Salud mental y espacio laboral: las mujeres se preguntan 17 veces al año si deben dejar su empleo

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Expertas del área de la salud, del mundo productivo y de la academia se reunieron a dialogar sobre las complejidades a las que se enfrentan las mujeres en el mundo actual durante la Semana de las Mujeres organizada por la Universidad Andrés Bello en conmemoración del 8 de marzo.



“¿Podemos avanzar hacia un mundo sin violencia contra la mujer?”, se preguntaba Paula Sáez, directora de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello. El cuestionamiento se dio en contexto del “Conversatorio 8M: Mujeres y Salud Mental”, organizado por UNAB y que contó con conferencistas de Chile y México.

En la oportunidad, expertas en distintas áreas expusieron problemáticas actuales del mundo femenino, tanto a través de la reflexión como de la entrega de datos y experiencias obtenidas en sus años de estudio.

El llamado al diálogo, al cuestionamiento constante y a la apertura de espacios, fue uno de los llamados de la doctora en sicología social de UNAB, Carla Fardella, quien abordó el tema de “Trabajo y perspectiva de género”.

Discriminación en el campo laboral

A pesar de los espacios que muchas mujeres han logrado abrir en diversas áreas laborales, las barreras y los desafíos diarios a los que se enfrentan las mujeres siguen estando presentes, y muchas veces, “de manera invisible”, como lo explica la doctora Carla Fardella.

El espacio productivo es Antropocéntrico, es decir, está hecho en la medida del hombre. Los escritorios están hechos a su medida, el aire acondicionado a su medida, los horarios, etc. Son detalles, pero son un ejemplo concreto de esto”, sostiene la experta social en relaciones laborales.

“Esto pasa porque los espacios productivos se han diseñado en ausencia de mujeres, y además, se ha ignorado la relevancia económica de las esferas privadas, lo que quiere decir que las tareas asociadas al cuidado no son remuneradas”, agrega Fardella.

Dentro de las implicancias de este ‘no reconocimiento’, está la invisibilización de todos aquellos procesos que permiten que, por ejemplo, tanto niñas y niños puedan ir a clases, o los mismos adultos puedan llegar a tiempo a sus compromisos.

La doctora Fardella lo ejemplifica de esta forma: “Las economistas feministas explican que el ciclo productivo está inevitablemente atado a actividades privadas que no tienen remuneración, es decir, para que una persona llegue a su oficina a trabajar, para que tenga ropa limpia, para que haya comido, etc, alguien se preocupó de que eso ocurriera, pero esas horas de trabajo no son remuneradas”, señala.

Esa falta de valor económico en las actividades que son parte del ciclo productivo, pero que pertenecen a un ámbito privado, son una de las razones de que exista lo que las pensadoras denominan “brecha simbólica”, que es, en síntesis, la forma en que se perciben los géneros en la sociedad.

“Estas construcciones simbólicas”, explica Fardella, “no son más que las reglas de género que se organizan como si fueran algo natural. Se refuerzan roles y características que limitan el desarrollo de niñas y mujeres, y esto se da diariamente en los espacios de trabajo”.

Que las mujeres piensen 17 veces al año si deben abandonar su empleo, es un dato que horroriza si se compara con las 3 veces que lo hace un hombre. Es decir, el cuestionamiento, el ‘preguntarse si estoy en el lugar correcto’ se genera por este “diseño androcéntrico” que expone la doctora Carla Fardella, Investigadora Titular de la Facultad de Ciencias Sociales UNAB.

40% de las mujeres sufre violencia doméstica

Uno de los aspectos ineludibles a discutir en este Mes de la Mujer, es la violencia de género.

Según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, en 2022, 42 mujeres perdieron la vida por violencia de género, además, los femicidios frustrados aumentaron en un 9,2%, se denunciaron 4.499 violaciones, y solo se tradujeron en 374 detenciones. Apenas un 8,3% de las denuncias tuvieron detenidos.

Datos que siguen siendo alarmantes, y que fueron abordados por la doctora Claudia Barrera, bajo su ponencia, “Inequidad de Género, Violencia y Salud Mental”, que buscó bajo datos y una profunda reflexión “cuestionarnos por qué, por qué si es algo tan abrumador, sin son datos tan perturbadores, nadie está hablando de esto”.

“En Chile casi la mitad de las mujeres sufre violencia doméstica, es un 40%. Es una cifra aberrante, pero no estamos hablando de esto, por qué no nos escandalizamos, por qué se ha naturalizado”, se pregunta la siquiatra y CEO de Grupo Cetep.

La respuesta, según sus años de estudio, se da “porque hay una serie de obstáculos que las mujeres deben pasar para poder denunciar una agresión o hasta para ser atendidas en centros médicos. En la salud muchas veces no cuentan con los conocimientos para abordar correctamente este tipo de denuncias y eso es gravísimo”.

Esta problemática está tristemente emparentada con otro aspecto fundamental para entender las consecuencias de la brecha de género.

“Que en el mundo las mujeres tengan casi el doble de incidencia en enfermedades mentales, solo se explica por esta misma inequidad. En países donde es menor la inequidad, se tienden a acercar los índices de depresión entre hombres y mujeres”, explica la doctora y médico siquiatra.

“El llamado, la discusión, la modificación de los comportamientos debe ir dirigido a disminuir la brecha de género. Esta es la única forma para que disminuya la violencia de género, para que las mujeres sean más escuchadas, para que puedan denunciar, para que dejen de sufrir ansiedad, depresión. Ese debe ser el desafío de todas y todos”, resume Barrera, Campeona en Salud Digital para El Banco Interamericano de Desarrollo.

¿Podemos avanzar hacia un mundo sin violencia contra la mujer?

La pregunta de Paula Sáez, directora de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, fue encontrando respuesta entre todas las expertas, que se unieron bajo los conceptos de “cambiar los comportamientos”, “que los distintos actores se comprometan no solo en reconocer la brecha de género, sino que en ser participantes activos de su necesaria disminución”, “que se sigan abriendo espacios para mujeres que antes solo eran ocupados por hombres”.

Todas estas reflexiones, Paula Barrera las transforma en un hermoso futuro “donde las futuras generaciones mirarán hacia atrás y se preguntarán, cómo es que todavía discutíamos sobre inequidad de género en 2023...eso significará que ya no es un problema, que ya no existe esta problemática que tiene hoy a las mujeres del mundo todavía sometidas a la violencia y la inequidad. Eso quiere decir que por fin avanzamos”, anhela Paula Barrera.

Cifras para reflexionar en el Mes de la Mujer

- En el mundo, las mujeres tienen casi el doble de depresión y trastornos ansiosos que los hombres.

- A nivel global, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido agresiones físicas y/o sexuales.

- Un 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por sus parejas, y en un 50% de los casos de violación el victimario es familiar o conocido de la víctima.

- Las mujeres tienen el doble de carga laboral y dedican en promedio 3 horas diarias más que los hombres a tareas domésticas.

- En América Latina, las mujeres ganan el 84% de lo que gana un hombre.

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