“Todo lo hago por mis hijos”: el grito de una vendedora ambulante
Sandra Silva, 43 años, colombiana, vende fruta en el centro de Santiago. Dos de sus seis hijos se vieron involucrados en una riña que se viralizó y los estigmatizó. "Están mal, con temor a salir porque todos los tratan como delincuentes", cuenta. Acá va su pequeña historia de inmigrante.
Sandra Silva Rangel (43, colombiana) llegó hace cinco meses a Chile. Llegó desde Venezuela. Su principal motivación para viajar, cuenta, fue la grave situación económica que ya no le permitía sostener a sus seis hijos como madre soltera.
“Primero me vine sola para juntar un poco de dinero y así tener cómo traer a mis tres hijos menores a Chile. Desde un comienzo me las arreglé para vender sandías y mangos en Paseo Ahumada, y de acá no me he movido. Ese trabajo me permitió pagarles un viaje por tierra hace un mes para que estuvieran conmigo”, relata.
Los menores de 16, 14 y 12 años viven con Sandra en un departamento de dos habitaciones en La Cisterna, por el que la vendedora ambulante paga $400 mil de arriendo. Ahí, dice, es donde sus hijos pasan la mayoría del tiempo, porque debido a que llegaron hace un mes a Chile, las matrículas para uno de los tres colegios de la comuna no estaban disponibles. Hasta el próximo año.
“Si no están en la casa, los tres me acompañan a vender frutas en Paseo Ahumada. Acá se juntan con sus primos pequeños y mi yerna, que también vende comida en el sector”, prosigue.
Un situación que para la familia era cotidiana y normal, hasta que el pasado lunes 28 de noviembre por redes sociales se viralizó un video en donde se veía a los menores de 14 y 12 años empuñando cuchillos y amenazando a transeúntes en la intersección del Paseo Ahumada con Agustinas.
Según Sandra, las imágenes corresponden a un conflicto que la involucró a ella y a tres vendedoras ambulantes del sector, el pasado lunes 21 de noviembre. Una semana antes de conocerse el video.
“Todo comenzó cuando mi pareja, que es chilena, se puso a pelear con un comerciante venezolano porque este último trató de asaltar a uno de mis hijos. Ahí se generó conflicto entre ellos y yo me metí para separarlos, pero en ese momento llegó la pareja de este comerciante y me comienza a pegar. Por la pelea, a mi pareja se lo llevaron detenido, y como yo tenía que seguir trabajando me quedé con mis hijos en el puesto. Pero en el transcurso del día llegó la mujer del vendedor, con dos venezolanas más, a amenazarme de muerte y golpearme”, relata Sandra.
Eso, según la mujer, motivó a sus hijos a tomar los cuchillos para defenderla del ataque.
“Eran tres contra una. Me pegaron con palos y botaron mi carro. También comenzaron a amenazar a mis hijos y ahí ellos se metieron para defenderse y protegerme”, agrega.
Las imágenes desataron una ola de reacciones entre las autoridades, lo que motivó a Patricia Muñoz, Defensora de la Niñez desde 2018, a sostener que el registro de los menores presenta distintos factores que suscriben como vulneración de derechos de los niños. Por una parte, la difusión del video sin cubrir los rostros de los menores y, por otra, el rol de la mamá en este caso.
“Uno cree que difundir el video de los niños sin tapar su cara los está cuidando, pero no es así. Y sobre el actuar de la mamá acá pone en evidencia que los pequeños no están en un contexto protegido, sino que están haciendo acciones que implican el uso de armas cortantes que se utilizan para amenazar a otros para protegerla a ella. Eso da cuenta de que se les transmite a ellos que este comportamiento es normal y propio de su edad. Pero ningún niño debería tener comportamientos de esa naturaleza”, recalca.
En tanto, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, comentó que “lo que vimos en el Paseo Ahumada realmente es una situación crítica y yo creo que no se puede naturalizar. Mi llamado al gobierno es que esto no se puede naturalizar, aquí necesitamos tomar acciones concretas”.
