Hacia la masificación de la electricidad
Para nadie es un misterio que el Nissan Leaf es el auto eléctrico más vendido del mundo, pero, así como la firma japonesa ha apostado por la democratización de esta tecnología, también cree necesario hacer otros esfuerzos para que todos se acostumbren a los autos a baterías. Los modelos e-Power son ese paso intermedio.
Que la electricidad y el agua se deben mantener lo más lejos posible es algo que nos enseñan desde niños. Aun así, esto no nos amedrentó cuando nos dijeron que probaríamos los modelos e-Power de Nissan bajo una de las torrenciales lluvias que trajo el tifón sobre Japón.
Es que debido al clima las actividades de Tokio se ralentizaron, y al igual que sucede en todas las grandes urbes, el tráfico es más lento y trabado. Esta cadencia en la conducción también fue de gran ayuda, puesto que nos dio más tiempo para conocer el sistema que propulsaba a los Note y Serena que serían parte de la prueba.
Pero ¿qué es e-Power? Es un sistema de propulsión de transición a la electricidad creado por Nissan, donde un motor a combustible genera energía que se almacena en baterías y alimenta un motor eléctrico, funcionando principalmente como generador. Y aunque en la firma señalan que no se puede considerar híbrido, lo cierto es que cuando se necesita poder adicional, el motor a combustible también puede darles fuerza a las ruedas, por ejemplo, cuando se sube un cerro o en las salidas de un estacionamiento subterráneo.
El primer modelo a prueba fue el Serena, una minivan familiar que solo se vende en Japón, y que fue el segundo modelo de Nissan en contar con esta tecnología, luego del Note, que la estrenó en 2016, y que la convirtió en un verdadero éxito en su mercado local.
Al conducir, las razones son más que obvias. El silencio a bordo es casi absoluto, solo algo de ruido aerodinámico y, por supuesto, la lluvia, se sienten a través de la carrocería. El motor a combustión de 1.2 litros prácticamente no se escucha, aunque esto no impide que disfrutemos de los 100 kW de potencia y los 320 Nm de torque instantáneos del modelo. Otro punto a favor, es que cuando se conduce en modo Eco, se puede utilizar el e-Pedal, permitiendo desacelerar el auto (y cargarlo al mismo tiempo con los frenos regenerativos) solo levantando el pie del acelerador.
La marca asegura que el Serena cuenta con una autonomía de más de 500 kilómetros con un estanque lleno. Bastante más que un eléctrico convencional y sin la preocupación de no encontrar un lugar donde recargar cuando se necesite.
Para el Note el propulsor es similar, ya que también utiliza un motor a combustión de 1.2 litros, aunque en este caso es para cargar una batería de 1,5 kWh, entregando una potencia cercana a los 108 Hp y un torque máximo de 254 Nm. Aquí también se puede utilizar el e-Pedal y, según datos de la marca, la autonomía se podría empinar cerca de los mil kilómetros, dependiendo del tipo de conducción.
Ahora la gran pregunta es por qué Nissan decidió poner a la venta este tipo de tecnología, si es tan parecida a la del criticado Chevrolet Volt.
Y la respuesta está en la masificación. Con este tipo de propulsión se elimina la "ansiedad de autonomía" (cuándo y dónde voy a cargar mi eléctrico), y se empieza a instruir a la población acerca de la forma correcta en que se maneja un vehículo eléctrico. La sensación de aceleración y frenada, la ausencia de ruido y la transmisión directa.
En palabras simples, para Nissan los modelos e-Power son una transición hacia la electrificación completa, puesto que, además, son mucho más accesibles que las opciones 100% a baterías.
¿Los veremos en Chile? Con el familiar Serena no hay posibilidades, aunque los ejecutivos japoneses no descartaron que podamos tener el Note e-Power en tierras Latinoamericanas en el corto plazo.
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