Se abre la puerta de la llegada de la marca Polestar a Chile
En entrevista a Roberto Delgado, director general de Inchcape Chile y Argentina, el ejecutivo desliza la opción de que la firma eléctrica aterrice en nuestro país.
Hace unos días, la Fiscalía Nacional Económica aprobó la compra de Ditec por parte de Inchcape, noticia que adelantamos en forma exclusiva durante los primeros días de noviembre. Con ello, se cierra el último proceso que tenía pendiente la empresa inglesa en nuestro país, consolidándose como el segundo grupo automotriz más importante de Chile, con la representación de 10 marcas del rubro.
En la última década, desde que llegó Inchcape al país con la representación de BMW, la marca sumó en 2016 el 100% de las operaciones de representación de Subaru, Hino y DFSK; en 2020 Mini y el año pasado a Geely y el 70% del grupo Ditec (Volvo, Porsche, Jaguar y Land Rover).
Para conocer sobre los pormenores de las negociaciones y el camino que ha establecido la empresa, conversamos con Roberto Delgado, director general de Inchcape Chile y Argentina, quien nos dio luces de lo que pretenden y desliza importantes novedades para nuestro país y para la región, incluyendo nuevas marcas asociadas a la electromovilidad.
En los últimos años, Inchcape en Chile ha sumado varias marcas que estaban en manos de otros importadores, las últimas de ellas son las mencionadas de Ditec. ¿Cuál es la estrategia?
La incorporación de nuevas marcas es parte integral de la estrategia de Inchcape. Nuestra estrategia tiene tres motores de crecimiento. Primero, el negocio de distribución o el negocio actual que tenemos. El segundo, son todos los negocios anexos en el ciclo de vida del vehículo y el cliente (finan-ciamiento, seguros, usados, repuestos, servicio técnico, etc.) y, el tercero, es la consolidación de la industria, las oportunidades que se presentan de la adquisición de marcas o fusiones... Y en esa línea, obviamente pasó lo de Mini a finales de 2020, que era bastante natural, porque ya teníamos BMW, y ha sido fantástico, porque lo incorporamos dentro de la actividad de nuestra casa matriz de La Dehesa, rejuveneciendo a los clientes, con mucho aporte en servicio técnico. Estamos muy contentos.
¿Cómo se incorpora Geely en su portafolio?
Nosotros tenemos una participación mucho más grande en semipremium y premium y empezamos a buscar quién podría ser un partner para desarrollar una estrategia de largo plazo en los segmentos más masivos. Y Geely es el fabricante más grande de China, con cerca de tres millones de unidades anuales, es dueña de Volvo, tiene participación en Daimler, entonces nos pareció interesante, pensamos que podía ser un buen partner, no sólo para Chile, sino para otros mercados mundiales. Enero fue el primer mes de Geely con Inchcape en Chile y se cumplieron todas las expectativas que se tenían. Partimos con Coolray y vamos a lanzar en abril el Azcarra, un SUV medium.
¿Cómo está siendo el modelo de negocio de Geely?
Será muy parecido al que tenemos con Subaru. Queremos tener no más del 20 o 25% de nuestro retail con la marca. Tenemos un compromiso de tener la casa matriz de Geely, que será en Las Condes y que estará lista en junio. Los demás serán socios distribuidores de terceros, con lo que tendremos una mayor cobertura a nivel nacional. Y este primer mes ha sido súper bueno, con un solo modelo. Esperemos que este año sea muy bueno en Chile y ya estamos viendo proyectos en la región y en otras partes del mundo. Estamos muy contentos, creo que la elección del socio fue muy correcta. Creemos en Geely, no nos basamos en lo que había pasado con la marca en los últimos años en Chile.
Geely ha entrado y salido del país con dos importadores distintos desde que llegó hace más de 10 años al mercado local. En ese sentido, ¿será un trabajo importante de imagen de Geely en Chile?
En el transcurso de la confección del business plan hicimos un estudio para entender y saber cómo era la percepción de Geely. Como estuvo bien activo, después no tanto, yo te diría que la percepción no es negativa, es un problema de conocimiento, como que la marca no estuvo un rato. No tenemos cosas muy importantes, no tenemos tantos detractores. Pero sí tenemos que trabajar e invertir en esta marca nueva, que tiene tanta tecnología, que es dueña de Volvo... El desafío es cómo hacerla más conocida. Con los autos en la calle, que es lo que más rápido hace que una marca se haga conocida, vamos a hacer rápidamente que la percepción sea positiva.
¿Está la electromovilidad en los planes para Chile con las diversas marcas que tienen en su portafolio?
Claramente que como grupo Inchcape creemos que para allá va el tema y probablemente tenemos que ser inteligentes para ir balanceando esta agenda de electromovilidad que es importante con dónde está el negocio hoy, que son los autos de combustión. El mercado nacional crece a tasas increíbles en vehículos de bajas y cero emisiones, pero sigue siendo menos del 1% del total de las ventas. Sin embargo, mientras no haya un ambiente de negocio que impulse la electromovilidad es difícil que esa cifra despegue.
