100 días del primer caso de coronavirus en Estados Unidos

El 21 de enero, las autoridades estadounidenses reportaron que un hombre de 35 años se encontraba en una clínica en el condado Snohomish, en el estado de Washington, por haber presentado fiebre, tos, tener un caso leve de neumonía y haber dado positivo de coronavirus, luego de volver de Wuhan el 15 de enero. Cuando han transcurrido 100 días desde ese primer caso, el país es uno de los más afectados, con más de un millón de personas contagiadas y más de 60 mil muertos. El Covid-19 ha transformado la vida de los estadounidenses: muchos se encuentran en cuarentena, los negocios están cerrados y se avecina una severa crisis económica.

En un primer momento, el Presidente Donald Trump trató de bajar el perfil a la pandemia e incluso cuando se registró la primera muerte, a fines de febrero, en California, llamó a la calma y señaló que “otros casos son probables”. Dijo también que el país estaba preparado para “cualquier circunstancia”. Pero ya en marzo, Estados Unidos superó a China, el país donde se originó la crisis, en cuanto a número de contagiados.

Poco a poco, la mayoría de los estados comenzaron a decretar medidas de confinamiento para sus ciudadanos con la finalidad de aplanar la curva, los negocios cerraron sus cortinas, los restaurantes dejaron de atender. Esto ha provocado un duro golpe a la economía, mientras que más de 26 millones de personas han solicitado beneficios de desempleo en el país y se prevé que la desocupación en abril llegue al 16%, según las estimaciones de la misma Casa Blanca.

En ese sentido, la pandemia del coronavirus no pudo haber llegado en peor momento para Trump, que se encontraba en plena carrera por la reelección, siendo su base del éxito sus buenas cifras económicas. Sin embargo, su “triunfo” en los comicios de noviembre está en duda, un escenario dramático para sus pretensiones.

A este panorama se suma que organizaciones conservadoras han organizado protestas en varios estados contra la política del “quédate en casa”, lo que ha llevado a las autoridades locales a comenzar a reactivar sus economías pese a la falta de pruebas para identificar el virus a gran escala y bajo la mirada de desaprobación de los expertos en salud pública, que han advertido que un levantamiento prematuro de las políticas de distanciamiento social podría provocar un aumento de las nuevas infecciones.

Si bien las cifras son alarmantes, los expertos creen que el número real es mayor y funcionarios estatales de salud pública advierten que la escasez de personal capacitado y de insumos limita las posibilidades de realizar tests, dejando muchos casos sin registrar.

Cerca del 30% de los casos de coronavirus se han registrado en el estado de Nueva York, considerado el epicentro del brote en el país, seguido por Nueva Jersey, Massachusetts, California y Pennsylvania.

Georgia, por su parte, se encuentra en la vanguardia de los estados que están reabriendo sus negocios: el lunes permitió cenas en restaurantes por vez primera en un mes. El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que dejaría expirar las órdenes de confinamiento y comenzaría a reabrir por fases negocios como restaurantes y tiendas minoristas.

Los gobernadores de otros estados, como Nueva York, han aplazado el alivio de las restricciones por temor a que puedan alimentar una segunda ola de infecciones. “Todos hablan de reabrir. Lo entiendo”, dijo el gobernador Andrew Cuomo, agregando que no se debería tomar decisiones basándose en política, emociones o reacciones a protestas.

El modelo de la Universidad de Washington, que suele ser citado por funcionarios de la Casa Blanca y autoridades de salud pública, revisó al alza su cifra de muertes proyectadas en el país a más de 74.000 personas para el 4 de agosto, comparado con su estimación previa de 67.000.

Con todo, el director del Centro de Control y Prevención de enfermedades, el doctor Anthony Fauci, dio este miércoles una suerte de esperanza -que incluso hizo subir la bolsa en Nueva York- al informar que los pacientes con Covid-19 que fueron tratados con Remdesivir se recuperaron 31% más rápido que otros que recibieron un placebo. “Los datos muestran que el Remdesivir tiene un claro, significativo y positivo efecto en la disminución del tiempo de recuperación”, dijo el epidemiólogo que es asesor del Presidente Trump. Esto prueba “que una droga puede bloquear este virus”, añadió Fauci, quien supervisó la investigación.