La reducción en la huella de carbono que aportan las compras digitales

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Estudios señalan que una compra en línea siempre producirá menor cantidad de gases de efecto invernadero. Por su lado, bancos y compañías de pago crean iniciativas que le informan al consumidor el impacto que tienen cada una de sus transacciones, presenciales o digitales.



Cada vez que ocupamos el auto para viajar, cargamos el celular, nos alimentamos o ponemos en funcionamiento la lavadora, estamos generando una huella de carbono, es decir, produciendo una estela de gases que se acumulan en la atmósfera y sobrecalientan el planeta. Son los gases de efecto invernadero (GEI), producidos por todas las actividades del ser humano. Día a día, entonces, incluso con acciones cotidianas, colaboramos con la crisis climática.

Comprar también tiene como consecuencia una huella de carbono, y para calcularla se considera desde el origen del producto hasta su transporte. Hoy en día, las empresas relacionadas con el comercio crean estrategias para disminuir la carga de CO2 de cada transacción y potencian las compras y los pagos en línea, cuya huella es menor a la que se generaría si usted va directo a la tienda a adquirir o a pagar. ¿Cómo se entiende esto? Básicamente, por sus traslados a la tienda y por el uso de la electricidad de esta. Todo se carga a su huella.

Nelson Urra, ingeniero en Recursos Naturales y consultor de cambio climático de Bioscience Consultores, lo explica así: “Todos los productos que compramos tienen un factor de emisión, estandarizado por categoría de artículos. Si compro una prenda de ropa se entiende que hay un factor de emisión estándar para el origen de esta, o sea, hay una huella de carbono por cómo y dónde se fabricó esa ropa, y eso se me asigna en una calculadora. De esa manera se va construyendo el registro, y efectivamente existe una diferencia entre comprar un artículo presencialmente versus hacerlo por compra digital con delivery, porque con esta última forma se da un margen de ahorro asociado al transporte y a la operación de la tienda comercial. El porcentaje depende mucho del artículo, pero es al menos entre un 20% y un 30% de ahorro al preferir la compra digital”.

MÁS CONSCIENTES POSPANDEMIA

El inicio de la pandemia, en 2020, marcó un ascenso sin precedentes en las compras digitales y, a la vez, una mayor preocupación de los consumidores por el medioambiente. Un estudio de sostenibilidad realizado por Mastercard señala que un 60% de los españoles considera que hoy, más que antes, es importante reducir la propia huella de carbono como medida para luchar contra el cambio climático.

En otras palabras, a pesar de que el comercio incrementó sus posibilidades de llegada, lo que tiene enfrente es un cliente ecológicamente consciente. Para ayudarlo en este ímpetu y entregarle opciones de compensar al planeta, Mastercard trabaja en varias iniciativas. Junto a la fintech sueca Doconomy creó una calculadora de huella de carbono, instrumento mediante el cual los bancos pueden comunicar a sus usuarios la huella de carbono generada por sus compras y, de paso, darles la oportunidad de compensar el impacto. También lanzaron DO, un servicio de banca móvil gratuito, disponible en algunos mercados de Europa, que permite a los usuarios conocer, comprender y reducir su huella de CO2 mediante medidas de compensación.

A través de DO, Mastercard y Doconomy permitirán a los usuarios orientar sus decisiones cotidianas de consumo hacia opciones más sostenibles. Además, DO impulsa la compensación de carbono a través de proyectos certificados por la ONU.

Gracias a la calculadora, en tanto, cada vez que el consumidor efectúe una compra le llegará la información de su huella de carbono y el número de árboles que deberían plantarse para contrarrestar el daño. También recibirá consejos para vivir de manera más sostenible y la posibilidad de contribuir a proyectos de restauración, como el de Priceless Planet Coalition (programa global de Mastercard que busca reunir los esfuerzos de comerciantes, bancos, ciudades y consumidores para realizar valiosas inversiones para la conservación del medioambiente), ya sea mediante donaciones o con los programas de recompensas de fidelidad de sus bancos. Son estas últimas instituciones las encargadas de integrar la calculadora en sus aplicaciones móviles mediante las nuevas API ya disponibles en Mastercard Developers.

SOCIEDADES MÁS COMPROMETIDAS

“El cuidado por el medioambiente está presente desde hace muchos años dentro de las preocupaciones y valores corporativos de Mastercard, muchas iniciativas de nuestro diario vivir como reciclaje o incluso acciones de reforestación en Parque Metropolitano de Santiago, nacen de los empleados de Mastercard”, explica Patricia Merino, directora de Marketing y Comunicaciones de Mastercard Cono Sur, quien añade: “Es un compromiso firme y consistente por hacer del planeta un lugar mejor para vivir. Por ejemplo a nivel global tenemos un compromiso de, a través de Priceless Planet Coalition, plantar 100 millones de árboles en los principales pulmones del mundo, ya que restaurar árboles es una forma simple y poderosa de capturar CO2 y mitigar el cambio climático”.

Son los propios consumidores quienes piden a sus marcas habituales un comportamiento que no perjudique al planeta, señala la ejecutiva: “La pandemia aumentó la sensibilidad de las personas a los temas medioambientales. Si bien no tenemos datos específicos sobre Chile, en 2021 Mastercard elaboró un informe con datos de tres países de Latinoamérica –Brasil, México y Colombia– que reflejan el aumento de la conciencia medioambiental de las personas. Más de la mitad de los encuestados (83% en Colombia, 72% en México y 75% en Brasil) considera que reducir su huella de carbono es más importante ahora. También son más conscientes de cómo sus acciones pueden afectar al medioambiente (93% en Colombia, y 85% México y Brasil). Al mismo tiempo, a medida que los consumidores se vuelven más conscientes de sus propias acciones, también creen que las empresas deberían comportarse de forma más sostenible y ecológica desde la pandemia de Covid-19″.

Mathias Wilström, director ejecutivo de Doconomy, enfatiza la importancia de que el consumidor conozca el impacto de cada transacción. “Al involucrar a toda la industria para promover la concientización individual y promover la acción colectiva, Mastercard ha redefinido el papel que la industria financiera desempeña cada día en la lucha contra la crisis climática”.

Patricia Merino plantea que la emisión personal de huella de carbono es un desafío enorme que enfrentar y exige cambios en las rutinas de vida tradicionales. “Estos cambios ya están ocurriendo. Cada vez son más los consumidores que se preocupan por el origen de lo que compran e incluso muchos investigan e intentan trazar la huella de carbono de lo que adquieren o usan, considerándolo como un factor decisivo a la hora de elegir. En ese sentido, la información cobra especial relevancia para que las personas puedan tomar decisiones que tengan un efecto real en sus emisiones de huella de carbono”.

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