Ver bajo el Agua

“Ver bajo el agua” es el título del libro escrito por la escritora y especialista en coaching María Elena Sarmiento, cuyo objetivo es desarrollar la autoestima y creatividad en los niños, y que gracias al trabajo de la autora se han editado más de 6 mil ejemplares, contando además con el patrocinio de los ministerios de Educación, Medio Ambiente y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Los textos se han regalado a distintas escuelas públicas a lo largo de todo el país, gracias a la ayuda de municipalidades, empresas e instituciones. Y como parte de una nueva etapa de expansión, y dada la excelente recepción que ha tenido el libro tanto en las escuelas como en las familias, se reeditó el texto orientado hacia la inclusión y el respeto por los niños y niñas con discapacidades.

El lanzamiento de esta versión en braille de “Ver bajo el agua” tiene como principal objetivo acercar a niños ciegos a la experiencia del gozo estético a través de imágenes adaptadas por las diseñadoras Claudia Camacho y Pilar Correa en el Centro de Cartografía Táctil, CECAT, de la Universidad Tecnológica Metropolitana, unidad universitaria que hizo la producción y edición de este libro en braille, trabajo dirigido por su directora, Alejandra Coll. En un futuro cercano la autora también se plantea nuevas propuestas para su texto, siendo su próxima meta editar mil ejemplares en el idioma mapudungún. “Este es un proyecto bien vanguardista, es algo que trasciende la inclusión, ahonda en cómo compartimos nuestros mundos a través de este instrumento que es este libro. Y para eso tuvimos que desarrollar, junto con la Universidad Tecnológica Metropolitana, un libro especial cuya técnica se basa en los jeroglíficos egipcios y en la forma como tú puedes leer láminas en relieve tocando con tus manos”, detalla Sarmiento.

Por otra parte, el trabajo profundiza en la autoestima y la creatividad. ¿Por qué? “Porque los niños sufren de mucho estrés por las exigencias que la sociedad hace en ellos y eso les provoca muchas veces tristeza, y a veces ellos tienen talentos que no quieren desarrollar porque temen fallar. En vista de eso, y que es una situación conocida, yo pensé que es importante ayudar a sanar, por lo tanto este es un libro terapéutico también en su contenido”, señala. Luego continúa: “Yo hice 50 libros, que son muy caros de hacer. Para desarrollarlos realicé un crowdfunding, gente anónima también donó plata. Yo de estos donaré 40 -gracias también al auspicio de la Ilustre Municipalidad de Copiapó y del Centro Madre Tierra-, pero los colegios son 105, así es que me van a faltar. Esta fue la parte más dura, me costó más de 1 año conseguir los fondos. Espero que sigan existiendo interesados en donar plata para que este proyecto pueda seguir desarrollándose”, concluye.