De Caffarena a Mistral: cinco chilenas que marcaron el último siglo
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, instancia para recordar y visibilizar a todas las mujeres de nuestra historia que han luchado por las transformaciones políticas y sociales. María Gabriela Huidobro, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de UNAB y editora del libro “De heroínas, fundadoras y ciudadanas: mujeres en la historia de Chile”, señala quiénes fueron líderes transformadores en ámbitos como la política y la cultura.
La irrupción masiva de mujeres chilenas en el espacio público, con un participación activa y más visible en ámbitos en los que tradicionalmente no había tenido lugar de manera colectiva, regular y normalizada, fue uno de los grandes momentos de la lucha feminista. Así lo señala María Gabriela Huidobro, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello y autora del libro “De heroínas, fundadoras y ciudadanas: mujeres en la historia de Chile”.
Como investigadora del tema, y ad portas de una nueva conmoración del Día de la Mujer, el 8 de marzo -que ha cobrado masividad en marchas, tanto en Chile como en el mundo, durante los último años-, enumera algunos hitos a nivel local: “La obtención del derecho a sufragio o a ejercer cargos públicos y políticos, pero son también importantes su ingreso masivo a la educación secundaria y superior, a los diversos espacios laborales y el desarrollo de voces femeninas participantes en la opinión y los debates públicos. A todo ello, subyace el reconocimiento de las mujeres como personas con las mismas capacidades que los hombres y, por tanto, como sujetos de pleno derecho”.
Según la doctora y académica de UNAB, las primeras mujeres que se definieron a sí mismas como feministas, sufrieron una constante incomprensión y se vieron fuertemente cuestionadas por los sectores más conservadores de la sociedad, no solo por parte de hombres, sino también -y tal vez con más fuerza- por parte de las mujeres que habían sido educadas por un sistema tradicionalista. “Debieron enfrentar múltiples obstáculos y requisitos adicionales para acceder a algunos espacios, como a la universidad, y no recibieron siempre el reconocimiento debido a sus méritos políticos e intelectuales”. Para graficar sus palabras, recuerda que Elena Caffarena y Flor Heredia, por ejemplo, trabajaron en el primer proyecto de ley para el voto femenino en 1938, pero tras la muerte del presidente Aguirre Cerda y la promulgación de la Ley Maldita, con González Videla. “No fueron invitadas a la promulgación final de la ley que dio derecho de sufragio a las mujeres ni se les reconoció el mérito en ese proceso”, apunta.
Elena Caffarena (1903-2003) es uno de los nombres que la académica y escritora distingue dentro de las 5 chilenas que han marcado el último siglo. “Ella representa los esfuerzos feministas a lo largo de todo el siglo XX desde el mundo académico, jurídico y político”, sintetiza. Luego profundiza: “Hija de inmigrantes, estudió Derecho en la Universidad de Chile, en un contexto académico fuertemente marcado por hombres y por la escasa presencia de mujeres. Fue la décimoquinta mujer en titularse como abogada en Chile. Tuvo roles clave en las primeras organizaciones estudiantiles de mujeres, y luego en la organización de entidades sociales y políticas feministas. Como abogada, ejerció una importante labor intelectual y judicial en favor de los derechos de las mujeres más vulnerables. Instaló el debate sobre temáticas polémicas, como el aborto, lo que la llevó a ganarse la crítica de los sectores más conservadores, que la tildaron de amenaza para la institución de la familia. Las críticas nunca detuvieron su determinación, por el contrario, luchó por cambiar la mentalidad que limitaba los derechos de las mujeres a lo largo de todo el siglo”.
Lenka Franulic (1908-1961) es otro nombre que le parece importante relevar: dice que le parece destacable su rol como una de las primeras mujeres periodistas chilenas, fundadora del Círculo de Periodistas y Premio de la Sociedad Profesional de Mujeres Periodistas de Estados Unidos. “Creo que consolida la voz femenina en los circuitos de opinión pública de alto nivel intelectual. Perdió a su padre a temprana edad, de manera que se crió en un medio femenino, con su madre y hermana menor”, plantea la decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de UNAB.
Al iniciarse en labores de periodismo -prosigue- Franulic se enfrentó a un medio que, por entonces, era masculino de manera muy mayoritaria: “El mérito es que en ese medio dominado por hombres, supo sobresalir con una mirada diferente: enfocaba sus entrevistas en la mirada personal de sus entrevistados. Tuvo la oportunidad de entrevistar a grandes personalidades de mediados del siglo XX, como Jean Paul Sartre, Eleanore Roosevelt, Juan Domingo Perón, Simone de Beauvoir y Gabriela Mistral. No se conformó solo con su trabajo de periodista. También quiso hacer escuela, participando en la fundación de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y del círculo de periodistas”.
