El Gran Premio de Sakhir que se disputará el próximo fin de semana en Bahrein no solo traerá una serie de novedades en la grilla, sino que además establecerá un hito para un apellido ilustre en la F1. En la penúltima fecha del campeonato estará ausente Lewis Hamilton, por Covid-19, y Romain Grosjean, por el accidente que protagonizó el pasado fin de semana y del que escapó ileso de milagro.

El siete veces campeón del mundo será reemplazado por Stoffel Vandoorne, piloto belga que disputa la Fórmula E con el equipo Mercedes-Benz EQ, mientras el francés dejará su lugar en el equipo Haas a Pietro Fittipaldi, permitiendo así el regreso de un apellido emblemático en la competencia.

Pietro es nada más y nada menos que el nieto del bicampeón del mundo, Emerson Fittipaldi y tras enterarse de la noticia de que tomaría el monoplaza del galo, señaló que “lo más importante es que estoy contento de que Romain esté a salvo y tenga salud. Todos estamos muy contentos de que sus lesiones sean relativamente pequeñas tras un incidente tan grande. Obviamente, no es el conjunto de circunstancias ideales para tener mi primera oportunidad para pilotar, pero me siento muy agradecido a Gene Haas y Guenther Steiner por la fe que han depositado en mí para que esté al volante este fin de semana”,

El brasileño de 24 años debutará al mando del VF-20. Para llegar acá, comenzó su carrera en la Nascar, luego se instaló en Europa y se subió a los monoplazas de la Fórmula Renault y después ingresó a la Academia Ferrari. En la F1 ha manejado el Haas en ensayos en 2018 y 2019, pero con su estreno oficial en el GP de Sakhir extenderá una dinastía que ya había visto tres Fittipaldi en las pistas de la F1: su abuelo Emerson, su tío abuelo Wilson y su tío Christian.

El más recordado y renombrado en el mundo es Emerson Fittipaldi, campeón de la Fórmula 1 en 1972 y 1974, y también un doble triunfador en las 500 Millas de Indianápolis (1989 y 1993). Fue uno de los que abrió la ruta a los grandes pilotos brasileños en la máxima competencia.

Wilson Fittipaldi, hermano de Emerson, no consiguió los mismos resultados, pero de todas maneras queda en la historia con 35 Grandes Premios disputados entre 1972 y 1975, eso sí, sin ninguna victoria.

El último de la lista hasta la decisión del equipo Haas era Christian Fittipaldi, hijo de Wilson y tío de Pietro. Entre 1992 y 1994 disputó 40 Grandes Premios para los equipos Minardi y Footwork, llevándose un registro de 12 puntos y 17 abandonos.

De esta manera, con la presencia de Pietro serán cuatro los integrantes del linaje Fittipaldi, superando así los tres integrantes de la familia Winkelhock que alguna vez tomaron parte de la F1, convirtiéndose en la familia más numerosa en la historia del campeonato.

La tradición familiar en la F1 no es algo nuevo, sin embargo, casi siempre se queda en la relación padre-hijo (estos fueron los padres e hijo campeones).

El listado no es menor, comenzando con Hans y Hans Joachim Stuck, para seguir con Jack y David Brabham; Graham y Damon Hill; Mario y Michael Andretti; Gilles y Jacques Villeneuve; Keke y Nico Rosberg; Satoru y Kazuki Nakajima, Nelson y “Nelsinho” Piquet; Jan y Kevin Magnussen hasta llegar a Jos y Max Verstappen.

En este listado también se podría sumar a los alemanes Manfred y Markus Winkelhock, sin embargo, también fue parte de la parrilla de los Grandes Premios Joachim Winkelhock, hermano de Manfred.

Manfred compitió para los Arrows, ATS, Brabham y RAM entre los años 1980 y 1985, disputando 56 Grandes Premios, sin puntos obtenidos. Lamentablemente, en 1985 su vida se acabó tras sufrir un accidente mortal en el circuito de Mosport, en el Campeonato de Resistencia, a bordo de un Porsche 962.

Su hermano Joachim se hizo presente en el Gran Circo en la temporada de 1989, corriendo las primeras siete fechas con el equipo AGS. Tampoco logró puntuar y fue sustituido a mitad de año por Yannick Dalmas.

El último de la dinastía Winkelhock fue Markus (hijo de Manfred), quien tuvo una llamativa y exigua participación. Fue en el GP de Europa que se disputó en Nürburgring en 2007, donde debutó con el equipo Spyker y donde también su padre compitió por última vez en la F1.

Markus arrancó desde la última posición, lo que no extrañó considerando el nivel que demostraba el equipo. Aquella tarde, el alemán tomó una decisión particular y fue el único de la grilla que decidió saltar a la pista con neumáticos de lluvia, pese a que el asfalto estaba seco cuando empezaba la carrera, sin embargo, a poco de andar la jornada empezó a llover y todos los pilotos pasaron a boxes a cambiar sus neumáticos. Todos menos Markus Winkelhock, quien debido a esta situación pasó a liderar la etapa.

En su estreno en la F1 encabezó la carrera durante seis vueltas, hasta que el ingreso del auto de seguridad le hizo perder la diferencia, la misma que se extinguiría rápidamente cuando el safety car se hizo a un lado. A 13 vueltas del final tuvo que abandonar por problemas con su Spyker naranja, abandonando el apellido Winkelhock la F1.