El desconocido paradero de Prigozhin tras el fallido motín contra Putin
El líder del Grupo Wagner no ha sido visto en público desde que lideró una rebelión que suspendió el 24 de junio cuando estaba junto a un grupo de sus fuerzas a 200 kilómetros de Moscú. El Presidente ruso Vladimir Putin dio a conocer una reunión que habría sostenido con él y algunos de sus mercenarios cinco días después de la fallida asonada, en la que les ofreció “opciones de empleo”, algo a lo que Prigozhin se habría negado.
¿Dónde está Yevgueny Prigozhin? Esa es la interrogante que circula no solo en Rusia, sino también en Occidente. El líder del grupo de mercenarios Wagner no ha sido visto en público desde que abandonó la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, justo en la frontera con Ucrania, el 24 de junio pasado. Esto tras liderar una suerte de motín que finalmente suspendió cuando se encontraba a 200 kilómetros de Moscú, luego de una supuesta negociación que habría liderado el Presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Si bien Putin llegó a comparar el motín con la agitación bélica que dio paso a las revoluciones de 1917, horas más tarde se llegó a un acuerdo para permitir que Prigozhin y algunos de sus combatientes del Grupo Wagner se marcharan a Bielorrusia.
Wagner ha sido fundamental para Moscú en su guerra en Ucrania. Es una de las unidades mejor entrenadas y más curtidas en batalla a disposición de Rusia y ha librado algunos de los combates más sangrientos sobre el terreno. En mayo, capturó la ciudad oriental de Bajmut después de meses de duras batallas, lo que le brindó una rara victoria al Kremlin.
Pero la batalla por Bajmut fue seguida por una tensa disputa entre Prigozhin y los altos mandos militares de Rusia por el suministro de municiones, que finalmente explotó en un motín.
El destino del acuerdo y el futuro de Wagner y de Prigozhin, un exconvicto que llegó a ser conocido como “el chef de Putin” y el mercenario más poderoso de Rusia, están rodeados de misterio.
Las preguntas sobre su paradero incluso hicieron que el Presidente estadounidense, Joe Biden, dijera el jueves que Washington no estaba seguro de dónde se encontraba Prigozhin, pero bromeó con la posibilidad de que el jefe de los mercenarios hubiera sido envenenado.
“Si yo fuera él, tendría cuidado con lo que como. Estaría pendiente de mi menú”, dijo Biden, según la transcripción de la Casa Blanca. “Pero bromas aparte (...) no creo que ninguno de nosotros sepa con seguridad cuál es el futuro de Prigozhin en Rusia”.
El lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, informó que el líder de los mercenarios se reunió con el Presidente ruso, Vladimir Putin, apenas cinco días después de que suspendiera su motín. Las explicaciones fueron ofrecidas a la prensa luego que el diario francés Libération diera a conocer primero esta información.
En aquel encuentro, que contó con 35 personas y que duró “casi tres horas”, el Presidente ruso habría dado su “apreciación” del motín del 24 de junio, afirmó Peskov. Putin también habría “escuchado las explicaciones de los comandantes” de Wagner, y le habría propuesto “opciones de empleo para el futuro”, entre ellas, volver al combate.
“Los mismos comandantes presentaron su versión de los hechos. Subrayaron que eran fervientes partisanos y soldados del Jefe de Estado y del Comandante en Jefe, y que estaban listos para seguir luchando por su patria”, indicó Peskov, retratando la supuesta sumisión de Wagner hacia Putin.
Pero no contento con estas declaraciones y en un giro a cómo solía manejar los asuntos internos, Putin ofreció una entrevista al diario ruso Kommersant en la que aseguró que fue el mismo Prigozhin quien se negó a aceptar la oferta de empleo.
“Muchos asintieron cuando dije esto”, señaló Putin, según Kommersant. Pero Prigozhin se negó. Putin no dio más detalles sobre lo que sucedió después, o a qué conclusiones se llegó, si es que se llegó a alguna, sobre el futuro de Wagner.
“Pero Wagner no existe”, dijo Putin a Kommersant cuando se le preguntó si se mantendría como unidad de combate. “No existe una ley sobre organizaciones militares privadas. Simplemente no existe”. Al ser consultado por el comentario de Putin, el Kremlin afirmó que no existía ninguna entidad legal llamada Wagner y que el estatus legal de este tipo de empresas es algo complicado que había que estudiar.
Dara Massicot, investigadora principal de políticas en Rand, un think tank de EE. UU., que se especializa en la estrategia militar rusa, dijo a The Guardian que la versión de Putin de los hechos indicaba que podría ilegalizar a Wagner en cualquier momento mientras busca abrir una brecha entre Prigozhin y sus combatientes.
El relato de Putin no pudo ser verificado y los funcionarios de Wagner no han podido ser contactados por la prensa para discutir los detalles del encuentro.
La entrevista eso sí dio luces sobre la agitación dentro del Kremlin desde que el intento de motín del 24 de junio mostrara a un Presidente debilitado, ya que expuso la incapacidad de Putin para manejar los conflictos entre los diversos actores de poder en su régimen.
Según la evaluación del Pentágono, la mayoría de las fuerzas de Wagner todavía se encuentran en áreas ocupadas por Rusia en Ucrania, pero “realmente ya no contribuyen como una capacidad de combate significativa”, dijo el secretario de prensa del Departamento de Defensa, brigadier general Pat Ryder.