Abriendo caminos
Gabriela Mistral (1889-1957) es otra mujer que a la académica le parece importante destacar como fundamental en el último siglo. No solo por la obtención del Premio Nobel de Literatura, dice, sino por su aporte como profesora, diplomática e intelectual. “La complejidad de su pensamiento y el alcance de sus reflexiones sobre distintos ámbitos (infancia, mujeres, identidad latinoamericana, educación, etc.) hacen de ella una mujer excepcional. Me parece que su obra aún no ha llegado a ser lo suficientemente valorada y vale la pena hacerlo, porque sus reflexiones mantienen vigencia y actualidad”. Entre lo destacable, apunta, es que la poetisa se formó a sí misma: “Tuvo una dura infancia. Dejó la escuela formal a los 12 años, tras ser injustamente expulsada, pero mantuvo siempre una afición a la lectura y una disposición al aprendizaje que le permitieron sobresalir e insertarse en el circuito intelectual mundial, relacionándose con autores y pensadores de la talla de Rubén Darío, Alfonso Reyes y José Vasconcelos.
María Gabriela Huidobro, decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de UNAB, contextualiza, y explica que la poetisa “se desempeñó en diversas escuelas públicas a lo largo de Chile, desde el cargo de maestra interina hasta el de directora. Debió enfrentar la crítica constante del gremio por no haber tenido educación formal. Desarrolló luego una carrera como diplomática, ganándose el reconocimiento de grandes figuras internacionales. No obstante, siempre lamentó que en Chile se la criticara constantemente. Después de todo, no se ajustaba a los patrones tradicionales de las mujeres en ese entonces”.
Delia Matte (1886-1941) es reconocida como una de las feministas chilenas más activas de principios del siglo XX: fundadora del Club de Señoras, en 1915, fue clave para impulsar entre el Partido Conservador el primer proyecto sobre derechos civiles para las mujeres, dos años después. “Realizó también una labor sociocultural importante para impulsar la educación femenina, con la fundación del Club de Señoras. Desde los sectores tradicionales, su rol fue muy relevante en términos de abrirlos a nuevas perspectivas”, relata la doctora María Gabriela Huidobro.
Matte perteneció a una familia aristocrática, si bien liberal y “plantearse desde esa perspectiva liberal en los círculos de élite no era fácil. Debió enfrentarse a los cuestionamientos de los sectores más conservadores convencida de que la mujer necesitaba elevar su educación, ya que tenía las mismas capacidades que el hombre”, dice la académica de UNAB.
La escritora también agrega un quinto nombre: Violeta Parra (1917-1967), un ícono de la cultura e identidad popular y folclórica chilena, destacando como mujer en un medio que, para mediados del siglo XX, era predominantemente masculino. “Fue una artista que se hizo a sí misma, de manera autodidacta. Aportó en la recuperación de la tradición oral del folklor femenino, lo que es muy valioso, considerando que la historia de la cultura popular y de la música en Chile estaba hasta entonces protagonizada por hombres”, apunta Huidobro.
Rol invisibilizado en la historia
“Han habido muchas mujeres ilustres, guerreras, sacerdotisas, poetas, científicas, filósofas y aventureras que han marcado la historia y la cultura. Más brillantes e intrépidas que nadie, extraordinarias en un sentido literal, pues para ganarse el puesto tuvieron que abrirse a codazos, enfrentar a la sociedad y convencer”, señala la prehistoriadora francesa, Marylene Patou-Mathis en su libro “El hombre prehistórico es también una mujer”.
En el caso de Chile, las mujeres se han organizado y manifestado en los momentos en que nuestra sociedad ha exigido cambios profundos, desde la independencia de la República en adelante. No obstante, su rol transformador ha sido invisibilizado a lo largo del tiempo, plantea el sociólogo Samuel Palma: “El rol transformador de las mujeres en el espacio público ha sido denunciar, confrontar y producir intelectualmente por sí mismas, y sobre todo, aprender que el cambio depende de ellas”.
María José Cumplido, historiadora y escritora de “Chilenas: la historia que construimos nosotras” -donde recorre la vida de 10 mujeres emblemáticas, desde Javiera Carrera hasta Elena Caffarena- señala que las mujeres siempre han jugado un rol muy importante en las transformaciones sociales del país y que se han involucrado en todo tipo de luchas y concuerda con la poca visibilidad que se la ha dado en los libros de historia. “Quiero alejarme de la idea que las luchas por el voto femenino han sido las únicas de sus luchas, porque eso no es así”, indica. Y refuerza esa idea con un ejemplo concreto: “Ha habido muchas más, por ejemplo, en las luchas obreras de principios del siglo XX, donde por cierto que había muchas mujeres obreras marchando, escribiendo y luchando por una mejora del bienestar social”.
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