¿Hagamos arepas?

Casi como bienvenida a todos esos venezolanos encantadores que han llegado al país, son deliciosos. Sobre todo a los que andan vendiendo arepas en las esquinas (mis favoritas son Las Chamas, entre Serrano y Cóndor desde las 18 hrs.) y más todavía a los que han hecho aparecer la harina PAN hasta en los almacenes de barrio.

Celebro también que estén asomándose en locales, tanto de mercados (La Vega y Franklin), como en otros más arriba. Daniel's Bakery tiene dos opciones excelentes y generosas. Una de pollo y otra de carne. ¡Bravo. Qué se agrande la cultura!

¿Y en la casa? Sepa de una que es botado hacerlas. Por lo fácil y barato. 1 kilo de harina PAN (hay de trigo y de maíz) alcanza para mínimo 50 arepas. Usted puede jugar con lo que se le ocurra para rellenarlas, comerlas con mantequilla calentitas, con un buen pedazo de queso Llanero (duro, salado, blanco, a la venta en muchos locales) pasado por una planchita y ya tiene la gloria en su boca.

La receta básica es 2 de agua por 1 de harina. En un bol pone el agua algo más que tibia. Echa sal marina (1/2 cucharadita para 1 taza), disuelve y echa harina moviendo con la mano. Amasa de adentro para afuera hasta que no quede agua y sea manipulable. Luego hace bolitas tipo golf, aplasta dejándolas parejas y las cocinas. El ideal sería en una parrilla o en una grilla a gas. A mí, mantequillera desde el ADN, me gusta untarles un poco y ponerlas en una sartén. Hay otros que las hacen con poquito aceite y algunos que las fríen en aceite profundo. Usted elija. El asunto es que se doren por ambos lados (4 minutos aprox.). Los rellenos pueden ser de reina pepiada que es el clásico de pollo y palta. Una mechadita, huevo y mayo y tanto más. Es un pancito delicioso que seguro divertirá cualquier reunión.