Alcalde de Renca: “Hay que procurar que las oportunidades y beneficios de la vida urbana se encuentren repartidos más equitativamente”
Claudio Castro se encargó de abrir el segundo día de CIC 2022, cuyo panel estuvo enfocado en la proyección de barrios equitativos.
Claudio Castro Salas, alcalde de la comuna de Renca abrió la segunda jornada de la Conferencia Internacional de Ciudad, la que tuvo como énfasis la proyección de barrios equitativos. Sobre su participación comentó en sus redes sociales que “en espacios como éste conversamos desde un sentido territorial, donde la desigualdad urbana aparece como un factor común en el desarrollo de las ciudades, y se hace fundamental trabajar de forma colaborativa para promover la construcción de ciudades equitativas, que permita llevar mejores oportunidades a los barrios”.
Durante su intervención, el edil se refirió a la realidad de distintas comunas y a la relación entre democracia y ciudad que, como dice, puede no parecer tan obvia, pero es evidente: “Es en la ciudad donde tenemos barrios completos tomados por el crimen organizado y el narcotráfico en un momento en que la mayor preocupación de la ciudadanía es la inseguridad. Es en la ciudad donde nos encontramos con comunas cuya ribera del río Mapocho es un parque, y otras donde es un basural o una toma. Y es en la misma ciudad donde el lugar de residencia está estrechamente vinculado a la probabilidad de morir si me contagio por el Covid”.
Según Castro, la desigualdad urbana se expresa en cada aspecto de la vida de las personas. “En el acceso al transporte público y a áreas verdes mantenidas, en la calidad de la infraestructura urbana, en salud, en educación, entre tantos otros ámbitos”, señaló.
El alcalde hizo una crítica al estado central, que a su juicio es “el principal actor llamado a resguardar el bienestar de la sociedad en su conjunto y a revertir estas desigualdades”, por construir estándares distintos en las diferentes comunas. “Así lo hemos visto, por ejemplo, en el caso de las autopistas urbanas en Santiago”, recalca: “Para construir el tramo AVO 1 de la Autopista Vespucio Oriente, el Estado subsidió con 400 millones de dólares para soterrar las obras y no dañar el entorno de las comunas del sector oriente de la ciudad. Mientras tanto, en comunas como Renca, las autopistas representan verdaderas cicatrices que segregan y que nos apartan de la ciudad y de nuestras comunas vecinas, llegando incluso en algunos casos a privar el acceso de comunidades completas a servicios tan básicos como salud y educación”.
En la misma línea, el representante de Renca explicó la importancia de replantearse la integración social, que hasta ahora tendría un enfoque equivocado. Y es que por años se ha intentado llevar a las comunidades a las “ciudades buenas”, o trasladar a las personas hacia barrios con mejores conectividades, sin buscar mejoras en sus comunidades de origen. “En el ideario de las personas, integrarse socialmente implica desplazarse a los sectores de la ciudad donde no existen problemas como la pobreza, delincuencia, narcotráfico y falta de acceso a servicios”, dice y añade: “lo que debemos hacer es todo lo contrario. Es procurar que las oportunidades y beneficios de la vida urbana se encuentren repartidos más equitativamente. No estamos cambiando la ciudad y la distribución de oportunidades, si es que el nuevo y gran edificio corporativo de un banco se instala en Las Condes. Sí lo hacemos cuando los proyectos se convierten en una oportunidad de reconversión urbana que impacta positivamente a su entorno”.
Según explica Castro, el ideal para todas las ciudades del país es que todas las personas tengan acceso a servicios y equipamiento de calidad para cubrir sus necesidades en un entorno próximo. “Si queremos transformar profundamente la ciudad, necesitamos del compromiso e involucramiento de los demás actores de este ecosistema, de la sociedad civil, organizaciones internacionales y, muy especialmente, del mundo privado”, destacó.
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