Así podrían ser las calles cuando lleguen los vehículos autónomos
El proyecto Inframix, de la Unión Europea, busca investigar la forma en la que los vehículos autónomos interactúan con los conductores humanos.
Mientras gran parte de la población se queda en casa, en diversas ciudades europeas se vive un proceso de investigación y análisis que promete dar un vistazo a la forma en que nos transportaremos en el futuro. Es que el Coronavirus no ha detenido la evolución de la tecnología, y los grandes fabricantes siguen avanzando en sus proyectos de vehículos autónomos.
El proyecto Inframix, financiado por la Unión Europea, ya lleva tres años investigando cómo será la convivencia entre conductores y vehículos autónomos.
Compuesto por 10 empresas y organismos asociados, Inframix se ha dedicado a analizar distintos aspectos de este futuro, como por ejemplo la aceptación de los usuarios respecto de un carril especial para los modelos autónomos.
Otro de los puntos analizados por esta asociación es la necesidad de que los operadores de carreteras inviertan más en infraestructura para adaptarse al flujo de los vehículos autónomos. Eso sí, en este mismo punto ya aseguraron que los autónomos no llegarán a las calles tan rápido como esperábamos.
"Nos centramos en las seguridad y la eficiencia, así que tenemos algunos consejos basados en nuestra experiencia de tres años. Empezamos hace cinco años sobreestimando cómo de rápido iba a llegar la movilidad autónoma. Tenemos que mejorar la calidad de los mapas, de los datos, los sistemas de guía y los de comunicación", afirma Martin Russ, director gerente de AustriaTech.
Así, la preparación de la infraestructura vial se considera como un pilar fundamental para el periodo de adaptación en que convivirán los autos “análogos” y los autónomos.
¿Cuándo podría ser esto? Los expertos no se queman con una fecha específica, pero se cree que podría tardar entre otros cinco a diez años.
Otro escenario que se ha probado es el de los atochamientos de autos y el de obras en la ruta, con información que busca hacer más amigable la relación con la nueva tecnología.
En general los resultados mostraron que las recomendaciones de velocidad tuvieron un impacto positivo en términos de seguridad, mejorando incluso hasta en un 50% la eficiencia del tráfico cuando se daban recomendaciones de flujo, esto en comparación a un escenario donde no se aplica ningún tipo de medida especial.
Mientras esperamos que la tecnología autónoma se adapte a los humanos y viceversa, seguiremos viendo experimentos que busquen enfatizar la armonía en las calles hasta que decida por una nueva forma de movilidad.
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