Mientras que un exgeneral del Ejército de Estados Unidos señaló que no ve “ninguna evidencia de que hayan matado a Prigozhin”, el retirado brigadier general Kevin Ryan le dijo a la publicación Insider que tampoco sospecha que el financista y fundador del grupo paramilitar ruso esté actualmente encerrado.
“¿Cuál es el punto de hacer eso y no decir que lo has hecho?”, señaló Ryan, quien se desempeñó como agregado de Defensa en Rusia para EE.UU. Explicó que después de la breve rebelión armada de Wagner, Putin “parece débil”, y si Prigozhin fuera encarcelado o muerto, en realidad haría que Putin pareciera “más fuerte” para darlo a conocer.
Posible sucesor
En la entrevista con Kommersant Putin dio también otros detalles sobre la reunión celebrada el 29 de junio en el Kremlin con 35 comandantes de Wagner. Entre ellos se encuentra que un alto cargo de Wagner conocido por su nombre de guerra “Sedoi” (canas) habría sido propuesto por Putin para asumir el mando del grupo de mercenarios.
“Sedoi” es el nombre de guerra de Andrei Troshev, un alto mando de Wagner, según documentos de sanciones de la Unión Europea, documentos oficiales franceses, fuentes conocedoras del asunto e informes de medios de comunicación rusos.
Troshev, un veterano condecorado por las guerras rusas en Afganistán y Chechenia, es de San Petersburgo, la ciudad natal de Putin, y ha sido fotografiado con el Presidente. “Todos ellos podrían haberse reunido en un mismo lugar y seguir sirviendo”, afirmó Putin según Kommersant. “Y nada habría cambiado para ellos. Habrían estado dirigidos por la misma persona que había sido su verdadero comandante todo ese tiempo”.
Putin dijo que muchos de los comandantes habían asentido con la cabeza a su sugerencia, pero Prigozhin, que estaba sentado al frente, no lo vio así, indicó Kommersant. “No, los muchachos no estarán de acuerdo con esa decisión”, comentó Prigozhin, según Putin.
Las declaraciones no aparecen en la transcripción oficial del Kremlin de los comentarios que Putin hizo el jueves al corresponsal del Kommersant, Andrei Kolesnikov, y a un reportero de la televisión estatal. Prigozhin no respondió a una petición de comentarios por las agencias internacionales.
La entrevista, dijo The Guardian, pareció ser parte de un esfuerzo más amplio del Kremlin para ganarse la lealtad de las bases de Wagner, incluso mientras busca desacreditar a Prigozhin al filtrar información delicada y vergonzosa sobre él.
Por su parte, los canales de televisión controlados por el Kremlin han seguido transmitiendo noticias que detallan los intereses comerciales de Prigozhin y afirman que era ineficaz y corrupto. El Ejército ruso afirmó que había recuperado equipos, incluidos algunos que, según dijo, no se usaban a pesar de las quejas de Prigozhin de que sus combatientes estaban sistemáticamente desabastecidos.
También se filtraron fotografías vergonzosas de Prigozhin a los canales de Telegram a favor de la guerra después de las redadas en su residencia y las oficinas de Wagner. Algunos lo mostraron disfrazado, con barbas postizas y postizos, lo que provocó la burla del jefe mercenario.
Ayer, una imagen filtrada mostraba a Prigozhin sentado en ropa interior en un catre de cambia al interior de una carpa decorada con una insignia de Wagner. La fecha de la imagen no se pudo confirmar de inmediato y no se sabía si Prigozhin estaba en Bielorrusia.
Durante la misma jornada, la televisión estatal bielorrusa también afirmó que los primeros combatientes de Wagner habían llegado a un campamento militar levantado en el pueblo de Asipovichy. Los mercenarios fueron filmados entrenando a las fuerzas de defensa locales en armas y tácticas en el supuesto primer avistamiento de los combatientes de Wagner en Bielorrusia desde la rebelión. El Ministerio de Defensa de Minsk dijo que los combatientes de Wagner estaban “sirviendo como instructores en una serie de disciplinas militares”.
Los analistas destacaban que uno de los desafíos que enfrenta Putin ahora son las lucrativas operaciones de Prigozhin en África. Los contratos de su Grupo Concord para abastecer a otras bases militares rusas en el extranjero podrían ser un premio valioso para el Kremlin si pueden ser arrebatados de su control.
“Si Putin y Prigozhin dejaran de lado sus emociones, racionalmente ambos jugadores preferirían hacer las paces para que Rusia pudiera usar las tropas de Wagner en Ucrania. Ambos lados se necesitan mutuamente. Para Putin, el objetivo principal es la guerra en Ucrania, mientras que Prigozhin sabe que sin el presidente, su posición es muy inestable”, dijo a The Guardian Abbas Gallyamov, consultor político y exredactor de discursos de Putin.
Para el diario ruso opositor Novaya Gazeta, “Prigozhin no irá a ninguna parte, ya que está de vuelta en el negocio”. “Los cálculos de que el aliado rebelde de Putin se retirará a África, donde sus mercenarios controlan 10 o más países, no se materializarán”, concluyó.
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