“Mis hijos me defendieron”
A partir de la viralización del video, Carabineros comenzó una búsqueda para dar con Sandra, quien se veía en el registro. Para esto, se revisaron las imágenes de las cámaras de seguridad de las tiendas en la zona, lo que permitió dar con ella alrededor de las 16.30 horas del lunes 28.
Al momento de la detención, Sandra se encontraba sola. Los efectivos la detuvieron por cerca de tres horas para tomar su declaración y pasar el caso al Juzgado de Familia de Santiago. Sus dos hijos se encontraban en casa a cuidado de un familiar.
“Luego de que me dejaron libre una psicóloga fue a mi casa a sacar fotos de cómo vivía y le tomó declaración a mis hijos para presentar los antecedentes en el juicio que tengo este lunes 12 de diciembre. Pero quiero que me presten ayuda. Soy extranjera, pero también soy ser humano. No vine a este país a involucrarme en peleas, esto fue un hecho puntual. Sé que soy vendedora ambulante, pero no tengo otro trabajo. Todo lo hago por mis hijos, pero ellos ahora están mal, con temor a salir porque todos los tratan como delincuentes, pero ellos no son así”, expresa la mujer.
Según las autoridades, esta situación expuso una realidad que a diario enfrenta Carabineros en sus servicios policiales preventivos y que tiene relación con los NNA (niños, niñas y adolescentes) infractores de ley o que son vulnerados en sus derechos por adultos.
Según estadísticas del Departamento de Análisis Criminal (DAC), Carabineros ha conducido a sus unidades cerca de 65 mil NNA como infractores de ley y/o vulnerados en sus derechos.
Según el jefe de Zona Metropolitana, general inspector Carlos González, Carabineros ha conducido a sus comisarías este año más de 50.223 NNA vulnerados en sus derechos y más de 15.739 infractores de ley. Estas cifras dejan un resultado de 200 detenidos diarios.
Actualmente, Carabineros cuenta con 305 convenios suscritos con distintas municipalidades, a quienes reporta a diario los NNA que ingresan a las distintas comisarías, con la finalidad de que sean atendidos según su situación de vulneración y/o trasgresión a la ley, conforme a la oferta de tratamiento psicosocial disponible en cada comuna.
Debido a la responsabilidad de los adultos en esta materia, Muñoz comenta que desde la Defensoría no solo denunciaron estos antecedentes al Tribunal de Familia para que adopte las medidas que corresponde, sino que también al Ministerio Público al configurar el delito de maltrato relevante o trato degradante que está establecido en el artículo 403 bis del Código Penal. “Al recibir el caso, el fiscal a cargo dispuso la libertad de la madre porque, según él, ella habría sido testigo de la vulneración, pero no fue así. Sino que actuar así también forma parte de una vulneración hacia los niños”.
En tanto, la institución también emplazó al gobierno y a la Subsecretaría de la Niñez, puesto que son estos últimos los encargados de promover y presentar mecanismos de ayuda para niños que se vean vulnerados en sus derechos.
“No se puede esperar que los niños vayan al Estado a buscar ayuda, porque si sus papás están en una situación irregular, no van a acercarse a las instituciones porque tienen miedo de ser expulsados o sancionados. Por eso hay que tener un registro, saber quiénes son, dónde están y qué necesitan Y eso, hasta hoy, no existe”, argumenta Muñoz.
Así, el pasado martes 29 de noviembre, se realizó una mesa intersectorial a la que asistieron, entre otras autoridades, el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson; la subsecretaria de la Niñez, Yolanda Pizarro y la Defensora de la Niñez, para generar un plan de trabajo que tendrá como primera misión iniciar este catastro de situaciones que vulneren NNA.
“Esta acción evidentemente no tendrá resultados inmediatos, pero sí hemos tomado la decisión de que no se quede en una mesa intersectorial más, sino que sea un trabajo con plazos, metas e indicadores, de manera tal de dar cuenta a la opinión pública de sus resultados”, señaló Pizarro.
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