Internacionalización universitaria: Una oportunidad para formarse en un mundo globalizado
De Valdivia al mundo. Gonzalo Valenzuela, estudiante de Psicología de la U. San Sebastián, obtuvo la beca Santander para realizar una pasantía en Barcelona; Catalina Rosales, estudiante de cuarto año de Derecho de la misma casa de estudios, es parte del Semillero Latinoamericano de Derechos Humanos con otros 40 estudiantes del continente. Experiencias que grafican la importancia de la internacionalización para enriquecer la formación profesional.
Gonzalo Hidalgo vive en Valdivia y es estudiante de segundo año de la carrera de Psicología. Antes de incursionar en este campo, exploró distintos caminos, incluso ingresó al Seminario de Schoenstatt para estudiar sacerdocio donde estuvo cinco años dedicado al crecimiento espiritual y personal, buscando entender al mundo desde esa vereda. Esto le permitió vivir un año y medio en Paraguay, un semestre en Portugal, y otro más en Argentina. Estas experiencias lo marcaron e incentivaron a postular a la Beca Santander para realizar una pasantía en Barcelona.
Gonzalo fue elegido tras un proceso de selección interno en la Universidad San Sebastián (USS) donde estudia la carrera. Presentó notas, cartas de recomendación, y sus actividades extracurriculares. Siendo aceptado. Fue así como llegó a la Universitat Abat Oliba CEU en Barcelona.
“Llegué a España a conocer cómo estudian psicología”, dice el estudiante, que pasó del río Calle Calle a La Rambla. Según relata, salir del país permite conocer otras realidades y culturas. “Te da una noción importante de lo que uno aprende va un poco en la naturaleza humana, que compartimos todos, independiente de dónde seamos”, afirma.
Si bien está tomando tres ramos de su plan de asignaturas local, decidió estudiar otras materias, lo que le ha permitido aprender de áreas que son interesantes para Chile. Una de ellas es psicología del envejecimiento, que apunta al área de la adultez mayor. “España es una sociedad donde la adultez es una realidad consolidada, y tienen políticas públicas; es algo que a Chile llegará y deberemos adaptarnos. He pensado llevar de vuelta algunas de las iniciativas de lo que he aprendido. Todo lo que aporta es positivo”, destaca.
Aún queda mucho para decidir el rumbo que tomará su profesión, y lo importante ahora es cerrar los ramos a mediados de junio para aprovechar el tiempo que le queda en Europa. “Barcelona es una ciudad que tiene todo lo que uno está buscando”, señala, ante una capital cosmopolita multicultural y diversa. Una oportunidad que el intercambio le ha permitido disfrutar.
El estudiante agrega que la experiencia te conlleva a renunciar a cosas propias, a exponerse a situaciones difíciles, a valorar momentos dónde a uno le cuesta sobrellevar la vida, pero los aprendizajes son muchos, sobre todo ver lo que hay fuera del hogar. “Hay que inspirar y valorar lo aprendido. Vuelvo a Valdivia renovado, con ganas de aportar, y de que otros se motiven para que puedan salir a conocer el mundo”, concluye.
Semillero Latinoamericano de Derechos Humanos
Catalina Rosales (21) está cursando cuarto año de Derecho en la USS sede Valdivia. Hace un par de meses vio un aviso en su Facultad que hablaba sobre la tercera versión del Semillero Latinoamericano de Derechos Humanos, iniciativa realizada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH), orientada a estudiantes de abogacía de toda Latinoamérica.
Ella nunca había escuchado hablar del programa, pero su interés por la materia a lo largo de la carrera la hizo postular. Recibió la carta de recomendación de un profesor y junto a un certificado de estudios postuló hasta olvidarse del tema. Catalina es una de las 40 seleccionadas en el continente de entre más de 250 postulantes a este programa dedicado a que estudiantes conozcan y se familiaricen con el funcionamiento y relevancia de la Corte IDH, sus procesos y desafíos.
“Ahora que tengo derecho penal en mis clases, uno ve de cerca cómo afectan los derechos humanos al sistema penitenciario, así como uno escucha la contingencia, tras hechos como el 18 de octubre o la nueva Constitución, donde se habló demasiado de ello. Siento que hay que educar y aprender, sobre todo con los acontecimientos actuales, motiva demasiado a entenderlo”, expresa Catalina desde su casa en Valdivia.
El semillero es parte de las opciones que tiene la comunidad estudiantil USS en el área de internacionalización, que no se resume solo a movilidad estudiantil. Hasta noviembre estará compartiendo con jóvenes de todo el continente a través de sesiones vía Zoom, en vista a generar un proyecto local en el que identifiquen las problemáticas actuales, en materia de derechos humanos en la región, y así generar posibles acciones para promover el trabajo de la Corte en los diversos países.
