Universitarios mejoran la vida de adultos mayores con capacitación presencial en el uso de la tecnología
En Chile, solo 17 de cada 100 personas mayores saben hacer trámites digitales sin la ayuda de terceros. Esta brecha tecnológica -por ejemplo- les impide acceder oportunamente a beneficios o servicios estatales o municipales. Un proyecto de la Fundación Conecta Mayor, la Municipalidad de Maipú y la carrera de Terapia Ocupacional de la U. San Sebastián permitió que estudiantes enseñaran a personas mayores de esa comuna a utilizar las funcionalidades de sus teléfonos celulares, con el fin de que se integren más y mejor a la sociedad.
Ramón Guzmán, mecánico automotriz, tiene 77 años y desde su casa en la comuna de Maipú, nos contesta una videollamada por WhatsApp. Con un manejo perfecto de la aplicación, nos cuenta que hace varios meses atrás sufrió un accidente cerebro vascular luego de contagiarse de COVID-19, que lo dejó en silla de ruedas, con una movilidad reducida, que no le ha permitido volver a trabajar y le ha dificultado la conexión con otras personas. De tecnología, don Ramón sabía muy poco.
A pesar de larga recuperación médica, con mucha energía y ganas de salir adelante, se inscribió en la Municipalidad de Maipú en el Programa de Empoderamiento Digital, dirigido por la Fundación Conecta Mayor, pues quería aprender a usar bien su smartphone para poder comunicarse de manera más integral con sus familiares del sur y, eventualmente, usarlo para buscar una nueva fuente de trabajo.
Por otro lado, poco antes de la apertura de las inscripciones, Verónica Toro, estudiante de cuarto año de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad San Sebastián (USS), en una de sus asignaturas se enteró de inicio de un voluntariado universitario destinado a ayudar a adultos mayores a romper la brecha digital que los afecta. Inmediatamente se entusiasmó con enseñar en el uso de los teléfonos celulares como un apoyo para mejorar la calidad de vida de los mayores que, además, muchas veces pasan solos.
De este modo, las vidas de don Ramón y de Verónica se cruzaron, pues a ella se le asignó la responsabilidad de entregarle los conocimientos digitales con los que hoy Ramón cuenta.
La preocupante brecha digital de los adultos mayores
En Chile, sólo el 17% de los adultos mayores sabe hacer trámites digitales de manera autónoma, según datos de Conecta Mayor. Es decir, el 83% restante requiere del apoyo de terceras personas, que generalmente son hijos o nietos; pero no siempre están cuando se les requiere y no todos cuentan con ese apoyo. Cuando no saben usar la tecnología, los invade una sensación de agobio y ansiedad.
Junto con ello, este desconocimiento digital, inevitablemente causa una importante exclusión social, disminución de sus redes, ausencia de oportunidades de participar de los distintos servicios o beneficios que se postulan y entregan desde plataformas digitales estatales que, de partida, piden clave única.
Según Gerardo Hume, terapeuta ocupacional y académico de la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación de la USS, y principal gestor de este voluntariado universitario, “la ausencia de las habilidades digitales termina excluyendo a los adultos mayores de un sistema que hoy día está diseñado para interactuar desde las plataformas digitales, por lo que es muy relevante generar instancias de alfabetización digital en adultos mayores, para que tengan la posibilidad no solamente de conectarse digitalmente con sus seres queridos, sino que también participar de nuevas políticas públicas asociadas a plataformas web y desarrollar actividades que sean productivas y de su interés”.
En ese sentido, el Programa de Empoderamiento Digital impulsado por la Fundación Conecta Mayor, para la USS era una oportunidad para ampliar el espectro del ejercicio de la profesión, acorde a los tiempos que corren.
Este programa se implementó este año como proyecto piloto y tiene como propósito enseñar a las personas mayores, en la comodidad de sus casas, a reconocer las funciones de sus aparatos digitales, aprender a utilizarlos de manera correcta y empoderar en el uso autónomo de la tecnología, motivando la práctica constante de lo aprendido.
