¿Cómo prepararse para rendir la Prueba de Transición a la educación universitaria en pandemia?
Nunca pensaron vivir sus últimos años de colegio encerrados en sus casas, lejos de sus amigos, sin fiestas, giras de estudios y ceremonias de fin de año, y además tener que prepararse en sus hogares para rendir la Prueba de Transición. La generación de jóvenes que este año dejan la Enseñanza Media ha enfrentado tiempos difíciles.
Cuando finalizaba su segundo medio en el colegio República de Siria de Ñuñoa, a Antonia Greave González (17) le tocó vivir el estallido social, y por lo mismo, su establecimiento decidió acortar el horario de clases. Al año siguiente, en 2020, al iniciar su tercero medio, solo alcanzó a ir a dos semanas a clases presenciales, pues el Covid-19 había llegado a nuestro país, con cuarentenas y clases online.
“Fue chocante y difícil todo esto, porque nadie sabía qué iba a pasar y cómo funcionaría todo. Como era algo nuevo, en mi colegio tuvimos clases virtuales en algunos ramos, pero como estaba tan desmotivaba solo pesqué música. Además, no podía ver a mis amigas… Fue un golpe duro”, cuenta la joven, quien ese año se resignó al modo virtual, a que no tendría las semanas de alianzas y competencias, ni los carretes con sus amigas, ni menos la gira de estudio a Bariloche (Argentina). Así terminó su primer año de pandemia.
Hoy, en cuarto medio, Antonia ha comenzado a prepararse para la Prueba de Transición que dará a fin de año. “En mi colegio, el preuniversitario se hace normalmente en tercero medio, pero el año pasado lo iniciamos este. Creo que hubiese sido mejor haberlo empezado antes, porque hoy me doy cuenta de que tengo bastantes vacíos, además me distraigo con facilidad en mi casa y estoy mucho tiempo frente a la pantalla y termino con dolor de cabeza”, dice.
Sin duda que para Antonia -y para toda una generación de estudiantes de su edad- sus dos últimos años escolares no han sido fáciles. Pero pese al extraño escenario que le ha tocado vivir, reconoce que no está nerviosa por la Prueba de Transición, porque si le va mal puede prepararse mejor y darla otra vez.
Salud mental de los jóvenes
La pandemia ha impactado a todos los sectores de la sociedad de una forma inesperada, generando consecuencias no solo económicas, sino que también mentales. En el caso de los estudiantes, un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) en 2020, estableció que el 30 por ciento de los jóvenes ha tenido problemas para dormir durante la pandemia; y que el 31 por ciento ha reportado “haberse sentido nervioso, ansioso o con los nervios de punta” casi todos los días. Al respecto, al psicoanalista Scarlett Cabrera afirma que “los síntomas que más se repiten en este rango etario son los cambios en el estado de ánimo, como la irritabilidad y la desesperanza; pero, por sobre todo, lo que más están experimentando los jóvenes es el cambio de conducta de alejarse de las relaciones interpersonales”.
Frente a esta nueva realidad, universidades, colegios y preuniversitarios han debido también adaptarse en pos de la salud mental de sus alumnos. Así lo manifiesta, María Rosa Cornú, directora nacional de PreUSS -que comenzó a funcionar el 27 de mayo de manera online y gratuito abierto a todo público- y vinculación escolar de la Universidad San Sebastián (USS).
“Más que estudiantes desmotivados, nos encontramos con personas que experimentaron un cambio drástico y sin anticipación del escenario típico al que estaban acostumbrados, en el que incluso nosotros -siendo formadores con experiencia- vivimos un desafío forzoso. El contexto de pandemia desafió a las instituciones de educación superior a adaptarse y repensar velozmente la manera en que se realizaban las clases y cómo se intencionaban los procesos de enseñanza y aprendizaje; y los preuniversitarios, como escenarios de preparación y formación, no fueron la excepción”, dice Cornú.
La experiencia de la USS no estuvo exenta de aquello. Desde el año pasado, cuentan con esta plataforma web que permite a estudiantes de cuarto año medio, independientemente de la región en la cual residan, acceder a este espacio intencionado y virtual de preparación para la rendición de la Prueba de Transición.
