Menú vegano, fin a las corbatas y más bicicleteros: La Moneda se puso “hipster”
A casi tres meses de instalación, el gobierno de Gabriel Boric (36) ha cambiado el ambiente y la rutina de La Moneda. No es raro escuchar rock argentino o español y punk en las distintas reparticiones, y la compra de leche sin lactosa y de coco o aceite de sésamo aumentaron en las adquisiciones de Palacio. Es el reflejo de una nueva generación que llegó al poder.
Una serie de preguntas inusuales se les hizo a los nuevos colaboradores de La Moneda al momento de firmar sus contratos a pocos días de arribar a Palacio tras la asunción del Presidente Gabriel Boric (36), el pasado 11 de marzo. “¿Vegano o vegetariano?” fue una de ellas, a la vez que se les consultó si se trasladarían en bicicleta o en auto a sus puestos de trabajo cada mañana.
El objetivo, explican en el gobierno, era tener un catastro de cuántos de los nuevos inquilinos requerirían menús especiales a la hora de almorzar en el casino de Palacio y, asimismo, si los bicicleteros disponibles daban o no abasto para quienes tenían previsto utilizar ese medio de transporte.
La consulta terminó con la Administración de La Moneda -liderada por Antonia Rozas- teniendo que pedir ampliar los bicicleteros, los que reemplazaron varios de los estacionamientos que no estaban siendo utilizados, una situación impensada en administraciones anteriores, cuando la sola asignación de un puesto fijo para el auto personal era sinónimo de estatus.
El número importante de funcionarios y autoridades que dijeron tener necesidades especiales de alimentación obligó a Palacio a establecer un menú vegano y otro vegetariano, además del menú tradicional que dispone a diario la Presidencia.
Ambos hitos dan cuenta, según destacan en Palacio, de los nuevos hábitos que se han instalado en el edificio tras el arribo de una nueva generación al poder, algo que también caracterizó a administraciones anteriores.
En el caso de Sebastián Piñera, la anécdota es conocida: apenas llevaba unos días en el poder -durante su primera administración- cuando llamó la atención del Mandatario el continuo desfile de bandejas con Coca-Cola y sándwiches por los pasillos. La costumbre indignó a Piñera, quien ordenó que bebidas y comida sólo se darían en horarios establecidos. Mantendría la orden en su segundo gobierno.
Quienes independiente del paso de los gobiernos de turno -y su domicilio político- permanecen en el edificio histórico en el centro de Santiago admiten que el arribo de la actual administración ha implicado una renovada impronta y que son varias las demostraciones que dan cuenta de otras formas de habitar el lugar.
La costumbre del propio Mandatario de no usar corbata, incluso para sus actividades más formales y protocolares, como el cambio de mando, ha sido seguida por varios de sus ministros y subsecretarios. Y el otrora silencio que caracterizaba a las oficinas de la administración de Piñera ha sido reemplazado por música ambiente en algunas de las reparticiones. Es el caso del equipo de Avanzada Presidencial, donde no es raro que se reproduzcan discos de rock argentino y español, y algo de punk. La Floripondio, la Polla Records y Fiskales Ad-Hok, son algunos de los predilectos.
Los nuevos hábitos también han quedado de manifiesto en las compras y arreglos que se han hecho durante los últimos meses en Palacio. Si bien era algo que también se hacía en el gobierno anterior, ahora se ve un mayor consumo de leche sin lactosa y productos como aceite de sésamo y leche de coco para ciertas preparaciones.
Además, pocos días después de la llegada del Mandatario a La Moneda, se solicitó el arreglo de una trotadora, la que es utilizada por sus colaboradores más cercanos en sus horarios libres.
El criterio de austeridad que delineó Boric al asumir, a su vez, ha quedado reflejado en que tanto él como sus invitados más estelares comen, la mayoría del tiempo, el mismo menú del casino disponible para todos los funcionarios. De hecho, cuando hay almuerzos con jefes de bancada en La Moneda, a algunos les ha llamado la atención la diferencia con gobiernos anteriores, donde eran recibidos con preparaciones más elaboradas.
Algo que no ha cambiado, reconocen en Palacio, es la predilección de todos los gobiernos por almorzar o tomar cafés en el restaurante Blue Jar, el que es concurrido por autoridades y asesores para salir de la rutina del menú de Palacio y que se encuentra a solo pasos de La Moneda. Al histórico local se han sumado los “after office” en La Fuente Oficial de Paseo Bulnes.
Otra novedad en Palacio es que, a veces, el barbero de cabecera del Mandatario concurre hasta su oficina para retocarle la barba, cuyo cuidado intensificó como candidato presidencial.
Un nuevo look
Funcionarios históricos de Palacio comentan que nunca como ahora se había visto tanto pelo teñido, tatuajes y piercings en los pasillos de La Moneda.
En el gobierno reconocen que los colaboradores del frenteamplista han dado nuevos aires a la formalidad usual del edificio, imponiendo un estilo más irreverente y que comunica mucho a través del look.
Uno de los pocos que llegan a La Moneda con terno y corbata todas las mañanas es el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS). Cuando cruza desde Teatinos 120, el ministro Mario Marcel (Hacienda) se suma a la escasa tendencia en Palacio, mientras que su par de la Segpres, Giorgio Jackson, suele usar -como Boric- la camisa con el primer botón abierto.
En el caso de las ministras del comité político y de sus principales asesoras, se les ve a menudo con ropa de diseñadoras nacionales. La marca de zapatos Nalca es una de las predilectas entre las secretarias de Estado. Mientras que -tal como lo hizo en el Congreso cuando asumió en 2014- la ministra Camila Vallejo (Segegob) ha quebrado tradiciones al dar algunas de sus vocerías con zapatillas y poleras con estampados y frases. Doctor Martens, Palo Santo y Club Particular son otras de las marcas predilectas que se han tomado las oficinas de La Moneda.
La primera dama, Irina Karamanos, de hecho, ha sido activa en promover diseñadores nacionales cada vez que acompaña al Mandatario a actividades protocolares, líneas que también viste en el día a día, aunque con atuendos menos formales. Zapatería Errantes, La Pava y Midori Indumentaria son algunas de las marcas que más utiliza la directora sociocultural de La Moneda.
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