Banquito matero

Designo Patagonia / 2003

¡Beeehh! Imagínate las ovejas tranquilas pastando, ramoneando –permítaseme este verbo que tan pocas ocasiones se tiene de usar–. Ese aire limpio del Sur entrando frío a los pulmones y nuestra amada cordillera de fondo, ¡ahhh! Este asiento esencial nos lleva hacia allá, a ponernos poncho, bototos y sumergirnos en la Patagonia.

Como dicen sus autores, está “inspirado en el ritual del mate, de la ronda junto al fogón, del ganado desparramado por la estepa, así nació este diseño: una serie de asientos simpáticos que otorgan alegría a cualquier ambiente”. Es parte de la visión de esta oficina de Bariloche que trabaja con materiales locales, revalorizando la cultura regional. Los banquitos Materos, por ejemplo, son solo lenga y piel de oveja. Simples, precisos y adorables en su forma. No necesitan nada más, pero si buscas variación, los hay con el pelo negro, rosa, rojo, como una oveja en fiesta. Y también tienen otros muebles de aspecto ovino como la banqueta Ciempiés, la poltrona Chiva, o la Meeecedora, con cabeza y orejas para galopar por la pampa, para niños de 1 a 99 años especifican. Y si te gusta, te lo mandan por courier y se adaptan en el diseño. Es la gracia de Designo Patagonia, trabajan también a pedido. “Así recuperamos, de alguna manera, la forma en que antiguamente el artesano elaboraba su trabajo”. ¡Qué bonitos son los modos del Sur!. designopatagonia.com.ar