Al respecto, Cornú sostiene que el desafío de realizar un preuniversitario en modalidad remota es hacer que los estudiantes permanezcan conectados y participando en las distintas sesiones de preparación. Para ello, la dinámica de las clases debe priorizar la información medular y teórica de los contenidos, según el área vinculada, de forma directa, con las habilidades a la base de lo repasado. Es decir, aprovechar un tiempo definido y determinado, con un objetivo claro, en donde existan momentos didácticos claves que permitan activar conocimientos previos, repasar la materia y aplicar lo aprendido como forma de generalización de lo abordado.
“Esta estructura le permite a cada estudiante anticipar lo que se espera y los resultados que obtendrá con el cumplimiento de los objetivos. Los quiebres con preguntas o reflexiones importantes también constituyen elementos que potencian la atención y la motivación”, señala la experta de la USS.
Cómo enfrentar la Prueba de Transición en pandemia
Diego Lastra Toro (16) cursa tercer año medio en el colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén, y cuenta que vivir la escolaridad desde su casa ha sido más estresante de lo normal. “Es bastante más difícil concentrarse con los ruidos de la casa, organizarse para hacer trabajos grupales online y sortear las fallas de internet. Extraño la calidad de las clases presenciales y estar con mis amigos y hablar con ellos en los recreos”, afirma.
Diego también se está preparando para la Prueba de Transición. Pese a estar en tercero medio revela que se pone nervioso con este desafío, porque siente que hay preguntas que todavía no sabe cómo resolver. “Mi colegio nos está preparando y el problema es que hay semanas en que se me juntan los ensayos con pruebas y trabajos”, dice.
Planificación consciente
El cómo debiesen enfrentar la Prueba de Transición para los alumnos que se preparan para ella es un asunto fundamental en estos días, considerando el escenario pandémico en el que se encuentran. Sobre ello, Cornú manifiesta que “más que considerar que las clases saturan a los estudiantes, se debe enfatizar que la preparación implica una planificación consciente, que considere tiempos reales destinados para este propósito. Por eso, hay que darle prioridad -a través de horarios semanales- a los repasos y a las clases de reforzamiento, a la realización de mini ensayos que permitan medir lo aprendido y redirigir las acciones cuando sean necesarias”.
A su turno, Ana Luz Durán, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la USS, y de quien dependen el PreUSS, dice que “hace unos días, la Superintendencia de Educación nos reveló un impactante resultado de los efectos de la educación a distancia en el período de pandemia. Siendo en comprensión de lectura el desempeño más bajo, en que los estudiantes alcanzaron solo un 48 por ciento del logro esperado; y en matemática, ningún curso alcanzó el 50 por ciento de los aprendizajes esperados”.
Recomendaciones
En cuanto a qué recomendaciones se puede entregar a los jóvenes para su preparación, la académica afirma que la primera es “tranquilidad para enfrentar la prueba. En este momento, en que muchos tienen angustia por la propia situación familiar y personal, es complejo estudiar a distancia, y con el uso de plataformas en realidades muy diversos, en que muchas familias no tienen acceso a conectividad. Una parte importante del rendimiento tiene relación con el componente emocional. Por eso, es necesario que los jóvenes descansen y duerman lo suficiente; y también procurar que se diviertan, porque no todo es estudio”. Ana Luz Durán entrega algunos consejos:
- Revisar los temarios de la prueba publicados por el Demre y realizar una prueba de diagnóstico. La prueba que incluye el PreUSS les puede indicar qué áreas se requieren reforzar.
- Priorizar y hacer un plan de estudio organizando el tiempo y utilizando las herramientas tecnológicas. Directamente relacionado con las pruebas, por ejemplo, en matemáticas: números, álgebra y funciones, geometría, probabilidad y estadística.
- En lenguaje, leer para mejorar el vocabulario, por lo que idealmente es recomendable que los jóvenes revisen lo que les gusta; y aplicar técnicas de comprensión lectora, como subrayar y hacer mapas conceptuales.
- Finalmente, deben entender que la vida no se acaba en esta prueba, por lo que es importante también que revisen las alternativas de admisión especial de las universidades que reciben estudiantes con talentos diversos. Además, tener en cuenta que la trayectoria escolar tiene mayor relevancia en el ingreso a la educación superior en comparación a los años anteriores.
“Esta realidad nos compromete aún más como universidad en entregar apoyos a los y las estudiantes que requieren rendir la Prueba de Transición; y de esta manera, el preuniversitario de la Universidad San Sebastián se convierte en un aporte al ser gratuito, y porque se puede utilizar sin conexión a internet, entre otras potencialidades”, concluye Ana Luz Durán.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.