El accidentado estreno de Jackson como ministro y sus 17 meses en La Moneda

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Jackson y Boric en el anuncio de gabinete en enero de 2022.

Desde que fue nombrado como titular de la Segpres, incluso antes de asumir, tuvo una difícil relación con los senadores del PS. La derecha, por su parte, preparaba una segunda acusación en su contra.


Fue el cerebro electoral de la estrategia que llevó a Gabriel Boric a La Moneda y el principal consejero y confidente político del Presidente.

Como jefe político del comando de Boric, el renunciado Giorgio Jackson era la carta más obvia para asumir en el Ministerio del Interior. No obstante, él mismo se resistió a esa tarea.

La alternativa fue su primera designación en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), a cargo de la relación con el Congreso.

No obstante, los roces con parlamentarios afloraron inmediatamente, incluso antes de asumir como ministro Segpres. De hecho, aún siendo diputado, fue invitado el 27 de enero de 2022 a un almuerzo con senadores del PPD y PS. Una versión señala que Jackson se incomodó por la organización del encuentro. En respuesta, recibió duros epítetos del senador socialista Alfonso de Urresti, quien se retiró. El ambiente estaba caldeado por varios factores: los nombramientos, la discusión en la Convención Constitucional por el fin del Senado y las negociaciones para conformar un nuevo pacto administrativo en la Cámara Alta, donde algunos cuestionaban una excesiva intromisión del recién nombrado Segpres.

A Jackson algunos diputados y senadores le guardaban rencor por su discurso crítico contra la Concertación y su actitud como opositor al gobierno de Sebastián Piñera. Una vez investido como ministro no sólo debió enfrentar un trato severo de la derecha. Particularmente los senadores socialistas, entre ellos el mismo De Urresti y Fidel Espinoza, se transformaron en sus mayores detractores, pues lo responsabilizaban de la idea de eliminar el Senado. En una sesión de junio de 2022, De Urresti lo acusó de tener “actitudes pusilánimes” en defensa de la institucionalidad, mientras que Espinoza dijo que estaba más preocupado de “destruir la soberanía popular”.

Entonces, Jackson era partidario de amarrar el destino del gobierno al desenlace del proceso constituyente. Incluso, promovió una agenda legislativa acotada para no entrar en contradicciones con lo que resolviera la Convención. Al 6 de septiembre de 2022, fecha en que Boric ejecutó su primer cambio de gabinete (dos días después de la derrota en el plebiscito), su administración tenía el peor registro de presentación de proyectos propios: sólo 30 mensajes.

El 22 de agosto, declaraciones suyas en un programa de redes sociales causaron más irritación. “Nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió”, dijo.

El traslado de Jackson al Ministerio de Desarrollo Social no disminuyó el encono de los senadores socialistas y legisladores opositores. Fue acusado constitucionalmente por los diputados republicanos a fines de 2022 por problemas de gestión en su cartera, especialmente por supuestas presiones a la seremi Patricia Hidalgo.

Si bien ese libelo fue rechazado en enero, los republicanos anunciaron esta semana una nueva presentación debido a sus omisiones y su presunta vinculación con los traspasos de dineros a sus fundaciones. Esa nueva arremetida fue gravitante en su salida.

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