la OMS, podríamos trabajar con la Unesco para declarar como patrimonio mundial no solo los artefactos construidos por el hombre, sino también las formaciones naturales. Entonces, la tarea diplomática es convencer a los Estados-nación de que deben ceder algunos de sus poderes.

También usted ha dicho que los humanos tendrán que seguir siendo políticos para resolver la crisis climática. ¿Qué quiere decir?

Si construyes instituciones para el capitalismo, en que todo se trata de consumir mientras estás vivo -que es simplemente consumirlo todo-, entonces no estás dejando el mundo como herencia para la próxima generación (...). Pero no se pueden tomar medidas prácticas sin incluir a los Estados-nación. A veces la gente, cuando piensa en la gobernanza planetaria, piensa en un conjunto de instituciones completamente diferente. Pero eso es lo que quieres (llegar a) ser, no es como partes. Empiezas por lo que existe, y por lo tanto empiezas con pequeños pasos, y creo que el camino a la gobernanza planetaria será a través de la gobernanza regional.

¿Puede dar un ejemplo de posible gobernanza regional?

Te puedo dar un ejemplo del Himalaya, porque yo soy de allí. El Himalaya es la cadena montañosa más militarizada del mundo debido a China, India y Pakistán. Cada nación trata los glaciares dentro de su país como si fueran de su propiedad. Pero los ríos que se originan en el Himalaya en realidad sirven a ocho o nueve países, desde Pakistán hasta Vietnam. Entonces, ¿por qué no debería existir una autoridad regional que proteja la salud de esos glaciares? Por lo tanto, se puede persuadir a los Estados nacionales que tienen intereses compartidos para que renuncien a cierta autoridad en aras de su propio interés, seguridad y protección a largo plazo. Creo que podría ser un paso hacia la gobernanza planetaria.

El pensamiento poscolonial

En su libro Provincializing Europe usted plantea que tenemos que repensar los valores occidentales, ¿cuáles valores específicamente? ¿Y qué tan profundamente están arraigados en nuestras sociedades?

Creo que un capitalismo muy consumista es insostenible. Está muy claro que si quieres llevar a la gente al nivel de consumo norteamericano, entonces necesitarás otros cuatro planetas. Porque alguien hizo una distinción entre la tierra en la que vives y la tierra de la que vives. En Estados Unidos la gente tiene comida que viene de todas partes del mundo. Entonces, la cantidad total de acres que reclaman los estadounidenses no se limita a los acres de Estados Unidos, llega a América del Sur, a India, a todas partes del mundo. Entonces los estadounidenses viven en los Estados Unidos, pero viven del 60% del mundo. Si vives así, no tendrás suficientes mundos para ello, necesitarás más planetas. Claramente, esto es insostenible para todos, así que si quieres vivir en un mundo más igualitario y sostenible, debemos hacer cambios en nuestros estilos de vida, en nuestros patrones de consumo.

La propuesta de nueva Constitución plantea un cambio en la mirada y valoración de los pueblos originarios. ¿Qué significa para usted descolonizar la manera como pensamos nuestras sociedades?

Creo que mucha de la literatura apunta hacia el capitalismo extractivista, agotar nuestros recursos naturales. Mucho de esto viene de Chile. Primero que nada, no creo que puedas renunciar a todos los aspectos del conocimiento occidental. Hay beneficios en medicina y otros ámbitos de los que todos dependemos. Además, aunque el conocimiento occidental se ha desarrollado a menudo a partir del colonialismo y de la expansión imperial, también ha habido una traducción del conocimiento indígena al conocimiento occidental, con respecto a la medicina, a la geografía... Cuando llegaron los europeos, tuvieron que depender de los pueblos indígenas para saber de dónde venía el agua, dónde estaban los frutos… Así es que, en cierto modo, el conocimiento europeo ha crecido sobre la base del conocimiento indígena. Entonces, lo que estoy diciendo es que aunque ha habido dominación a través del poder, también ha habido traducción, y también ha habido modificación mutua hasta cierto punto. No estoy negando la destrucción de las sociedades indígenas, pero aún así.

¿Cómo encontrar equilibrio?

Yendo a tu punto sobre la descolonización, algunas personas de América Latina argumentan que ‘tenemos que olvidarnos completamente de Occidente y volver a lo que había antes de que llegaran los europeos’, lo que para mí es una solución tan total que no suena práctica. Por eso es necesario encontrar términos medios. Y encontrar un término medio significa reconocer que Occidente llegó y ha sido imperialista, ha destruido vidas, sin duda, pero también ha habido transacciones, conversaciones, aprendizaje mutuo.

Hablando del Sur Global al que pertenecemos, algunas personas argumentarán que no deberíamos pagar desde aquí por el desorden y los daños que hicieron los países desarrollados…

Es una pregunta muy interesante. Lo que pasa es que la discusión es entre élites de diferentes lugares. Porque cuando doy una conferencia en India a personas educadas, a instituciones, y dicen ‘¿cuándo crees que se volverá muy crítica (la crisis climática)?’. No lo sé, pero claramente tienen la sensación de que el calentamiento global está ocurriendo, pero todavía no están tan afectados. Pero si vas a la gente pobre, a la gente de la costa, ya está pasando.

Dijo que la crisis climática no es como un evento, como cuando en la Guerra Fría había una amenaza nuclear, un evento de una sola vez, sino que esto es como la rana en el agua hirviendo… ¿Cómo describiría esta crisis?

Fundamentalmente, uno podría decir que los seres humanos son muy buenos para ver un proceso que aumenta de manera lineal, a un ritmo constante, pero este es un proceso que aumenta exponencialmente, y parece lento al principio. Así que es como la historia de la rana, estás llenando un tubo de ensayo duplicando la cantidad, vas a la mitad y en el siguiente movimiento se llena todo el tubo de ensayo... y los humanos son malos para prepararse para eventos no lineales. Eso es realmente un defecto que tenemos y tenemos que luchar contra él.

¿Es optimista de que vamos a encontrar una solución y pensar planetariamente?

Creo que eventualmente lo haremos, no tengo ninguna duda. La pregunta es ¿a qué costo? Porque hasta que aprendamos a pensar planetariamente, sufriremos más de estos incendios, inundaciones y cosas así, y algunas personas morirán.

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