En solo cuatro clases ya demuestra su sincero interés por esta oportunidad que ha recibido. Un hecho que la impactó fue poder hablar con la madrina de esta nueva versión del semillero, la ex ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola. “Es loco que el Semillero acerque a políticos o figuras que son inalcanzables en el día a día, sobre todo uno que es de región y estudiando pregrado”, admite la estudiante.
Junto con la posibilidad de conocer el trabajo de otros abogados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo que más ha disfrutado es poder conversar con otros compañeros, exponiendo sus ideas. A ello, también suma a definir las bases de cara a su proyecto, pensando que este 2023 se cumplen 50 años del 11 de septiembre. “Considero que los derechos humanos en Chile están banalizados, no se toma el peso y muchos se burlan del concepto, sin entender su significado. Mucha gente cree que no sirven, cuando gran parte de los avances de la humanidad se consiguieron definiendo límites básicos de convivencia”, plantea.
Una experiencia que marcará la formación de Catalina Rosales y su futuro profesional. Antes de despedirse, la estudiante señala que la internacionalización que está llevando a cabo la USS fue determinante en su futuro profesional. Siendo “una oportunidad de crecimiento personal la posibilidad de conocer nuevas culturas e intercambiar experiencias que en definitiva serán marcadoras en el desarrollo profesional”, cierra.
Internacionalización: Prioridad USS
Estas son algunas de las historias que reflejan el acceso que tienen los estudiantes USS, a vivir la experiencia de estudiar en otros países o participar en diversas acciones de internacionalización.
Enrique Laval, abogado y director ejecutivo de Internacionalización de la Universidad San Sebastián (USS), ha estado ligado siempre al área internacional, en las diversas actividades que ha realizado. Tras su paso por el Ministerio de Educación, en la Oficina de Relaciones Internacionales, se incorporó a la USS con el mandato de las autoridades de implementar esta área en la casa de estudios.
“Para los estudiantes uno de los aspectos determinantes cuando escogen la Universidad donde quieren cursar sus estudios, es la internacionalización. No sólo con una mirada a la movilidad estudiantil (mediante los convenios que tenga con instituciones en diversos países), sino quieren una Universidad inserta en un mundo globalizado. Es fundamental darle las herramientas a nuestros estudiantes para que puedan acceder a esta experiencia en lo cual siempre será determinante su empuje personal y el acompañamiento que la USS les da durante todo el proceso”, expresa Laval.
El especialista en el área de la internacionalización explica que “salir del país abre los horizontes, y sobre todo la multiculturalidad, fomentando una educación integral, que en definitiva distinga a nuestros estudiantes. Los jóvenes regresan con una experiencia adquirida, que es un aporte no tan sólo personal, sino que ayuda a que otros estudiantes se animen a seguir los pasos, estableciendo un efecto multiplicador en toda la comunidad universitaria. Nosotros también recibimos estudiantes de otros países, que se insertan en nuestra institución creando un intercambio cultural importantísimo”.
Añade que dentro de las distintas acciones internacionales que ofrece la institución se pueden mencionar algunas como clases espejos, “donde profesores de otras universidades realizan clases online; los cursos COIL, el acceso de prácticas profesionales, seminarios internacionales, misiones al extranjero, entre otros”.
La Dirección de Internacionalización USS ha trabajado en aumentar la movilidad, teniendo aproximadamente 90 convenios de cooperación con instituciones de diversos países, esta movilidad no sólo está orientada a los estudiantes, sino que a todos los estamentos universitarios.
Paralelamente, para los estudiantes extranjeros que llegan al país a realizar pasantías, ha creado el programa AmigUSS, que convoca a alumnos desde tercer año de cualquiera de las carreras que ofrece la universidad, para que los acompañen en todo el proceso que dure su pasantía.
“También estamos ofreciendo cursos cortos a universidades extranjeras en la actualidad hemos impartido Cursos de Gestión de Salud, basados en la experiencia del COVID-19 y las políticas públicas aplicadas. Se coordinan encuentros con organismos de salud, seminarios con diversas personas que tuvieron una participación durante esta pandemia”, menciona.
La Oficina de Internacionalización -a su vez- cuenta con opciones por carreras y universidades afines, siempre orientados a que los ramos que el estudiante realice durante su pasantía puedan ser reconocidos, de esta forma no se atrasa. “El estudiante no se va a la deriva, siempre hay una labor de acompañamiento de nuestra Dirección de Internacionalización durante toda su estancia en el extranjero”, dice Laval.
Esta se complementa con el acceso a tecnología, tal como el Programa Move on, sistema de gestión de movilidad, “que facilita todos los aspectos administrativos que implica la movilidad. Más de 500 universidades en el mundo forman parte de este programa, que ayuda a encontrar oportunidades en base a las características del estudiante”, concluye.
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