Panamericanos 2023: Cómo se arman los preparativos para la próxima gran cita del deporte en Santiago

Primera piedra Villa Panamericana, Parapanamericana
La piedra que simboliza el inicio de la construcción de la villa. Foto: Comunicaciones Santiago 2023.

El mayor evento deportivo multidisciplinario trabaja en todos los frentes porque el desafío económico, logístico, tecnológico y de infraestructura es enorme. Considerando que es el plantel de educación superior que más deportistas aporta a encuentros deportivos de relevancia, la Universidad Andrés Bello hizo alianza de colaboración con Santiago 2023. Lo que viene para ambas entidades y cómo los primos Grimalt hoy se preparan para la gran cita.



A poco más de un año de su realización en Chile, los próximos Juegos Panamericanos ya finalizaron su planificación estratégica y continúan trabajando en la etapa operacional. “En términos de la infraestructura, están las licitaciones publicadas para empezar el proceso de adjudicación y posterior construcción”, señala Juan Carlos Chamy, director Comercial y de Marketing de la Corporación Santiago 2023, empresa sin fines de lucro encargada de la organización del evento y conformada por el Instituto Nacional de Deportes y el Comité Olímpico de Chile.

Hay mucho que hacer todavía, pero más allá de la construcción de viviendas y recintos aptos para los participantes, hay una preocupación máxima por cumplir con el objetivo de dejar un legado. “Los Juegos son una oportunidad invaluable para dejar una huella para todas y todos los ciudadanos y además es una oportunidad para encontrarnos y de reunirnos en torno al deporte -agrega Chamy-. Santiago 2023 se propone dejar un legado de transformación social, urbano, deportivo y ambiental para Chile y las personas que habitan el país, que se construya colectivamente y sea sostenible en el tiempo”.

La misma visión tiene Jaime Fillol, director del Instituto de Deporte y Bienestar de la Universidad Andrés Bello (UNAB), con la que Santiago 2023 firmó recientemente un convenio de colaboración en distintos ámbitos. “Lo más importante que nos puede dejar este gran evento es la parte educativa, comprender que el deporte no es solamente lo que ocurre en la cancha; el deporte tiene la virtud de congregar a la gente, y estos Juegos Panamericanos nos dan la oportunidad de mostrar esa tremenda dimensión, de aprovecharlos para generar una cultura deportiva que sea más abierta, más preocupada de la inclusión, del bienestar de las personas, del medioambiente”, sostiene el premiado tenista.

Entre los acuerdos del convenio destacan la capacitación y certificación del voluntariado de la universidad, sumándose así al esfuerzo para reclutar 17 mil personas para participar en la máxima cita multidisciplinaria del continente, que se concretará desde el 20 de octubre hasta el 26 de noviembre de 2023. Como es habitual, un año antes de los Juegos Olímpicos, en París 2024.

El evento deportivo congregará a siete mil atletas convencionales y dos mil paraatletas, provenientes de 41 países americanos. Los panamericanos se realizarán del 20 de octubre al 5 de noviembre, mientras que los parapanamericanos, del 17 al 26 de noviembre.

UNIR FUERZAS

La alianza entre la UNAB y Santiago 2023 considera también la facilitación de acceso de profesores y educadores a la plataforma educativa de los Juegos, investigación académica, prácticas profesionales y actividades de extensión universitaria.

Jaime Fillol cuenta que, en 2017, cuando a Chile se le asignó la sede en Santiago de los Panamericanos 2023, en la UNAB comenzaron a ver la proximidad de este mega evento como una oportunidad propicia para afinar una política de deportiva interna y socializarla en la casa de estudios. No por nada: fue principalmente porque la Andrés Bello es la universidad que aporta mayor cantidad de deportistas y medallas en estos encuentros deportivos relevantes, como los Olímpicos o Panamericanos, los recientes Bolivarianos o los Odesur, que vienen pronto este año. “Se les permite a los deportistas que están estudiando que puedan seguir, esto les ha facilitado su desarrollo deportivo y han tenido buenos resultados”, señala.

