Las imágenes muestran a Pang-Sheunjai sumergida mientras sacaba su trompa de vez en cuando para respirar y empujar a través de las corrientes mientras su mahout y algunos aldeanos trabajaban juntos para rescatarla.
El cuidador de la elefanta luchó por traerla de regreso a la orilla debido a las fuertes corrientes hasta que los aldeanos pasaron por el área y vieron lo que estaba sucediendo.
Sin pensarlo dos veces, los amables aldeanos que estaban con sus elefantes tomaron una lancha motora, mientras los demás ayudaban a atraer al elefante a un lugar seguro.
Los hombres deslizaron el bote cerca del elefante y ataron una cuerda a su alrededor y tiraron para que pudiera caminar hacia la orilla.
No pasó mucho tiempo antes de que el elefante fuera rescatado y llevado a tierra. Finalmente sus dueños corrieron y abrazaron a su mascota mientras subían lentamente por el río. La historia tuvo un final feliz y nadie resultó herido en el incidente.