A mitad de año queremos incorporar un vehículo de Geely que sea eléctrico, que es una apuesta más a mediano y largo plazo, porque como dije, hoy no hay mucho volumen para ellos. Sabemos y creemos que tenemos que sembrar en esta primera época, para mostrar la alta tecnología que tenemos, teniendo productos dentro del line up, ojalá a la espera de que el ambiente de negocio para ese tipo de tecnología tenga buenos incentivos y explote.
Siendo importadores de Geely y Volvo, ¿existe la posibilidad de traer Polestar?
Obviamente, tenemos apetito para explorar nuevas marcas y proyectos. Nosotros vamos a iniciar una relación potente en la distribución con Volvo y queremos hacer las cosas muy bien, para que a futuro esa sea una opción real, no sólo para Chile, sino para otros países en los que estamos presentes.
Explorar los usados
Dentro del modelo de negocio de Inchcape en Chile está todo el ciclo de vida del vehículo y el cliente, entre ellos está el financiamiento, los seguros, servicio técnico, repuestos y lo que tiene relación a los usados.
¿Tienen pensado fortalecer el brazo del financiamiento de los vehículos nuevos?
En Chile somos socios por años con una gran relación con Forum. Y es que acá el mercado en este ámbito está súper desarrollado, en la región es por lejos el que lleva la delantera en este tema. Y por eso, a partir de la experiencia que tenemos en Chile, nosotros creemos que tenemos un camino por recorrer en otros mercados de la región, con socios como Forum o con socios locales, pero eso lo estamos viendo.
¿Y el tema de los usados?
Ese es otro tema. Hoy participamos en el negocio al alero de las marcas que representamos, pero no participamos en el negocio más activamente. Nos interesa el mercado multimarca, es parte de la estrategia, queremos ser un actor más importante en el negocio de los usados y esperamos que este 2022 podamos tener más novedades.
Con eso se están metiendo en la idiosincrasia chilena, pero Inchcape todavía es una marca muy lejana para el consumidor local.
Es verdad. Queremos ser más activos. Pero nosotros tenemos el convencimiento de que lo que tiene que ser conocido es lo que vendemos y que representamos. Inchcape no tiene que ser la que esté delante, pues eso nos permite tener una flexibilidad importante frente a las fábricas para poder tener juntas marcas que, eventualmente, se identifican como competidores.
¿Hacia dónde apunta Inchcape con 10 marcas?
Cifras no podemos entregar, pero lo único que puedo decir es que hoy tendremos 50% más de las ventas y no es el fin del juego. Queremos ser uno de los cuatro grupos más importantes en volumen de venta en Chile.
Hoy toman una participación muy importante en el segmento premium, ¿cómo analizan el impuesto al lujo?
Primero, es una pésima política pública, es regresiva. Es un poco como lo que pasa en Argentina, al final no es una buena noticia para los clientes. Yo creo que tenemos que ver cómo se acomodan las aguas, pero lo que sí me parece grave tiene que ver con la electromovilidad y la ambición nuestra de poder tener más híbridos enchufables. Más del 80% de los vehículos de bajas o cero emisiones valen más de 40 millones de pesos, por lo que están poniendo un desincentivo a ese tipo de tecnología. Puede haber un efecto negativo, sobre todo en las versiones de entrada versus las más amigables con el medioambiente.
¿Cómo lo ven afuera este impuesto y los cambios que se vienen en nuestro país en términos sociopolíticos?
Lo ven como una mala política, pero también con su razonamiento de “sigamos”. Nosotros no hemos cambiado ni un ápice nuestro modelo de negocio, sin importar los cambios que se vienen en el corto plazo en el país. No le tenemos miedo, pero tenemos que ser responsables, tomar en cuenta los cambios que se pueden ir produciendo, pero apostamos a largo plazo y sabemos que en Chile no vamos a tener problemas mayores. Tenemos confianza y por eso estamos invirtiendo.
Algo que fue crítico en 2021 fue el alza en el precio de los vehículos, ¿cómo lo ven para este año?
Sí, efectivamente, hubo una escalada de precios importante, pero que se debió a tres factores fundamentales. Uno, la escasez de oferta en el mundo; dos, en Chile en particular hubo un sobrecalentamiento por los retiros, por lo que hubo una gran demanda de productos, y tres, el dólar. En todo caso, creo que esto ya se regularizó. Si el dólar se mantiene al alero de los $ 800, los precios no debieran variar y, además, esperamos que ya en el segundo semestre exista una normalidad en la cadena de abastecimiento. Los precios podrían bajar en algún minuto, pero tampoco serán precios como los que teníamos hace un par de años. Ojalá no haya algo peor que los $ 800 que tenemos hoy, y que tiene mucho que ver con lo que estamos viviendo como país.
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