Con esa convicción se creó el Instituto de Deporte y Bienestar, que dirige él y en el que también participa el tenista Fernando González. “Hay que pensar que el deporte no es solamente las medallas por las cuales se compite en estos eventos tan grandes -dice el académico-, el deporte está dentro de la cultura y de la sociedad desde siempre. De ahí viene el nombre de Bienestar, porque hay que promover también una manera de pensar, una forma de generar hábitos que sean positivos y beneficiosos para la persona. Yo fui un deportista, pero el deporte que hago hoy no es para competir, sino para sentirme bien, porque me gusta, porque significa un momento beneficioso para mí”.

Con esa mirada más integral se acercaron a Santiago 2023 y resultaron muy afortunados, dice, porque ambas instituciones coincidieron en la idea de dejar un legado, un registro, un análisis del impacto de los Juegos.

Chamy acota: “La mayor expectativa que tenemos como corporación es realizar un evento que deje huella y contribuir a potenciar la cultura deportiva junto con la democratización del deporte”.

La UNAB se comprometió a ofrecer recintos deportivos y también académicos, como salas para dictar cursos, clases, capacitaciones y largo etcétera, porque, como dice Fillol, hay que coordinar una enormidad de temas.

Son muchos los desafíos de los Panamericanos 2023, “y van desde la infraestructura, tecnología, operación deportiva, agenda cultural, programa de educación, logística, desarrollo comercial, entre otros -dice el director Comercial y de Marketing de Santiago 2023-. Pero tenemos un equipo humano que está trabajando con toda la energía para que los Juegos impacten de manera positiva a todos y todas”.

Se espera aproximadamente un millón de asistentes en las distintas sedes de competencias de los próximos Juegos. La inversión original del evento es de 507 millones de dólares, más la Villa Panamericana de Cerrillos, cuyas instalaciones ya se han ido dando a conocer y que albergarán posteriormente a personas que postulen al subsidio habitacional.

LOS PRIMOS GRIMALT

La Universidad Andrés Bello tiene 58 deportistas/estudiantes ya clasificados a los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y se estima que llegarán a 90, porque queda aún un año más para clasificar. En los Juegos Olímpicos Tokio 2020 participaron 10 deportistas de la UNAB, de un total de 58 nacionales. En los Juegos Bolivarianos, en Colombia 2022, fueron 42 de 239 chilenos.

Esteban y Marco Grimalt, los primos voleibolistas que están en la octava posición del ranking mundial son alumnos de Ingeniería en Administración de Empresas del plantel universitario. Profesionalmente juegan desde 2010, pero antes de eso llevaban un buen tiempo como amateurs. En total, dice Esteban, son unos 20 años, primero como rivales (él representando a Linares y Marco, a San Felipe) y posteriormente como dupla, desde que se unieron en la selección nacional.

Vienen de una familia numerosa y apasionada por el vóleibol. Sus papás y cuatro tíos fueron seleccionados nacionales y la madre de Esteban fue capitana de la selección nacional de vóley durante 10 años. Los dos hermanos mayores de Esteban también fueron seleccionados nacionales.

El reto de los Grimalt es claro: revalidar la medalla de oro que obtuvieron en los Panamericanos de Lima 2019. “Hemos tenido una muy buena actuación y queremos mantenerla, incluso mejorarla, y llegar a los Panamericanos al ciento por ciento en el nivel tanto atlético como técnico -dice Esteban-. Cuando jugamos un torneo siempre vamos paso a paso, rival a rival, pero con las ganas y la intención de conseguir una medalla, es el objetivo por el cual trabajamos día a día”.

Luego, la mirada estará puesta en los Juegos Olímpicos París 2024. Marco indica: “Ese es nuestro objetivo a largo plazo, culminar este ciclo olímpico con nuestra tercera clasificación a París. Estamos trabajando para eso”.

Como estudiantes, cuentan, han tenido todas las facilidades. Ambos toman sólo la carga académica que les permita asumir las competencias, y la UNAB en ello “se porta un 7 conmigo- comenta Marco-. Tengo una comunicación muy fluida con los profesores, todos entienden mi desarrollo deportivo y me dan las herramientas para poder compatibilizar mis estudios con el deporte”.

Esteban puntualiza que lo que él ha hecho es ir a su propio ritmo en su carrera. “En eso tengo el apoyo total de la UNAB, y esto es lo que la caracteriza, porque es la universidad con mejores políticas deportivas actualmente en Chile. Por lejos, es la pionera en esto. Me siempre muy respaldado”.

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