Los beneficios de la banca digital para empresas ahora también se cuentan en dólares

Dólar sigue siendo la principal moneda global y no hay nada en el horizonte que pueda competirle, según estudio de la Fed

Tras el aumento de la demanda de servicios online debido al cambio de hábitos acelerado por la pandemia, los bancos están consolidando su oferta al sumar nuevos productos a través de sus plataformas web, los que, por ejemplo, permiten facilitar el comercio de la divisa estadounidense con tan solo un clic.



La época en que una empresa tenía que esperar varios días para realizar un trámite bancario está quedando en el pasado. La aceleración digital que ocurrió a causa de la pandemia fue una oportunidad que sectores como la banca supieron aprovechar para modernizar sus procesos y acompañar estos nuevos hábitos y necesidades.

Cifras de la Comisión para el Mercado Financiero señalan que en Chile ya existen más de 20 millones de clientes digitales, un aumento de un 56,8% comparado con 2020. Una evolución que responde no solo a la necesidad de los usuarios de acceder a sus servicios sin tener que movilizarse, sino que también a una mayor disponibilidad de trámites en formato digital. Un ejemplo es la posibilidad de habilitar y operar cuentas corrientes, cursar créditos e incluso comprar y vender dólares a través de internet.

Si bien en una primera fase estas funcionalidades estuvieron disponibles para personas naturales, hoy la tendencia se extendió al mundo empresarial y marca la diferencia a la hora de poder gestionar de manera más eficiente los negocios incluso con el extranjero.

Dólares al instante

Un ejemplo de esta adaptación es lo que está haciendo actualmente Scotia. Hace dos semanas lanzaron su primera cuenta corriente en dólares 100% digital para sus clientes empresas. Esto implica que el proceso desde la habilitación hasta la operación se realiza cómodamente desde algún dispositivo con acceso a internet.

Cristian Camus, Director Comercial Cash Management de Scotia, cuenta que antes del lanzamiento de este producto, la apertura de una cuenta de este tipo era un trámite que podía tomar varios días, que requería presencia en sucursales, amplia documentación y procesos de aprobación. “Este mes de abril comenzamos a ofrecer este producto y todos los días tenemos un número importante de clientes activando el servicio, por lo que las expectativas se han ido superando con creces”.

Parte del éxito de esta apuesta se debe, primero, a que las empresas tienen el hábito de realizar trámites y acceder a servicios digitales. “Hoy las empresas pueden pedir créditos desde la web, emitir boletas de garantía, pagar sueldos y a sus proveedores, etc. Durante estos dos años se han roto muchos paradigmas gracias a la digitalización”, precisa el ejecutivo y agrega que esto motivó a avanzar en una funcionalidad de cuenta corriente digital en dólares, que permite comprar y vender divisas, recibir o hacer pagos y, básicamente, emular lo que hace una cuenta en pesos, pero con la moneda norteamericana.

La idea, dice Camus, es poder entregar herramientas que sean transversales a todos los segmentos empresariales, ya sean compañías tradicionales que buscan facilitar su carga de trabajo o bien, Pyme que quieran comenzar a negociar con empresas globales y que necesitan de instrumentos bancarios para poder cumplir con sus obligaciones. “Llevar esto al plano digital es lo que todos los clientes están pidiendo”, puntualiza.

“Hoy la exigencia de los clientes y sobre todo las empresas es poder contar con servicios disponibles a cualquier hora, independiente de donde se esté o el soporte que se esté usando”, nos explican desde Scotia y parte de la solución para ello es precisamente la aparición de estos servicios digitalizados que hablan de la necesaria agilización de los procesos.

Y un ejemplo de esto es como la banca está innovando precisamente en áreas en las que requieren de más atención de acuerdo con lo que los mismos clientes están exigiendo. Y estando en un mundo globalizado, donde hasta la más nueva de las Pymes puede comenzar entablando negocios con distribuidoras extranjeras, que la solución ya esté digitalizada y no dependa de documentación extra es sin duda un avance que se quedará con el tiempo.

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