“En un contexto de crisis climática, el estudio integrado y un marco legal moderno de protección de suelos constituyen desafíos que debemos abordar”
Los suelos albergan el 25% de la biodiversidad de nuestro planeta, esta diversidad de formas de vida es tremendamente relevante para la producción de alimentos, provisión de productos farmacéuticos, mantención de la salud de los bosques, apoyo a la capacidad de los suelos de purificar agua y actuar como sumidero de carbono, entre otros.
En el marco de la conmemoración del Día de la Tierra, Claudia Rojas, Doctora en Ciencia del Suelo y Biogeoquímica y profesora asociada del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), comentó la necesidad de entender los suelos como ecosistemas vivos que cumplen funciones relevantes en la naturaleza al interactuar con la atmósfera, la biósfera, la geosfera y la hidrósfera, funciones que resultan en una diversidad muy amplia e importante de beneficios ecosistémicos.
La investigadora indicó que si bien la provisión de alimentos es importantísima para las comunidades, también existen “otros contribuciones de los suelos a los seres humanos y a la naturaleza. Por ejemplo, la provisión de productos farmacéuticos, algo fundamental en época de epidemias y pandemias, cada vez más frecuentes. La investigadora recuerda que la propia cura de la tuberculosis se obtuvo gracias a un compuesto que es producido naturalmente por organismos del suelo. “En este ecosistema escondido bajo nuestros pies tenemos un reservorio importante de material genético que puede contribuir a la salud humana y animal”, recalca.
Además, la variedad de formas de vida que se encuentra en los suelos, también pueden tener un interés biotecnológico, ya que microorganismos particulares que habitan los suelos pueden ser utilizado en procesos de descontaminación y restauración de paisajes afectados por la minería, destaca la investigadora.
La Dra. Rojas agrega que los suelos proveen otros beneficios tan importantes como la regulación de los ciclos de nutrientes, del ciclo del agua e intercambio de gases. “Ni hablar de su importancia en la mitigación del cambio climático. Los suelos tienen la capacidad de almacenar más carbono de lo que en su conjunto se encuentra en la atmósfera y en la vegetación, es por esta razón que el estudio, la protección y el manejo sostenible es fundamental a la hora de considerar los suelos como aliados contra el cambio climático”, puntualiza.
Pese a todas las bondades que los suelos entregan a nuestro entorno, la experta aclara que “lamentablemente, en muchos lugares del territorio nacional, incluyendo la Región de O’Higgins, vemos cómo avanza la deforestación del bosque nativo, los incendios forestales y el sobreuso de agroquímicos, todos fenómenos que generan un efecto cascada en los sistemas socio-ambientales al mermarse las funcionalidades de los suelos, gatillando por ejemplo otros problemas como erosión y transporte de sedimentos, y eutrofización, lo que finalmente genera problemas de salud y calidad de vida en nuestras comunidades”, explica.
ODS, acción climática y urgencia de un marco legal
La contribución de los suelos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) declarados por las Naciones Unidas en el año 2017, y particularmente la biodiversidad que estos albergan, “es notable”, asegura la Dra. Rojas. “Esto es particularmente cierto con respecto al ODS 2 ‘hambre cero’, ODS 13 ‘acción por el clima’ y ODS 15 ‘vida de ecosistemas terrestres’, ya que la biodiversidad y las funciones del suelo juegan un papel clave en el apoyo a la vida y procesos biofísicos que ocurren sobre estos. Un ejemplo a nivel nacional es la relevancia de incluir a los suelos en el Plan Nacional de Restauración de Paisaje 2021-2030. Este Plan es parte de la acción climática de Chile para cumplir con la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC 2020), en línea con los compromisos internacionales, incluidos el Desafío de Bonn, el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la Agenda 2030 de la ONU y los compromisos nacionales relacionados a la restauración de tierras degradadas dentro de The Bonn Challenge and Initiative 20 x 20″, comenta la académica.
En el contexto nacional, indica la investigadora “el aporte de los suelos a los ODSs y acción climática, si bien es potencialmente significativa, ésta no está garantizada sin un marco legal que los proteja. Chile, es uno de los pocos países de la OCDE que no cuenta con una Ley de Protección de Suelos. En el contexto actual de seguridad alimentaria y crisis climática es fundamental un compromiso del Poder Ejecutivo y Legislativo al respecto”, añade.
La Dra. Claudia Rojas fue parte de los 50 científicos y profesionales de la ciencia del suelo que trabajaron durante el año 2019 y 2020 en la propuesta de un Proyecto de Ley Marco de Suelos, la cual fue ajustada para admisibilidad e ingresada al Congreso Nacional, donde fue declarada admisible y aprobada en general -por unanimidad- por la Comisión de Agricultura, el 29 de noviembre de 2021. El 12 de enero del 2022 fue aprobada en la Sala del Senado. El proyecto se encuentra actualmente en la Comisión de Agricultura.
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