Con tan entrañables objetivos, no es raro que el programa haya captado rápidamente a 40 estudiantes, que previamente fueron capacitados por Conecta Mayor en ocho sesiones para poder hacer una intervención a la medida de cada beneficiario.
Sofía Troncoso, terapeuta ocupacional y directora social de la Fundación Conecta Mayor, explica que cada estudiante es capacitado para ayudar a romper la brecha tecnológica de los adultos mayores. “Primero hacen un diagnóstico, evalúan las habilidades que ya tienen sus alumnos mayores y, luego de ello, cada voluntario dispone la cantidad de sesiones y la secuencia correcta de las mismas. Al final de esas sesiones, el voluntario efectúa una nueva evaluación de lo aprendido por la persona mayor, hasta que consigue ser autónomo en lo digital”.
La experiencia de Verónica y Ramón
Luego de capacitarse, la tarea para la estudiante Verónica Toro no era tan sencilla, pues llegar a la casa de don Ramón significaba un viaje de una hora y media. Sin embargo, la distancia no fue un problema, pues la vocación y la satisfacción al ver que sus clases daban frutos, fueron su motor.
“El desafío con don Ramón era WhatsApp”, cuenta Verónica. “Si bien don Ramón sabía contestar, hacer llamadas y agregar contactos, quería aprender a hacer videollamadas. Como es muy disciplinado y tiene mucha motivación por aprender, pudimos avanzar rápido y hoy no solamente maneja esa red social, sino que también puede ver noticias, escuchar música por Youtube y usar el buscador de Google”, relata la estudiante USS.
Ramón Guzmán, en tanto, afirma que “a pesar de que todavía prefiero el teléfono fijo, me he dado cuenta de que el celular es una herramienta que me puede ayudar a retomar la vida activa que tenía antes del accidente”, y agrega: “La señorita Verónica me ha sacado de un hoyo en el que estaba sumido y le estaré siempre muy agradecido por su paciencia y dedicación”.
Luego de cinco sesiones, don Ramón se graduó con creces en el programa y hoy tiene como desafío aprender a usar mejor el computador para poder actualizarse sobre los desperfectos de los vehículos más modernos.
Para Verónica también fue una experiencia muy satisfactoria, porque pudo poner en práctica las habilidades y la vocación social que le inculcan en la USS. “La terapia ocupacional está muy involucrada con el voluntariado, ya que habla de la inclusión de los adultos mayores. Poder aportar y ver que con un solo click una persona puede sentirse más cerca de su familia, para mí fue increíble y emocionante. La verdad es que fue un aprendizaje mutuo, pues transmití mi experiencia y aprendí sobre la tecnología y los aparatos tecnológicos de su tiempo, además de conocer a una persona increíble”.
Encuentro intergeneracional
Para Sofía Troncoso, este encuentro intergeneracional contribuye mucho en las habilidades de comunicación de los estudiantes de Terapia Ocupacional. “Los jóvenes se dan cuenta de que el estereotipo de la persona mayor -pasiva, inmóvil y dependiente- es falso. Son personas que tienen ganas de aprender, movidas, comprometidas, que se quieren desafiar, pero que necesitan apoyo para hacerlo”, reflexiona.
Gerardo Hume complementa que “desde la experiencia adquirida en este voluntariado y en los similares que vendrán, nos surgen nuevas y desafiantes preguntas para seguir contribuyendo a la inclusión de los adultos mayores, como por ejemplo, cuáles son los factores externos o internos que influyen en la adquisición de las habilidades digitales en este grupo etario; y si esto tiene que ver con el desarrollo sociocultural, las oportunidades, los accesos, los territorios, las motivaciones y los intereses; o bien con aspectos fisiológicos como la motricidad fina, la capacidad visual, la auditiva, la memoria y la capacidad de atención”.
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