Este jueves dos nuevos integrantes se sumaron al portafolio de Porsche en el país. Se trata de los 718 Spyder y 718 Cayman GT4, que arriban impulsados por una idéntica mecánica naturalmente aspirada de 4.0 litros -gestionada por una caja MT6- que ha conseguido recortar en hasta 12 segundos el tiempo por vuelta en el célebre circuito de Nürburgring. Este corazón de seis cilindros dispuesto en el centro del chasis encarna fielmente las sensaciones de un bloque sin asistencias externas, inyectando carburante y liberando impulsos hasta la barrera de los 8.000 giros por minuto.

El roadster 718, que continúa la herencia Spyder iniciada en 1953, se distingue a simple vista por su capota de lona de accionamiento manual (puede ordenarse en rojo o negro). Por delante adopta rasgos de la familia GT, gracias a un faldón y tomas de aire en cada uno de los costados. Por dentro, en tanto, el habitáculo está adornado por elementos en alcántara en asientos, puertas, tablero y el volante que, a su vez, tiene una medida de 360 mm de diámetro. La leyenda “Spyder” está bordada en los apoyacabezas.

Probado en Nürburgring, el 718 Spyder completó los 20,6 kilómetros en 7 minutos y 30 segundos, dejando atrás los 7:47 del Boxster Spyder de 2015 (3.8 litros de 375 Hp). Acelera hasta los 100 km/h en 4,4 y dobla esa velocidad en otros 9,4 segundos (13,8s en total).

Con un enfoque aún más deportivo, el 718 Cayman GT4 es un tradicional coupé que revela su pedigrí de entrada con un gran alerón trasero que, en conjunto con los nuevos difusores de aire, apega al deportivo con un 50% más de fuerza que en la anterior versión.

Así, no es de extrañar que en el Infierno Verde, otrora sede del Gran Premio de Alemania de F1, el Cayman GT sea dos segundos más rápido que el propio Spyder, con un tiempo total de 7 minutos y 28 segundos. Esta misma cifra lo pone 12 segundos por debajo de su antecesor.

Mientras el 718 Cayman GT4 tiene un valor de US$ 125.900, el 718 Spyder sube a US$ 135.900.